La segunda ronda: el triunfo sorpresivo de Carlos Alvarado

Fernando Zúñiga Umaña | Política y sociedad / EN EL BLANCO

La única certeza para las elecciones de la segunda ronda en Costa Rica, es que el presidente electo sería de apellido Alvarado. El hecho de que se realizaran los actos electorales en el cierre de una Semana Santa, hacía prever altos índices de abstencionismo, que afectaría en mayor medida al PAC de Carlos Alvarado, dado que los sectores de ingresos medios y altos, que se suponían eran más anuentes a votar por dicho partido, iban a encontrarse disfrutando de un fin de Semana Santa, en las playas o montañas, lejos de sus mesas electorales. Esto no sucedió.

Un poco más de dos horas después de cerradas las urnas electorales, el TSE en vez de dar un pequeño adelanto de los resultados, anunció que con más de 90.0 % de las mesas contadas, el PAC, partido oficialista, liderado por Carlos Alvarado, derrotaba por más de 20 puntos porcentuales a su rival del Partido Restauración Nacional, Fabricio Alvarado. Esto era, nada más y nada menos que una tunda que Carlos le recetaba a Fabricio. Todo el país se asombró de los resultados, las encuestas no lo proyectaron y había cierta inclinación a creer que el ganador iba a ser Fabricio Alvarado.

No obstante que Fabricio Alvarado, de manera estratégica había maquillado su campaña, para aparentar prudencia en sus propuestas, realmente este resultado salvó a Costa Rica de una tragedia que hoy estaríamos lamentando por entregar la conducción del país a fundamentalistas religiosos unidos a derechistas, que aunados se hubiesen opuesto a la forma tradicional en que se han manejados los intereses de este país.

Lo que sucedió en la primera ronda y en esta ronda de las elecciones presidenciales en Costa Rica, merece la atención internacional y el estudio profundo en el campo político. Son un verdadero caso de estudio. Fabricio Alvarado es un periodista sin título universitario, cantante religioso y convencido activista de las ideas fundamentalistas que propagan los neopentecostales, en relación con los derechos humanos de minorías pertenecientes al movimiento LGBTI, la ideología de género, el don de lenguas y la teología de la prosperidad. Era diputado en la actual Asamblea Legislativa, siendo el único diputado del Partido Restauración Nacional (PRN), nombrado únicamente para cumplir el trámite de tener un candidato para poder participar en las elecciones presidenciales, y por mero trámite se rodeó de un equipo de candidatos a diputados, sin experiencia política y sin formación profesional. ¿Por qué pasa el PRN de 1 diputado a 14 diputados en la primera ronda?

Para ilustrar, consideramos que aquí brilló la figura del casus belli [1], la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordena a Costa Rica a garantizarles a las parejas del mismo sexo, todos los derechos al matrimonio sin discriminación de ningún tipo frente a las parejas heterosexuales. Dicha orden se extendía a otros 20 países. Se advirtió que dicho derecho era obligatorio para Costa Rica. Este acontecimiento, utilizado inteligentemente para crear lo que también Eco llama síndrome de complot, sirvió para poner en bandeja la candidatura de Fabricio Alvarado frente al pueblo religioso costarricense. Un motivo como este, aprovecha los sentimientos de religiosos y moralistas y crea un síndrome de complot de parte del Gobierno. Se empiezan asociar figuras para expresar al pueblo religioso que se está atentando contra la moral, Fabricio Alvarado muestra disposición a que el país salga de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y toma el liderazgo contra la posibilidad de que se instaure el matrimonio entre personas del mismo sexo, aunado a otras medidas que el Gobierno buscaba consolidar en relación con la educación sexual en escuelas y colegios. Al respecto expresó Fabricio en ese momento: «…no tengo nada que acatar porque no es un fallo, no es una resolución, ni es una sentencia, es una opinión provocada por este Gobierno representado hoy por Carlos Alvarado (candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC)) que envió la opinión consultiva a la Corte sabiendo cuál era la respuesta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos».

