La posición realista yo estoy (+-) bien, tú estas (+-) bien

Luis Melgar Carrillo | Política y sociedad / NUESTROS HIJOS

Esta posición es aquella en la cual la persona que la vive tiene una imagen positiva, tanto de sí misma como de las otras personas y del mundo, pero sin idealizar su postura individual ni la de las otras personas. En otras palabras, es una posición en donde quien la posee considera no ser perfecto, ni él mismo ni la gente con la cual se relaciona.

Cada ser humano tiene limitaciones. En algunos casos, hasta se llegan presentar rasgos neuróticos, paranoides, esquizoides o depresivos, que se logran mantener dentro de un cierto umbral de tolerancia. Todo ser humano genera conflictos y problemas que en muchos casos busca superar. Hacer caso omiso de este tipo de situaciones es ajeno a la realidad.

Esta quinta posición existencial es también llamada «posición realista». Una forma de enunciarla es decir, «yo estoy básicamente bien, tú estás básicamente bien». Esta posición realista lleva implícito que se está abierto a la posibilidad de cambio a favor de la evolución y desarrollo tanto de su propia personalidad, como de la gente con la cual interactúa. Lo anterior significa el reconocimiento de deficiencias de personalidad que pudieran existir y que pueden ser superadas mediante programas de cambio.

Es la posición que considera la realidad, integrando tanto los aspectos positivos como los negativos que todo ser humano posee. Para que se pueda consolidar esta quinta posición se requiere que se tenga una «autoestima alta». Esta autoestima incluye un profundo respeto por sí mismo. También se requiere que se tenga una actitud de autocrítica. Si se combinan esta autoestima con la autocrítica, se puede llegar a tener una posición positiva y edificante ante el mundo.

Las cuatro posiciones existenciales, llamadas posiciones «básicas», que fueron analizadas en otros textos, fueron grabadas antes de la segunda dentición, aproximadamente a los siete u ocho años. Esta quinta posición, llamada «realista», es el resultado del análisis individual que cada persona está en posibilidad de redefinir mediante el razonamiento. Es factible hacer esta redefinición en una edad en la cual se tengan los elementos de juicio para hacer una evaluación objetiva de sí mismo. Por lo general, esta evaluación puede realizarse cuando se alcance un mayor grado de madurez del que se tenía antes de la segunda dentición. Esta madurez se comienza a alcanzar después de la mayoría de edad, que en muchos lugares se considera después de los 18 años.

Esta posición existencial «realista» corresponde a una concepción, tanto de sí mismo como de las demás personas, que se adopta después de una reflexión seria. El cambio se puede iniciar cuando el protagonista toma la decisión de cambiarse a sí mismo. La persona que la adopte, lo hace desde una perspectiva en la cual trata de ubicarse a sí mismo en el justo valor de su persona, viéndose como es y sintiéndose bien con esa visión. No se aferra a la idea de ser perfecto, o genial. En relación a los demás, también los trata de ubicar en su justo valor, considerando los posibles aciertos o errores que estas personas pudieran tener.

Desde la posición realista, además de advertir el déficit de los demás, la persona que toma conciencia de su situación, generalmente anhela un cambio en su personalidad. Para implementar este cambio, debe analizar y considerar sus posibilidades de mejoramiento y desarrollo individuales. Esta concepción incluye la capacidad de aprendizaje, que debe buscar, para tratar de alcanzar una porción cada vez mayor del ideal, que lo convierta en una persona útil tanto para sí misma como para los demás.

Las personas que con autenticidad alcanzan la plenitud de una posición realista sana, proyectan actitudes como las siguientes:

  • Confían en sus valores y principios y están dispuestas a defenderlos aún con la opinión contraria de las otras personas. Sin embargo, si las evidencias apuntan a que amerita un cambio, lo implementan con seguridad y confianza en sí mismas.
  • Confían en su persona, en su capacidad y habilidades para enfrentarse a nuevos retos, sin que en ello influyan sus aciertos o fracasos anteriores.
  • Dan y aceptan caricias positivas tanto condicionales como incondicionales. Las caricias positivas que emiten son sinceras y auténticas. Evitan emitir caricias negativas.
  • No aceptan caricias negativas, lo hacen sin entrar en conflicto con las otras personas.
  • Se resisten a ser dominadas por los demás.
  • Actúan según sus propias convicciones, aún a riesgo de equivocarse, y cuando se equivocan, lo aceptan. Aprenden de sus errores, sin sentirse humilladas.
  • En general trabajan en armonía con las otras personas, tratando de favorecer un ambiente de cooperación.
  • No tratan de imitar a nadie, se consideran diferentes a los demás. Mantienen vivo un espíritu de superación personal en donde el reto a superar es su propia persona.
  • Buscan tener, en cada participación, la oportunidad de disfrutar de lo que hacen. Se esfuerzan por gozar cada vivencia o experiencia. Buscan ejecutar actividades que aman.
  • Son amantes de las nuevas experiencias que incluyen viajes, espectáculos, deportes, festejos y convivios.
  • Son amantes de la lectura, conscientes de que es una fuente de superación personal.
  • Aceptan sus propios rasgos personales y características individuales como líneas de pensamiento, deseos, reacciones y sentimientos. Son capaces de reconocerlos y admitirlos ante los demás.
  • Viven su aquí y ahora. Cuando están trabajando, trabajan. Cuando están disfrutando, disfrutan.
  • Son compresnivas con las otras personas. Son capaces de tener empatía con ellas, comprenden sus necesidades y se solidarizan ante las solicitudes de ayuda. Evitan los conflictos interpersonales.
  • Aceptan a los demás tal y como son. Respetan sus creencias, religiones, hábitos, costumbres, principios políticos y actitudes.
  • Buscan ejercer el liderazgo, tratando de orientar a los demás hacia el logro. Sin embargo, cuando lo alcanzan, no tratan de manipular a nadie.
  • Se comunican abiertamente y con gentileza. Expresan sus ideas o sentimientos sin herir, ofender o agredir.
  • Analizan su realidad y su entorno, y si es el caso, sugieren cambios para las situaciones que lo ameriten. En este esfuerzo buscan la cooperación y el entusiasmo de los demás.
  • Buscan el progreso y la cooperación de las personas en pro del mejoramiento continuo de su medio ambiente.


Fotografía tomada de Vibrant Content.

Luis Melgar Carrillo

Ingeniero Industrial, Colombia 1972. Máster en Administración de Empresas, INCAE 1976. Autor de 9 libros (tres aparecen en Google). Autor de 50 artículos (24 en gAZeta, Guatemala 2018; 20 en revista Gerencia, Guatemala 1994-95). Director de Capacitación (Asociación de Azucareros de Guatemala). Director de Recursos Humanos (Polymer-Guatemala). Excatedrático en universidades de Costa Rica, Guatemala y Tepic, México. Residencia en Tepic.

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2 Commentarios

Andrea 13/11/2018

Este enfoque de la personalidad abre una puerta para reflexionar sobre el propio desarrollo individual

    Luis Melgar Carrillo 19/11/2018

    Estimada Andrea: Muchas gracias por su comentario. Aunque el propósito original de estos textos es mostrar aspectos que puedan orientar a los padres acerca de la educación de sus hijitos, no cabe duda que también revelan aspectos interesantes para analizar la propia personalida de cada quien. Me alegra que le haya gustado el artículo

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