Carlos Castro Furlán | Deportes / EL SUEÑO POSIBLE
Lance Armstrong nació el 18 de septiembre de 1971 y, para muchos entendidos en la materia, es el mejor ciclista de todos los tiempos, aun cuando la Unión Ciclística Internacional lo haya despojado de todos los títulos obtenidos durante su carrera por una acusación comprobada de utilización de sustancias prohibidas en competencia.
La triste realidad es que la mayoría de atletas de alto rendimiento son obligados por sus patrocinadores o por las exigencias de la competencia a usar esteroides y estimulantes musculares que potencien su fuerza y destreza, con el fin de triunfar o de mantenerse en los primeros lugares de su disciplina, ya que ello implica obtener mejores contratos y conseguir como nuevos patrocinadores a las compañías multinacionales del deporte, lo cual se resumen en obtener más recursos económicos.
De ninguna manera se piense que estoy justificando el uso de sustancias prohibidas en el deporte o que estoy haciendo una apología de Lance Armstrong y su transgresión de las normas de la ética deportiva.
Lo que si diré es que para mí Lance Armstrong continúa siendo el mejor ciclista de todos los tiempos, no solo por los triunfos obtenidos en su «caballito de acero», sino también por su triunfo ante la adversidad a la que se enfrentó cuando se le diagnóstico en 1996 con un cáncer testicular que le contaminó también los pulmones, el cerebro y el estómago.
Lance Armstrong comenzó su carrera como deportista a los 12 años como nadador del equipo de Plano, Texas, compitiendo en la modalidad de 1 500 metros estilo libre y a los 13 años decidió participar en un triatlón juvenil, el cual ganó.
En 1987-88 Armstrong fue clasificado como el mejor triatleta en la categoría de 19 años y menos, y como triatleta amateur obtuvo un puntaje mayor al de los cinco mejores triatletas profesionales de Estados Unidos. A los 16 años Lance Armstrong se convirtió en triatleta profesional y en 1989 y 1990 se convirtió en el campeón de triatlón de Estados Unidos con tan solo 18 y 19 años respectivamente.
En 1992 Lance Armstrong se convirtió en ciclista profesional, firmando para el Equipo Motorola, en 1993 ganó 10 carreras, pero su surgimiento como estrella del ciclismo se dio en el Campeonato Mundial de Ruta, efectuado en Noruega. En 1995 Lance ganó la clásica de San Sebastián y la etapa de la Porte de Aspen en el Tour de Francia. En 1996 Lance Armstrong se convirtió en el primer estadounidense en ganar la carrera clásica La Fleche Wallone y en repetir su victoria en el Tour Du Pont, así como firmar un contrato de dos años por dos millones de dólares con el equipo francés COFIDIS.
El 2 de octubre de 1996, a la edad de 25 años, Lance Armstrong fue diagnosticado con cáncer testicular, el cual se había extendido a sus pulmones, estómago y cerebro. Los médicos le dieron solamente 20 % de posibilidades de vida, solamente para crearle una esperanza.
Lance Armstrong continuó buscando una segunda opinión y se sometió a un tratamiento de quimioterapia desarrollado por el oncologista Dr. Steven Wolf de la Universidad Vanderbilt. Lance Armstrong recibió este tratamiento innovador en el hospital de la Universidad de Indiana, el cual consistía en un coctel de drogas.
La última sesión de quimioterapia a la que fue sometido Lance Armstrong tuvo lugar el 13 de diciembre 1996 y en febrero 1997 fue declarado como un paciente libre de cáncer.
Para enero de 1998, Lance Armstrong estaba entrenando nuevamente para volver a participar en carreras de ciclismo profesional y escribir una de las páginas más bellas y apasionantes en el mundo del deporte. Lo demás es historia.
En 1998 participó con el equipo US Postal en la Vuelta de España, en donde finalizó en cuarto lugar. En 1999 ganó el Tour de Francia, incluidas 4 etapas. En el 2000 volvió a ganar el Tour de Francia, venciendo a Jan Ulrich y a Marco Pantani, con quienes desarrolló una relación de competencia y amistad durante los otros 5 Tours de Francia que Lance Armstrong ganó (2001-05), para sumar un total de 7 victorias consecutivas, siendo el ciclista que más veces lo ha ganado.
Lance Armstrong anunció su retiró del ciclismo profesional inmediatamente después del Tour de Francia de 2005. Pero el 9 de septiembre 2008, Armstrong anunció que regresaba a competir en ciclismo profesional y que participaría en el Tour de Francia 2009 con el equipo Astana de Kazajstán. En esta competencia Lance Armstrong terminó en tercer puesto, el vencedor de esta prueba fue su compañero de equipo, el español Alberto Contador.
En 2010 Lance Armstrong participó en el Tour de Francia como integrante del equipo estadounidense Radio Shack.
