Liberalismo y neoliberalismo: enfoque económico

-Fernando Zúñiga Umaña / EN EL BLANCO

La economía, como ciencia, cuenta con una teoría que se ha mantenido como uno de los paradigmas científicos dominantes. El liberalismo se inicia con pensadores como Adam Smith y David Ricardo, en aquella época donde el imperio se concentraba en Europa, principalmente en Inglaterra. Una mano invisible conducía a las personas a tomar las mejores decisiones, dada una disponibilidad amplia de productos, unos precios libres y un presupuesto dado. Procurando la mínima distorsión por parte de los diferentes agentes económicos.

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A esta filosofía liberal se fueron agregando aportes de parte de otros pensadores: las teorías de Darwin, permitieron asemejar el sistema a lo que regía en el medio ambiente salvaje, donde el grande se come al pequeño y los fuertes sobreviven a expensas de los más débiles. Otros economistas aportaron herramientas técnicas, las cuales mediante fórmulas matemáticas y gráficas construyeron las bases para justificar que la acción entre oferentes y demandantes termina en una situación de equilibrio. Tal es el caso de economistas como Alfred Marshall y León Walras, que aportaron sobre el equilibrio económico en los mercados y la teoría de la utilidad marginal.

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En el campo del comercio internacional, se plantearon las ventajas comparativas absolutas y relativas, para demostrar que también entre países se llega a un equilibrio. A esa filosofía del comercio internacional también se le aplicaron las herramientas técnicas, donde gráficamente se puede identificar por medio, por ejemplo, de las Cajas de Edgeworth, el punto en el cual dos países llegan a la mejor combinación posible de intercambio. En el plano de la fuerza de trabajo, el hombre «desposeídodelosmediosdeproducción» (disculpas por unir estas palabras y por usar categorías marxistas) ofrece su fuerza de trabajo a cambio de un precio denominado salario. Si la demanda es mayor que la oferta, se dará el desempleo, mal necesario dentro del esquema liberal, dado que el capitalismo requiere de ese «ejércitodereserva» para tener a disposición fuerza de trabajo cuando afloren nuevas oportunidades.

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John M. Keynes, por ahí de la segunda década del siglo pasado, aporta una teoría que rompe paradigmas. Su modelo económico, basado en el consumo como el motor de la economía, le da al Gobierno un importante papel, en tanto el gasto público es factor clave para superar la depresión mundial que se vivía en esa época. Pero aclara que esto funciona solo en tiempos de crisis, en la normalidad debe imperar el sistema de mercado. No obstante, este criterio tuvo enorme influencia en nuestros países, donde se consideró que el Estado podría jugar un importante papel e incluso debía participar como agente económico. Así, en nuestras economías nace un paradigma que por mucho tiempo fue dominante, teniendo más énfasis en algunos países. Como por ejemplo el caso de Costa Rica, donde hasta poco se referenciaba como una economía mixta, en la cual se combinaba el papel del mercado con la acción estatal.

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A pesar de altibajos que se deben al protagonismo en diferentes lugares y momentos del paradigma socialista; el capitalismo es predominante, y en él se guarecen los empresarios y se envalentonan los gobernantes políticos que usan la misma sombrilla. Hasta aquí, podría decirse que exclusivamente se hace referencia a un sistema de libre mercado, donde importantes pensadores han dedicado años de estudio, han construido institutos y todo tipo de movimientos intelectuales y no han pasado de lo mismo, con ligeras variantes no han pasado de esa forma de pensar, de eso que también se denomina el laissez faire. La desregulación, la no intervención del Estado, el mercado como conductor de un sistema que se autoajusta y tiende al equilibrio. La competencia como estímulo a los empresarios y la utilidad como motor que mueve el planeta.

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Pero, ¿desde cuándo se hace referencia al neoliberalismo? Algunos lo relacionan con los aportes que dan, en términos de teoría monetaria, economistas como Friedman, quien a partir de viejas teorías como la teoría cuantitativa del dinero (MV=PQ) enfatizan en la masa monetaria como elemento fundamental para dinamizar la economía. Otros consideran que el enfoque perverso del liberalismo económico, basado en la teoría del laissez faire, requería atender problemas sociales y de desigualdad, por ahí apareció el concepto de economía social de mercado. Sin embargo, los descalabros financieros en 2007-2008, las formas desmedidas de sacar de nuestros países la riqueza (papeles de Panamá) dan un aspecto tenebroso a esta manera en que el neoliberalismo maneja su proyecto económico mundial, que nada tiene que ver con la igualdad y el bienestar económico de las mayorías.

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¿Qué es el neoliberalismo? Difícilmente podría darse una definición, sí es muy diferente al liberalismo en el sentido estricto y a esa forma de ver solamente al mercado como ente encargado de resolver los problemas económicos y al consumidor como soberano. El neoliberalismo es una estrategia de globalización que se apoya en un capitalismo de Estado. Las leyes del capitalismo por sí solas no funcionan, sus fallas las debe corregir un Estado organizado en función de la estrategia neoliberal. Por ejemplo, en el colapso económico de 2008, el libre mercado por sí solo hubiese tenido como resultado la quiebra del sistema económico estadounidense y más allá, la estrategia neoliberal no lo permitió. En el sistema económico liberal el Estado es una parte minimizada del sistema, no es un agente económico y jamás un interventor, mientras que en el sistema neoliberal el Estado es tan fuerte como lo permita la estrategia de crecimiento económico impuesta, capaz de financiar guerras, de intervenir en las crisis, de abaratar costos de producción, de sacrificar el medio ambiente, de corromper el sistema para lograr sus objetivos.

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El neoliberalismo no minimiza al Estado, lo subsume. Más importante que el mercado como tal, es el entorno en que este actúa, las condiciones óptimas para que actúe deben estar dadas, de lo contrario el mercado sería ineficiente. Esas condiciones deben darse en todas las esferas, especialmente en el sistema financiero. Para lograrlas, los fines justifican los medios.


Imagen principal por Fernando Zúñiga Umaña.

Fernando Zúñiga Umaña

Costarricense, estudioso de la realidad económico social y política nacional e internacional. Economista de formación básica, realizó estudios en la Universidad de Costa Rica y en la Flacso México. Durante más de 30 años laboró en la Universidad Nacional de Costa Rica. Actualmente es director del Doctorado en Ciencias de la Administración de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica. Consultor privado en el campo de la investigación de mercados, estudios socio económicos.

En el blanco

3 Commentarios

Rafael Solís Bolaños 29/01/2018

A pinceladas gruesas, cómo tu ilustración, nos resumes el cómo llegamos acá. La competencia lleva a la hiperproductividad (Marx-Keynes);y la tendencia del costo marginal al cero, acelera la inestabilidad casi brutalmente; con efectos sobre la propia economía y sociedad que generan muchas ansiedades sobre los roles de el Estado, en un entorno cada vez más abierto.
De nuevo Fernando, gracias.

Cynthia Rojas 20/01/2018

Muy interesante el tema a la luz de este nuevo milenio con la llegada de los bitcoins y la economía digital, donde el Estado tradicional está tratando de entender estas nuevas tendencias económicas y sociales. Y tal como se ha visto en las últimas noticias son altamente volátiles debido a su rápido, desmedido e incontrolable crecimiento sin dejar de lado la especulación y volatilidad. Lo cierto es que con todo y su incertidumbre este tipo de modelos han llegado para quedarse, por tanto el Estado tiene un papel preponderante y no debe tomarse a la ligera.

Raul 20/01/2018

Como siempre muy interesantes tus artículos.Te felicito.

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