-Hermes Vladimir Batres Osorio / LA HUMANIDAD DEVIENE–
El concepto de transvaloración, al que se hace referencia, es el mismo distintivo que le otorgó Nietzsche, es decir la inversión de los valores. En el desarrollo histórico de la educación se encuentran; por una parte, la idealización de una educación potenciadora de las capacidades de mujeres y hombres, como proceso de culturización, un proceso liberador que le permita al género humano lograr su humanidad, gozar de su ciudadanía. Por otro lado se encuentra la concepción educativa de degradación, como proceso de instrumentalización, adoctrinamiento y enajenación de las cualidades que constituyen lo humano, de minimizar su esencia, convertirlo en un mero objeto.
En la antigua Grecia emerge la paideia, una preocupación por el devenir de los ciudadanos, la educación era la institucionalización de la cultura a través de centros y sujetos especializados. Cultura es cultivar, en ese sentido el proceso educativo era cultivar al hombre para hacerse humano. Platón, en su obra La república, revela en el mito de la caverna, el acompañamiento educativo para liberarse de las cadenas del no saber y transitar al conocimiento. Solo así se formaba también al filósofo. Isócrates, un contemporáneo de Platón, proponía una educación integral, nacieron con él las primeras ideas de humanismo. Otros contemporáneos como los sofistas y demás presocráticos identificaron en la educación la posibilidad de libertad, liberación, de perfeccionamiento del hombre. Posteriormente, en la antigua Roma, esta forma de pensar la educación era semejante a la griega.
Con la imposición de la religión católica, la misma se vuelve hegemónica en toda Europa, los ideales educativos sufren su primera transvaloración. La educación se convierte en un instrumento de evangelización de la verdad revelada, por lo tanto se le solicita a la humanidad no cuestionarse, no rebelarse, lo que nos rodea no puede mutarse, no hay espacio para la revolución, todo está en manos de un creador, el fin del hombre es Dios.
A su vez, la escolástica legitimó las ideas de la religión católica, y como forma hegemónica de apropiarse y universalizar los postulados dogmáticos, desembocó en una educación por y para el dogma religioso en los sistemas formales. De ahí pues que fueron tristemente mil años de oscurantismo. El hombre se vio minimizado, sin posibilidades de constituirse y pensarse libremente.
Mas aun, en medio de la escolástica, como proceso de reforma y de resistencia, aparecieron el trivium, que significa tres caminos y estaba formado por la gramática, la dialéctica y la retórica, y el quadrivium, cuyo significación literal es cuatro caminos: aritmética, geometría, astronomía y música. Tanto el trivium y el quadrivium fueron utilizados desde el siglo VI como currículo de estudios por los sectores menos dogmáticos. Sin embargo, estos también fueron utilizados para legitimar las cuestiones de la religión.
Entre el siglo XII y XV, surgió el Renacimiento, la vuelta a las raíces griegas y el progresismo de la cultura grecorromana. En todo lo que podemos llamar renacimiento se encuentra el humanismo, aquella posición que retoma los ideales de lo humano, su dignidad, la libertad y posibilidades de placer con el mundo, que por otra parte no niegan lo espacios de la religión, Era pues una posición nuevamente liberadora de la humanidad, que exaltaba lo mejor de esta, como lo menciona Abbagnano: “Todos los humanistas presentaban la educación humanística como enderezadora, a formar al hombre en cuanto a hombre”. La educación no se decantaba para formar profesionales o al desarrollo de una técnica. Se recuperaron los ideales de la paideia. Estas posiciones humanistas se mantendrían hasta los inicios del siglo XVIII.
Ya entrado el siglo XVIII se encuentra la segunda transvaloración de la educación, en este proceso histórico hay elementos dicotómicos, por una parte la diosa razón que iluminaba la oscuridad de la ignorancia a través de la ciencia, desde ese argumento se desarrolló la Enciclopedia por los pensadores del momento como Voltaire, Rousseau, Diderot entre otros, quienes identificaban en la educación la forma más liberadora de lo humano. Por otra parte, el uso exacerbado de la ciencia, convirtiéndola casi en un dogma, por considerar que el único criterio de verdad estaba en las ciencias, lo cual laceraba las cuestiones sociales. Se vuelve a negar la esencia de la humanidad, la misma filosofía se reduce en su tradición contestataria, también convertía a las ciencias sociales en objetivas.
Entre tanto, en la misma historia otros elementos se configuraban para la modernidad y posmodernidad, el desarrollo industrial, la invasión europea y el genocidio más grande realizado en América, el despojo de sus riquezas, dándole forma a la burguesía, sobre todo a la inglesa y a la instauración del modelo económico liberal, que en la posmodernidad toma su victoria definitiva con la imposición neoliberal. El auge del capitalismo devino para la educación en el atroz revés para los ideales de la paideia, el humanismo y la Ilustración, convirtiéndola en un mero instrumento, en una forma imperialista y hegemónica del poder instituido. Confinando a la humanidad, al hombre, nuevamente a una minimización, sin posibilidades de elegir, realizarse, construirse o pensarse.
Continuará.
Imagen tomada de Child Aid.
Hermes Vladimir Batres Osorio

Investigador independiente, entusiasta por naturaleza, inscrito en el humanismo como la preocupación legítima por el otro y de su dignidad, amante de la filosofía, creyente en las luchas sociales, comprometido con la pedagogía crítica, defensor de la educación laica y liberadora, movido por los invisibles, interesado por el pensamiento latinoamericano y la cosmovisión de los pueblos originarios.
4 Commentarios
Extraordinaria composición literaria, un amplio conocimiento de la evolución de la educación y sus diversas corrientes teóricas que la orientan, en los distintos tiempos y espacios donde se desarrollan los campos del saber social.
Me identifico con las precisiones realizadas.
Muy buen artículo, la educación se ha vuelto solo una moneda de cambio en los países, los gobiernos simulan una preocupación por la sociedad impartiendo lo que mande la clase dominante, es atroz y a la vez cruel que como docente permanezcamos sumisos, pero también está fuera de nuestro papel de educadores ser omisos. Felicidades por su artículo tan valiente, valioso y despertador de conciencias.
Muy valiente y decidida posición la suya estimado colega. En lo personal estimo como muy necesario el grito en defensa y rescate de la reflexión y la contemplación desinteresada de la realidad y el mundo que habitamos cualesquiera sea el lugar o la posición que adoptemos para practicarlas. Estamos en una época en la que prácticamente está prohibido pensar Pensar es un absurdo y un anatema en un mundo que todo lo «premien sa» por la humanidad que ha domesticado a favor de sus «antivalortes». Hemos perdido ya casi toda la capacidad de «distancia» crítica y de empleo dialógico del lenguaje y en efecto, la educación ha dejado de ser «e-ducere» para convertirse en in-Ud ere y producere…. En fin amigo me gustará entablar corresponde dencia con Ud y agradeceré visite también m,is reflexiones en http://cgermanpalacios-s página que también aparece en redes con el nombre de Educación:
Alternas.
Encontrar buenos interlocutores es todo un desafío en esta època en que nada es bueno si no va acompañado de lo utilitario y de lo veloz…..
😛
Dejar un comentario