El 26 de febrero 2011, Lance Armstrong anunció su retiro definitivo del ciclismo competitivo; en ese entonces, estaba siendo investigado por una denuncia de uso de sustancias prohibidas en el ciclismo durante su carrera deportiva.
Durante la mayor parte de su carrera ciclística Lance Armstrong hizo frente a persistentes rumores de uso de sustancias prohibidas, los cuales él siempre negó, argumentando que él nunca había obtenido resultados positivos en todos los test que le hicieron.
Después de muchos años de negar el haber usado drogas, Lance Armstrong admitió públicamente en una entrevista televisiva con Oprah Winfield que sí se había dopado para incrementar su rendimiento (enero 2013).
La reacción de la Unión Ciclística Internacional no se hizo esperar, e inmediatamente lo despojó de los 7 triunfos que obtuvo en el Tour de Francia, así como de todas las victorias obtenidas en su carrera de ciclista profesional y lo borraron de todos los libros de historia del ciclismo, en donde lo habían declarado como «el más grande ciclista de todos los tiempos».
Acto seguido, todos los patrocinadores le retiraron su apoyo y se calcula que perdió al menos 75 millones de dólares, solo en ese rubro, aparte de todas las demandas judiciales que, sumadas, le reclaman que devuelva la cantidad de más de 100 millones de dólares ganados como premios de competencias.
El último clavo en el ataúd deportivo de Lance Armstrong se lo proporcionó la Agencia Deportiva de Estados Unidos, que le prohibió participar en cualquier actividad deportiva, y finalmente lo expulsó de la fundación que él mismo creó y que se llama Ride for Cancer, la cual había recaudado 375 millones de dólares para contribuir a la investigación y lucha contra el cáncer.
Qué tristeza que la historia de un gran deportista termine de esta manera y más tristeza es comprobar que las páginas del deporte han sido ensuciadas otra vez por intereses monetarios que no tienen nada que ver con el espíritu deportivo y que al final sea el capital y los grandes magnates de los consorcios deportivos los que decidan quién es la estrella del momento en cualquier disciplina, siempre y cuando los escogidos se plieguen a los intereses monetarios de aquellos que son los que en última instancia hacen que ruede el balón o que avance «el caballito de acero».
Para mí, Lance Armstrong continúa siendo el mejor ciclista de todos los tiempos y, más que todos los títulos y triunfos obtenidos, yo valoro el ejemplo de voluntad que nos dio al sobrevivir al cáncer terminal, convirtiéndose en ejemplo de constancia y lucha para muchos deportistas aficionados que, como yo, abrazamos con vehemencia el deporte del ciclismo gracias a ese «texano indómito» nacido como Edward Lance Gunderson y que pasará a la eternidad recordado como Lance Armstrong.
Muchas gracias, campeón de campeones.
Fotografías proporcionadas por Carlos Castro Furlán.
Carlos Castro Furlán

Ciudadano de Guatemala y del mundo. Sociólogo, economista, internacionalista y libre pensador. Exprofesor de la Universidad de San Carlos. Amante de la música, de los libros y de todo lo bueno. Mi pasión han sido el futbol, la carrera de larga distancia (maratón), los libros, las revoluciones y los procesos sociales en donde la organización popular ejerce cambios en favor de las mayorías.
4 Commentarios
Impecable maestro, gracias por sus artículos.
Muchas gracias a vos por tu comentario mi querido amigo Luis Pedro, ya que es un aliciente para poder seguir escribiendo sobre deporte, siempre con una visión crítica y rescatando el espiritú deportivo que nos ha ensuciado y desvirtuado el gran capital. Un fraternal abrazo desde la distancia. Tu cuate «Cebolla»
Interesante Carlos, muy buen articulo. Ciclismo de otras ligas, como Italia, Francia, y mas… De lo que ya nos has deleitado.
Para mi Cuque Lopez es el mejor ciclista de todos los tiempos; Corrian con muchos sacrificios, en condiciones precarias, al natural sin ayuda de ningun quimico, sin nutricionistas ni una buena dieta, en bicletas «Quetzal» (echas por Blas Q.) y sin otro interes mas que el deportivo y en las vueltas patrio. «Cuentan las leyendas» de que en las vueltas a Guatemala, varias veces ellos mismos lavaban a mano sus propias camisetas y uniformes (Los campeones de ayer como los Rustrian, Pontaza, etc.). Me pregunto si Lance hubiera sido lo que fue en dichas condiciones.
Muchas gracias por sus comentarios mi querido amigo y paisano Byron Titus; sus comentarios son un aliciente para seguir escribiendo sobre el deporte con un sentido crítico y al igual que su medio paisano el gran Eduardo Galeano siempre trataré de rescatar el espiritú deportivo que nos ha manchado y desvirtuado el gran capital.
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