La recomposición del mal

Carlos Enrique Fuentes Sánchez | Política y sociedad / EL EDUCADOR

La posibilidad de la participación política de la exfiscal Thelma Aldana, acompañada de varias organizaciones políticas, particularmente del Movimiento Semilla, el partido Convergencia y otros grupos de la sociedad deseosos de terminar con la corrupción y la impunidad, ha puesto en alerta a los grupos del mal, a aquellos grupos acostumbrados y dispuestos a mantener su cuota de corrupción a costa de los dineros del pueblo. Y, aunque la participación de Aldana es incipiente y su posible triunfo es incierto y discutible, por los elementos de juicio vertidos por el politólogo Gustavo Porras hace algunas semanas, los partidos y la gente de derecha, el mal, está buscando aglutinarse para no correr el peligro de perder las elecciones y su cuota de poder, lo que les haría perder sus asquerosos negocios.

Es terrible observar como los personajes y partidos impresentables están buscando juntarse para poder colocar a sus candidatos y empezar la propaganda. Nadie niega, como ha ocurrido con la derecha empresarial, que cuando luchan por sus intereses más profundos, son capaces de lograrlo y borran o dejan temporalmente fuera sus diferencias. La historia pasada y reciente lo ha demostrado: cuando ven sus intereses en peligro, rápidamente entran en acuerdos y se unen para salvarse, proceso que no logran alcanzar las «izquierdas» de Guatemala.

Ciertamente, la participación de Aldana como candidata presidencial, en un país machista como Guatemala, no se anticipa como algo posible, y menos, cuando no se sabe quién podría acompañarla en el binomio presidencial. Si es otra mujer, digamos Rigoberta Menchú o Nineth Montenegro, la cuesta es más difícil, por el mismo machismo. Si es un hombre, alguno de los miembros del Movimiento Semilla o de Convergencia, Alberto Fuentes Knight, Edelberto Torres, Alejandro Balsels o Enrique Álvarez, la situación no parece mejorar, dado que el primero tiene señalamientos legales; el segundo, a pesar de su gran capacidad, podría tener dificultad por su edad; y los otros porque, aunque uno es exconstitucionalista , son poco conocidos por la mayoría de los guatemaltecos.

Pero, aparte de ello, la situación política de la población tampoco es favorable a una candidatura de supuesta izquierda. La figura de Aldana es conocida solo por una escasa parte de la población guatemalteca, la clase media culta, la que ha intentado promover algunos cambios políticos y sociales en la sociedad guatemalteca, muchos de los cuales aún están lejos de lograrse, como las sentencias de los acusados en los casos de La Línea, el Agua Mágica, la Salud, Bufete de la impunidad, etcétera.

Lo anterior no es alentar al mal, sino evidenciar sus alcances. Simplemente son apreciaciones desde fuera. Pero es cierto. El mal busca recomponerse alrededor de figuras de impresentables y discutidos «líderes». Además, el dinero cuenta y, aunque habrá mayor control del financiamiento ilícito por parte de la Comisión integrada recientemente entre la Cicig y el TSE, eso no significa que no se vaya a dar, con más cuidado obviamente, pero el mismo no desaparecerá. Hay muchos mecanismos para hacer propaganda a escondidas, y la derecha no escatimará esfuerzos para hacerla.

Para contrarrestar esa nueva componenda del mal, se hace necesario contar con más votos conscientes y consecuentes, por ejemplo, con los votos del magisterio nacional organizado, de los campesinos y de los salubristas. Solo con los primeros y su respectiva familia, se alcanzaría más de un millón de votos, los cuales se verían complementados por los de los salubristas y su respectiva familia, y los de otros sindicatos y los campesinos. La misma gente que votó por el actual presidente, haciéndole claridad de lo poco o nada que ha conseguido y de los altos niveles de corrupción evidentes hasta en su propia familia, también serían votos a favor deseos sectores llamados «de izquierda».

La carreta electoral comienza a avanzar. Como se dijo, todo puede cambiar en cualquier momento, pues falta ver las acciones de Nineth Montenegro y el Dr. Giammatei. Mientras llegan esos cambios, la ciudadanía de la clase media debe mantener mucha atención en los planes y jugarretas de la «máquina del mal», tanto en el Congreso como en el Ejecutivo, así como en el Ejército, el cual, olvidando lo de apolítico, obediente y no deliberante, mantiene intervención en la población de los municipios alejados; y seguir promoviendo acciones a favor de los que luchan contra la corrupción y la impunidad. ¿Cuándo despertará el pueblo y con qué acciones contra la maldad aún existente?


Carlos Enrique Fuentes Sánchez

Pedagogo y Educador, con 40 años de experiencia docente en los diferentes niveles del Sistema Educativo nacional; surgido de los barrios pobres de la Capital pero formado en diferentes departamentos de la republica. participante y decisor en procesos y redacción de documentos de trascendencia en la educación nacional en los últimos años. Asqueado de la historia de injusticia social que vive Guatemala desde la invasión Española, así como de la historia de masacres y crímenes políticos sufridos por la población, aspira a una Guatemala diferente, justa, democrática y humana, a la cual se pueda llegar por medio de una educación popular y revolucionaria, para todos y todas.

El educador

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