Mario Polanco | Política y sociedad / NO MÁS IMPUNIDAD
La Real Academia Española define percepción como la sensación interior que resulta de una impresión material hecha en nuestros sentidos. En el caso de la percepción de la violencia en Guatemala, esta ha sido cimentada a lo largo de décadas, durante las cuales las autoridades en lugar de crear políticas públicas en materia de seguridad o de fortalecer a la Policía Nacional Civil se han dedicado a sustraer fondos de seguridad para engrosar las cuentas personales.
Debido a ese antecedente, para la población puede resultar difícil de creer que el número de homicidios ha registrado una merma significativa. Sin embargo, con información objetiva brindada por el mismo Estado a través del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), fue posible para el Grupo de Apoyo Mutuo, en su segundo informe de 2018, determinar que por primera vez luego de la firma de los Acuerdos de Paz se ha producido un descenso revelador en el número de homicidios cometidos como consecuencia de las acciones de criminalidad.
Al comparar los datos de los dos primeros meses de 2017 contra el mismo período en 2018, se encontró que la violencia homicida se redujo en 11.96 %, un gran logro para el país. Sin embargo todavía no puede, ni debe, argumentarse éxito, debido a que a pesar de la reducción en los homicidios durante esos primeros 59 días, el número de muertos asciende a 787 víctimas, una cifra elevada si se toma en cuenta que Guatemala no enfrenta guerra, ni conflicto armado de ninguna naturaleza. Además, se continúan produciendo hechos de violencia que solo pueden ser catalogados como emblemáticos, entre ellos las masacres, torturas y desmembramiento de víctimas.
787 víctimas de homicidio en solo dos meses de 2018 hacen que la población reciba con incredulidad la noticia del descenso, ese número de víctimas hace que la sociedad no logre percibir alguna mejoría en la esfera de la seguridad ciudadana. Esto se debe al conocimiento público que se tiene acerca del incremento en robos, extorsiones, acciones de sicariato y otros actos criminales cometidos en todos los departamentos del país.
No existe claridad acerca de cuáles son las causas de esa reducción, debido a que el presidente de la República no ha tenido dentro de sus prioridades impulsar acciones a favor de la seguridad a la ciudadanía, a ello hay que sumar además la sorpresiva destitución de Francisco Rivas como ministro de Gobernación y el nombramiento de Enrique Dagenhart, de quien se tienen pocos antecedentes acerca de su trayectoria.
Entre sus primeras acciones, el nuevo ministro destituyó a un experimentado director de la PNC, que había logrado generar institucionalidad además de coordinación con el Ministerio Público, Organismo Judicial y otras dependencias del Estado.
No pudiéndose explicar de manera clara las razones de la reducción en la violencia, el ministro de Gobernación y el nuevo director general de la PNC tienen el reto de crear las políticas de seguridad que se requieren para mantener control sobre la criminalidad y que de esa manera continúe disminuyendo la cantidad de homicidios.
Además les queda el reto de mejorar la imagen de la PNC frente a la población, para ello es importante que se impulsen programas de depuración, que exista mayor transparencia y que se conformen estructuras de reacción inmediata, para que la población sienta la efectividad y de esa manera se dignifique al agente de policía.
Importante es, además, que a través de los programas de prevención se establezcan espacios de coordinación entre Gobierno municipal y Ministerio de Gobernación, con la colaboración de organizaciones de la sociedad civil, iglesias, cooperativas, empresarios y medios de comunicación.
Con la participación de las personas será posible cambiar la imagen de las instituciones y generar un cambio profundo en la percepción que en estos momentos se convierte en freno para el fortalecimiento institucional.
Mario Polanco

Graduado en la Universidad de San Carlos de Guatemala de licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, con Maestría en Seguridad y Defensa por la Universidad Mariano Galvez, actualmente director del Grupo de Apoyo Mutuo. Activista de derechos humanos, haciendo esfuerzos para que no haya más impunidad.
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