Las elecciones de medio periodo (noviembre 2018)

Francisco Villagrán de León | Política y sociedad / MIRADA SOBRE ESTADOS UNIDOS: ¿HACIA DÓNDE VA TRUMP?

Cada dos años se elige (o reelige) a todos los miembros del Congreso (Cámara de Representantes) y a un tercio de los del Senado (su período es de seis años y una tercera parte de sus miembros también son electos –o reelectos– cada dos años). Lo que llama más la atención este año es cuál será el impacto de Trump, es decir, de qué manera incidirá el presidente en esta contienda. Por lo general, el partido del presidente de turno pierde escaños en estas elecciones (de medio período), y en ese sentido se consideran una evaluación –equivalente a un referéndum– de la gestión del presidente.

Esta vez se anticipa una derrota para el Partido Republicano. Lo que no se sabe es de qué magnitud podría ser. Desde 2014 el Partido Republicano tiene la mayoría en ambas cámaras (Congreso y Senado) y desde 2012 en el Senado. Trump tiene una presencia dominante en la escena política y será una figura central en las elecciones, para bien y para mal, dadas su personalidad y las circunstancias actuales (afuera se libra una guerra comercial con los socios comerciales más cercanos en Europa, Canadá y México, además de China y Turquía; adentro se lleva a cabo una investigación a cargo de un fiscal especial sobre la interferencia de Rusia para favorecer a Trump durante las elecciones del 2015).

A la fecha, el apoyo político del presidente se mantiene y se ha erosionado muy poco, lo que ha ocurrido sobre todo entre las mujeres y en áreas urbanas en donde la población tiene un nivel de escolaridad más alto y hay un porcentaje mayor con estudios universitarios. Se estima que el apoyo con el que cuenta Trump representa 30 % del electorado. Pero eso no sería suficiente para que todos los candidatos del Partido Republicano ganen sus respectivas elecciones; necesitarían además los votos de todos los republicanos y en muchos distritos electorales también los de los votantes independientes (que varían en cada Estado). El Partido Demócrata necesitaría ganar 25 escaños más de los que tiene ahora para alcanzar la mayoría en la Cámara de Representantes, lo que para muchos analistas políticos es factible. En el Senado, los demócratas tendrían que ganar 2 más para lograr la mayoría (actualmente hay 51 republicanos y 49 demócratas); eso no es tan fácil porque esta vez tienen que defender 10 de los escaños que están en manos de senadores demócratas en distintos Estados donde ganó Trump en el 2016.

El impacto que tendrá Trump en estas elecciones es difícil de predecir. Por un lado, la economía está creciendo a un 4 %, la bolsa de valores sigue subiendo y la tasa de desempleo se ha reducido a menos del 4 %, todo lo cual debería favorecer a los candidatos republicanos. Sin embargo, las acciones y las declaraciones del presidente generan temor e incertidumbre en muchos Estados (incluso algunos de los que Trump ganó hace dos años), el ambiente político se percibe como caótico, en buena medida por la propensión del presidente a atacar y ofender a sus críticos y provocar controversias todo el tiempo. Por todo lo anterior, muchos líderes republicanos y demócratas, así como estrategas de ambos partidos coinciden que la falta de disciplina y de un mensaje consistente del presidente sobre las condiciones favorables de la economía está afectando a muchos candidatos republicanos.

Además, las guerras comerciales que Trump ha emprendido contra muchos países, tanto aliados tradicionales como adversarios políticos, son vistas con preocupación cada vez mayor. A criterio de reconocidos economistas, esas guerras comerciales han sido un error y le harán más daño que bien a los Estados Unidos en el mediano y posiblemente en el largo plazo. Lo que revela esto es la comprensión limitada que tiene el presidente sobre la economía mundial, su visión tan simplista del déficit comercial, y su criterio de que para poder conseguir un beneficio en una negociación comercial a nivel internacional la contraparte tiene que perder. Esto podría ser cierto en el ámbito de los bienes raíces, pero no es así en un mundo interdependiente como lo es hoy en día. Trump cree que está negociando desde una posición de fuerza –lo que posiblemente es cierto– pero no mide las consecuencias ni el costo-beneficio de sus políticas, las que por lo demás no son el resultado de decisiones ponderadas ni de análisis cuidadosos, sino de impulsos y bravuconadas.

Uno de los temas que seguirán vigentes en la agenda de Trump es la migración. Él sabe que es un tema importante para su base de apoyo político, aunque no lo sea para la mayoría de estadounidenses. El presidente y muchos de sus seguidores acusan a los demócratas de favorecer la migración abierta y sin restricciones y de querer mantener abiertas las fronteras. Eso es falso, pero forma parte del discurso político de Trump. Las encuestas recientes muestran que un 73 % de estadounidenses están a favor de un estatus migratorio legal y permanente para los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos de manera irregular cuando eran niños (los llamados dreamers o soñadores). Y un 56 % no están de acuerdo con extender el muro en la frontera sur. De hecho, los demócratas representan el criterio prevaleciente de la opinión pública en los Estados Unidos sobre la migración, mucho más que Trump y quienes conforman su base de apoyo político. El tema migratorio, tal y como lo presenta Trump, será un factor negativo para los republicanos en estas elecciones. ¿Cambiaría la política migratoria si los republicanos perdieran el control del Congreso? Eso es más difícil.


Francisco Villagrán de León

Diplomático retirado, ahora en la Universidad George Washington, en Washington DC. Sigue siempre con preocupación y con mucho interés los acontecimientos en nuestro país. Mantiene la esperanza que se fortalezcan sus instituciones y se consolide la democracia, consciente que eso tomará tiempo. Hay que contribuir a ese propósito desde espacios como gAZeta, y sobre todo hay que apoyar a los jóvenes que quieran asumir con convicciones democráticas el reto y la responsabilidad de lograrlo.

Mirada sobre Estados Unidos: ¿hacia dónde va Trump?

Un Commentario

Marithza Ruiz de Vielman 17/08/2018

He disfrutado muchisimo tu profundo y sensato analisis

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