La voluntad de vencer

-Carlos Castro Furlán / EL SUEÑO POSIBLE

Hoy empezaré mi colaboración con gAZeta en el área de deportes y aún y cuando no soy un experto en el tema, presentaré mis puntos de vista de la manera más objetiva posible.

La canción principal del musical The man of la Mancha se llama “The impossible dream” (“El sueño imposible”). En el deporte no existe sueño que no se pueda hacer posible, ya que son numerosos los casos en donde desconocidos han superado a las grandes estrellas y realizado su quimera. En el futbol está la victoria de Uruguay ante Brasil en el Estadio Maracaná en la final de la Copa Mundial de 1950, o podríamos mencionar la victoria del etíope Abebe Bikila, quien ganó la maratón de los Juegos Olímpicos de Roma y lo más sorprendente no fue que superara a los grandes corredores de la época, si no que recorriera descalzo los 42.2 km de competencia.

En el deporte, todos perseguimos ese sueño posible, principalmente los aficionados que estamos esperando que nuestros favoritos sean los vencedores y sobre todo si se trata de una competencia internacional, en donde los atletas no se representan a ellos solos, sino que representan al país.

En el caso de Guatemala, no ha ocupado un lugar para que pueda ser considerada una potencia deportiva y son muchos pretextos los que podríamos aducir para este motivo. Podríamos decir que somos un país muy pequeño de 108 000 km2 con solo 14 millones de habitantes; argumento que podríamos rebatir citando el caso de Cuba, que tiene 12 millones de habitantes y 110 000 km2 de superficie y que según datos del Comité Olímpico Internacional ha obtenido un total de 220 medallas, 77 de oro, 68 de plata y 75 de bronce, la mayoría de ellas después de 1959 que es cuando inicia la época de la Revolución cubana.

La población de Cuba es 25 veces menor que la de Estados Unidos (300 millones) que es considerada la potencia mayor en deportes y que ha ganado en total  2 521 medallas : 1 022 de oro, 794 de plata y 705 de bronce. Por lo tanto, si multiplicamos las 220 medallas cubanas por 25, el total nos daría 5 500 medallas y Cuba pasaría a ser relativamente la potencia más grande de todo el planeta en cuanto a desarrollo deportivo.

Estos resultados no son casualidad, ya que corresponden a un sistema de gobierno -el cual no es perfecto y también tiene sus grandes falencias y defectos- que se preocupa por el desarrollo integral de sus ciudadanos, siguiendo el lema de los griegos de que “mente sana, solo en cuerpo sano”, y que combina la educación con el deporte. En este sentido, según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Educación y la Ciencia (Unesco), Cuba es el país que tiene el mayor número de personas educadas del mundo con educación universitaria, secundaria y primaria, con respecto a su población.

Otro aspecto muy importante es la nutrición que los deportistas reciben desde niños para su posterior desarrollo como humanos sanos, ya que para practicar deporte de alta competitividad se necesita tener un buen desarrollo muscular, el cual se obtiene desde la niñez y se consolida en la adolescencia y en ese sentido Cuba también es un modelo a seguir, según la Organización de la Alimentación de Naciones Unidas.

Son muchos factores los que se conjugan para construir un atleta, pero el más importante de ellos es la disciplina que este tenga, y sobre todo el tamaño del sueño que lo acompaña en la ardua tarea de convertirse en atleta y en campeón de su disciplina.

Doroteo Guamuch en la Maratón de Boston. Fotografía tomada de Guatemala.com.

Nosotros como guatemaltecos no tenemos que entrar derrotados antes de emprender la competencia, pensando siempre que es imposible competir en contra de los atletas de otras naciones que tienen mejores niveles de vida.

¿Qué hubiera sido de los atletas africanos -que tienen incluso niveles de vida más precarios que nosotros- si hubieran adoptado esa actitud? No serían los reyes de la carrera de media y larga distancia en los juegos olímpicos y en los campeonatos mundiales. Si se hubieran rendido ante la adversidad, no existiría un Abebe Bikila, una Tegla Laroupe, un Haile Gabreselasie, una Fatuma Roba, un Benenisa Bikele, o un Moises Tanui.

Luchando en contra de todo obstáculo, en Guatemala, existen un Jorge Vega, un Erick Barrondo, una Fernanda Portocarrero y una Mirna Ortiz.

Ellos han hecho realidad lo que parecía inalcanzable, han vencido a la adversidad y han logrado materializar el sueño posible de todos los guatemaltecos y sin duda ellos y Victoriano López Coco, Guillermo Enrique “La Pantera” Gamboa, Juan José Pontaza, Jorge “La Pulga Mixqueña” Surqué, Teodoro Palacios, Juan Carlos “El Pin” Plata, Carlos “El Pescado” Ruiz, Doroteo Guamuch (Mateo Flores), y muchos más de nuestros atletas servirán de inspiración a las futuras generaciones para que hagan su sueño posible y por fin Guatemala coseche triunfos en el deporte.


Fotografía tomada de Wikipedia.

Carlos Castro Furlán

Ciudadano de Guatemala y del mundo. Sociólogo, economista, internacionalista y libre pensador. Exprofesor de la Universidad de San Carlos. Amante de la música, de los libros y de todo lo bueno. Mi pasión han sido el futbol, la carrera de larga distancia (maratón), los libros, las revoluciones y los procesos sociales en donde la organización popular ejerce cambios en favor de las mayorías.

El sueño posible

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