La utilización de la mujer como plataforma

Mario Polanco | Política y sociedad / NO MÁS IMPUNIDAD

Podría creerse que la sociedad guatemalteca es demasiado conservadora y no está preparada para ser gobernada por una mujer, aunque la respuesta podría no estar en la población sino en la utilización de la que es víctima la mujer que sobresale y se convierte en lideresa.

Cuando sobresale una mujer, como por arte de magia aparecen los hombres que buscan alcanzar sus metas haciendo menor esfuerzo y, si para ello es necesario, les hacen creer a las mujeres que son sus aliados y que las van a apoyar en los momentos más difíciles. Pero cuando esos momentos llegan, las abandonan para que sufran las consecuencias políticas, sociales y hasta judiciales, no obstante, en el camino ya han aprovechado todas las fortalezas que ellas presentan.

Nineth Montenegro sufrió las consecuencias de la negligencia y el machismo de sus supuestos aliados y compañeros. Luego de ello, cuando más los necesitó, ninguno de los hombres que alcanzaron puestos importantes gracias a su trabajo salió en su defensa, ella, en solitario, tuvo que enfrentar lo que otros había provocado.

Otro caso es el de Thelma Aldana, quien, con simpatía entre la población, impulsó todo un movimiento político, pero cuando ella necesitó solidaridad y respaldo se quedó sola, con el agravante de estar fuera del país y con la amenaza de que al ingresar a territorio nacional será detenida.

Varios centenares, incluso miles, de diputados, alcaldes, concejales y síndicos, alcanzaron el triunfo respaldados por una candidata que no logró alcanzar la Presidencia de la República, se trata de Sandra Torres, quien ahora enfrenta la amenaza de ser procesada sin que las personas que se aprovecharon de su liderazgo salgan a accionar en su favor. Seguramente será ella la que, en soledad, buscará solucionar sus problemas políticos y judiciales.

La participación de la mujer tiene que pasar por la reforma o creación de leyes, en las que se establezcan cuotas de participación. Además, debe cambiar la cultura de la población que continúa viendo la política como asunto masculino, sin oportunidad de que sean las mujeres las que tengan la posibilidad de impulsar un cambio profundo desde posiciones en las cuales puedan tomar decisiones.

Luego del daño causado a las mujeres que osaron insertarse en la política partidaria, queda el vacío y la incertidumbre acerca de si será posible que surjan otros liderazgos femeninos o si la política se convertirá en un asunto de hombres que cerrarán filas. En la actualidad ni una sola mujer se encuentra en posiciones de liderazgo.

La o las mujeres que tengan oportunidad de encabezar movimientos políticos que busquen el cambio en el país, deben tener claro que, en este mundo de hombres, posiblemente sufran el mismo destino de quienes hasta hace poco tiempo impulsaron iniciativas tendientes a garantizar la apertura de espacios para mujeres en la vida política nacional.

La sociedad guatemalteca continúa siendo machista y lo son mucho más quienes ocupan puestos de dirección en los distintos partidos políticos o en movimientos que puedan tener la capacidad y oportunidad de incidir en cambios nacionales.


Mario Polanco

Graduado en la Universidad de San Carlos de Guatemala de licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, con Maestría en Seguridad y Defensa por la Universidad Mariano Galvez, actualmente director del Grupo de Apoyo Mutuo. Activista de derechos humanos, haciendo esfuerzos para que no haya más impunidad.

No más impunidad

Correo: mariopolan@yahoo.com

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