Algo fundamental se manifiesta en este momento, si bien, por un lado se crea toda una maquinaria contra las políticas relacionadas con la familia, las personas LGBTI, la ideología de género y en general los derechos humanos, por otro lado, en esa primera ronda electoral surge un rival del homofobismo y fundamentalismo religioso, Carlos Alvarado candidato del oficialismo, quien también supo librar los constantes ataques al Gobierno. De manera que, el hecho que llegaran los Alvarado a la segunda ronda se explica de esta manera, por un lado Fabricio se aprovecha de lo que hemos denominado casus belli, asustando, acusando y reprochando al Gobierno y a su candidato oficialista Carlos (síndrome del complot). El resto de candidatos van perdiendo terreno en la lucha por la Presidencia, al ubicarse en posiciones intermedias en relación con este tema. Entonces, en oposición a Fabricio Alvarado, lo que sucedió es que entran en escena política todos esos grupos que de manera directa e indirecta han venido enfrentándose al poder establecido, a través de movimientos populares como el Combo del ICE y el TLC, las elecciones del 2006 y del 2014, causantes de las derrotas últimas al bipartidismo tradicional. Al respecto he escrito en otros momentos sobre este tema [2].

En la segunda ronda quedaron dos en el ring. Fabricio Alvarado, fortalecido por su éxito en la primera ronda, con 14 diputados en la Asamblea Legislativa, con un importante apoyo de las iglesias, incluyendo de manera solapada la Iglesia católica, y además con el apoyo progresivo de figuras políticas importantes. Y Carlos Alvarado, debilitado por ser oficialista y por tener que defender de manera muy audaz las posiciones homofóbicas y enfrentar los ataques por actos de corrupción del Gobierno y por los problemas propios de la gestión del Gobierno de Luis Guillermo Solís. Es innegable que formó parte activa del Gobierno actual, que fue puesto en tela de juicio durante la campaña electoral, y por más que soslayara su participación como parte de él, tuvo muchas dificultades para salir avante en debates y conversatorios.

Las encuestadoras daban favorito a Fabricio Alvarado, en el mejor de los casos se daba un empate técnico, sin embargo, a lo largo de esas siete semanas de campaña política (del 4 de febrero al 1 de abril del 2018) muchos acontecimientos lo fueron debilitando. Estos aspectos se mencionan a continuación:

  • Incapacidad de enfrentamiento: Fabricio optó por silenciar y prácticamente ocultar a los diputados electos y él mismo se rehusó a participar en varios debates, actitud que fue valorada como una forma de rehuir al enfrentamiento con el candidato opositor y a no poner en escena a diputados y diputadas carentes de conocimiento y experiencia política. Igual sucedió con sus candidatos a vicepresidentes.

  • Un mentor de dudosa integridad que «metió la pata». La dudosa integridad moral de su llamado apóstol, famoso pastor Ronny Chaves, destacado por sus posiciones fundamentalistas y de búsqueda de ingresos con «ofrendas» de sus seguidores (teología de la riqueza). Fabricio reconoció en todo momento la influencia que dicho personaje tenía sobre él, lo más destacado de este personaje fue su posición contra la Virgen de los Ángeles (La Negrita) venerada por los católicos. El pastor Chaves la relacionó con Satán y dijo que en ese país solo cabía uno de los dos, él o la Virgen, representando a Satanás.

  • Uso de la religión para fines políticos. Pese a la prohibición existente de usar la religión como medio para lograr objetivos políticos, salió a la luz un video donde políticos y pastores se reunieron para asuntos estratégicos y económicos, en él, Fabricio Alvarado se refería a que en ese acto no habrían cámaras, ni teléfonos, sin embargo hubo fuga de información y se propagó en la red.

  • Pérdida de imagen en los debates. Los debates, conforme fueron pasando, favorecían cada vez más a Carlos Alvarado. Planteamientos más consistentes, conocimiento, manejo profesional y otras aptitudes le daban más puntaje, mientras que Fabricio Alvarado, por el contrario, evidenciaba su desconocimiento y falta de nivel profesional. Tenía cambios importantes en su retórica, pasando a ser una persona con un discurso repetitivo y una retórica poco convincente.

