Ricardo Gómez Gálvez | Política y sociedad / GUATEMALA: LA HISTORIA INCONCLUSA
Resulta muy curioso que desde hace por lo menos veinte años, en particular desde la caída de la URSS y el desastre de EE. UU. en Afganistán, lo historiadores y los expertos en asuntos estratégicos comenzaron discurrir acerca de la posibilidad de que se configurara un nuevo escenario mundial parecido a aquel que precedió la Primera Guerra Mundial.
Hoy, vista la reedición de regímenes autoritarios en todo el orbe, la emergencia de una derecha xenófoba, aislacionista y proteccionista, la inversión masiva que hacen las potencias en tecnología militar y el auge de conflictos entre antiguas potencias imperiales, pareciera que aquellos vaticiniosson muy realistas.
Entre las causas de la Primera Guerra Mundial y la intervención tardía en el conflicto por parte de Estados Unidos destacan las siguientes:
1. Militarismo
Desde comienzos del siglo XX, Europa vivía una auténtica carrera armamentística, siendo más pronunciada en Alemania y en Gran Bretaña, en este último país centrada particularmente en refuerzos de su marina.
Además, tanto en Alemania como en la Rusia de los zares, los militares obtenían cada vez más poder y se inmiscuían en las políticas del día a día.
2. Imperialismo
Desde aproximadamente la segunda mitad del siglo XIX, las grandes potencias europeas emplearon grandes cantidades de recursos y tiempo para lograr el control de regiones enteras en Africa y Asia, con el fin de controlar sus materias primas.
Esto llevó a enfrentamientos continuos entre los grandes de Europa que tenían los ojos puestos en los mismos territorios.
3. Nacionalismo
Por parte de naciones y por parte de grupos étnicos que se consideraban a sí mismos como naciones, pero que formaban parte de imperios multiétnicos. Por ejemplo, italianos, eslavos o magiares dentro del Imperio austro-húngaro.
4. Política de alianzas
En los años que precedieron al estallido de la Primera Guerra Mundial, varios países firmaron tratados de defensa mutua. Esto quería decir que si un país era atacado, su aliado debería apoyar su defensa entrando también en guerra.
En 1914 las alianzas más importantes eran las formadas por:
La Triple Entente, formada por Rusia, Gran Bretaña-Irlanda y Francia, a la que se unirían Serbia, Bélgica y Japón.
La Triple Alianza, formada por el Imperio austro-húngaro, Alemania e Italia, aunque este último país no declaró la guerra en 1914 en apoyo de sus aliados. En 1915 renunciaría a esa alianza y entraría en guerra del lado aliado (Triple Entente). Austria-Hungría y Alemania son referidos como los Poderes Centrales en el contexto de la Primera Guerra Mundial.
5. El hecho que prendió la mecha al gran polvorín: el asesinato del archiduque Francisco Fernando
El archiduque heredero de la corona imperial austro-húngara y su esposa fueron asesinados el 28 de junio de 1914 en la ciudad bosnia de Sarajevo –en aquel momento parte del Imperio- por el nacionalista serbio Gavrilo Princip, miembro de la organización Mano Negra.
Desde Viena, la capital austro-húngara, se acusó a Serbia de estar detrás de Mano Negra, punto muy discutido que nunca se ha podido probar. A consecuencia de ello, se le presentó un ultimátum para que ajusticiara a los culpables, lo cual suponía una pérdida de la soberanía serbia, a lo que de antemano se sabía que Belgrado no podría aceptar.
El siguiente paso fue que Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia. Y Rusia se la declaró a los austro-húngaros al salir en socorro de sus tradicionales aliados serbios, siendo ambas naciones de cultura eslava y ortodoxa.
Por su parte, Alemania, siguiendo la política de pactos y alianzas vigente en Europa, declaró la guerra a Rusia. Los alemanes atacaron Francia, aliada de los rusos, y esto llevó a la entrada de Gran Bretaña en la guerra, en apoyo de los franceses, pero también de los belgas, cuyo país había sido invadido por los alemanes camino de Francia. Bélgica y Gran Bretaña también tenían un tratado de defensa mutua.
La entrada en el conflicto de Gran Bretaña arrastró a la guerra a Australia, Canadá, India, Nueva Zelanda y Sudáfrica, con lo que se universalizó.
Por último, no sería hasta 1917 cuando por sus propias causas los Estados Unidos entraron en la Primera Guerra Mundial, dirigidos por el presidente W. Wilson.
Hoy día los conflictos son parecidos, aunque hace la diferencia un fenómeno que subyacía en los factores antes enumerados: el conflicto interimperialista por el control del comercio mundial, producto del proteccionismo que se afianzó posteriormente a la guerra entre Alemania y Francia en 1971, la emergencia de EE. UU. como nueva potencia y la declinación del Imperio británico.
Casualidad o simetría: destacan hoy, el proteccionismo comercial a ultranza, provocado por los efectos nefastos del neoliberalismo sobre la estabilidad económica de las potencias con la creciente desigualdad económica extrema en el mundo, derivada de la consecuente súper concentración de la riqueza; la consiguiente guerra comercial entre la naciones predominantes; la desaparición de la URSS; la declinación de EE. UU. como potencia hegemónica; la emergencia de China; la desarticulación de las alianzas y la vuelta a los nacionalismos; y ahora, como factor novedoso, pero no por eso menos peligroso, la presencia creciente de los fundamentalismos religiosos y su consecuencia: el terrorismo.
Ricardo Gómez Gálvez

Político de vocación y de carrera. Cuarenta años de pertenencia al extinto partido Democracia Cristiana Guatemalteca. Consultor político para programas y proyectos de la cooperación internacional y para instituciones del Estado.
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