  • Ausencia de un plan de gobierno. Fabricio se rehusó a presentar un plan de gobierno, el cual de manera agresiva se lo planteaba Carlos en los debates. Al final lo presentó, pero estaba repleto de textos plagiados y planteamientos donde resaltaba políticas de corte fundamentalista que se volvieron en su contra.

  • Poca claridad en las cuentas financieras. Tampoco presentó oportunamente un informe financiero, lo hizo en vísperas de las elecciones, no dejando espacio para su discusión y análisis de parte del propio TSE.

  • Formación de un grupo de apoyo, principalmente en redes sociales. El grupo Coalición Costa Rica, seguidor de Carlos Alvarado, jugó un papel importante en la comunicación por redes sociales de los acontecimientos, expresó seguridad del triunfo y mantuvo informada a gran parte de los ciudadanos costarricenses, convocando a votar y a salir de las playas y montañas ese día de resurrección. Sin duda alguna, factor importante para el triunfo de Carlos Alvarado.

Costa Rica salió librada de esta crisis política, el triunfo del fundamentalismo religioso pudo haber sido fatal, se hubiera retrocedido históricamente y caído en la oscuridad. Eso no significa, para nada, que hemos elegido a un gobierno socialista, o al menos representante auténtico de los intereses del pueblo. Carlos Alvarado insiste en que será un gobierno de unidad nacional, lo cual no dice mucho, solamente que ahí cabe cualquiera y que muchos van a tomar decisiones. La derecha ya ha tomado su lugar, cuando ellos han tenido el poder nunca han llamado a la unidad, sus posiciones son la discriminación de aquellos partidos políticos que divergen en intereses. Aún no se ha concretado la conformación del gobierno, hay muchos temas en la agenda y muchos difíciles de sincronizar dentro de una gama de partidos, que internamente tiene también contradicciones. Por ahora, queda esperar los acontecimientos en torno a este llamado el gobierno de la unidad nacional.


[1] Se traduce el término latino de casus belli, como «motivo de guerra». Usado por Umberto Eco en su libro A paso de cangrejo, en el capítulo « La guerra la paz y otras cosas», Editorial Debate España, 2006.

[2] Zúñiga U. Fernando. Costa Rica: el camino del neoliberalismo. En el Blanco. Revista gAZeta. 14/01/2018

Ilustración principal Salvados por Fernando Zúñiga.

Fernando Zúñiga Umaña

Costarricense, estudioso de la realidad económico social y política nacional e internacional. Economista de formación básica, realizó estudios en la Universidad de Costa Rica y en la Flacso México. Durante más de 30 años laboró en la Universidad Nacional de Costa Rica. Actualmente es director del Doctorado en Ciencias de la Administración de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica. Consultor privado en el campo de la investigación de mercados, estudios socio económicos.

En el blanco

3 Commentarios

Denn 17/10/2018

Con fraude cualquiera gana. Pero a meses de pasadas las elecciones nos dimos cuenta que votar de nuevo por un partido corrupto no era la solución, hoy el 80% del pueblo se dio cuenta, muy tarde lo mentiroso y farsante que era ese candidato del PAC. Votar por un partido sumido por la corrupción es sinónimo de que un ladrón nos robe en nuestra casa y que luego a los días busquemos a ese mismo ladrón para que nos robe.

Por dicha no fue cómplice de esa corrupción, y cada nación tiene el gobernador que se merece.

Carlos Golcher 09/04/2018

Aunque el mal seduzca, siempre ganará el bien. Pero se necesita conciencia para apoyar esa victoria.

Ligia Rodríguez 08/04/2018

Estuve un poco enterada del proceso, y me sorprendió el resultado. Felicitaciones al pueblo de Costa Rica porque como bien dice el análisis hubiera sido fatal el triunfo de Fabricio. Ahora es el pueblo el que tiene que velar porque Carlos Alvarado gobierne para el pueblo.

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