-Felipe Sarti Castañeda | PUERTAS ABIERTAS–
La problemática psicosocial en Guatemala, que afecta a personas, familias y comunidades a nivel físico, social y emocional, es producto del sistema capitalista neoliberal que ha prevalecido en nuestro país. El quehacer del sistema de salud occidental no toma en cuenta los saberes y experiencias de sus pueblos originarios, que desde siempre han tenido recursos propios de su cultura y naturaleza para enfrentar y salir adelante de las problemáticas sanitarias que les han tocado vivir.
Esto se ha hecho evidente en el momento actual, constituyendo la salud mental uno de los grandes desafíos que nos tocará enfrentar como país en los próximos años. Desde mi experiencia como psicólogo social comunitario, prefiero llamar a esta crisis con los nombres que le asignan las culturas indígenas, tales como sustos, miedos, dolor del corazón, nervios alborotados y otros. El problema de llamarle salud mental es que quedaría posicionada en la clase media y alta ladina, y dejaría de lado, como hasta la fecha, a los sectores socialmente marginados, tanto del área urbana como rural de nuestro país. Asimismo, utilizar este término traería el empleo de pruebas psicométricas y técnicas de la psicología occidental, como el debriefing, que no corresponden a nuestras diferentes realidades.
En los momentos actuales, y que seguramente continuarán en el tiempo, sentimos temor, ansiedad, incertidumbre y culpas, que son una respuesta normal a una situación nueva que nunca imaginamos que nos tocaría vivir. Es importante mencionar que lo que estamos pasando actualmente ha sido alimentado desde el Gobierno y el Ministerio de Salud, como responsables de enfrentar esta pandemia, con el propósito estratégico de mantenernos con miedo y bajo control social, a fin de limitar nuestro cuestionamiento a su ineficacia en su abordaje. Pero esto ha ido en aumento, y después de cuatro meses podemos decir que los temores y las incertidumbres tienen mayor presencia en nuestra vida cotidiana, afectando el estado emocional de nuestra ciudadanía.
La problemática psicosocial es un tema pendiente que necesitamos abordar lo más pronto posible y, para comenzar, resulta indispensable que la propuesta de salud pública incorpore los saberes y conocimientos de nuestros pueblos en los ámbitos de salud y enfermedad, de manera real, y que no quede engavetada, como muchos otros proyectos que buscan mejorar las condiciones de vida de nuestras poblaciones.
Sería recomendable que desde la psicología puedan iniciarse ejercicios prácticos, por medio de los cuales los y las profesionales comprendan que términos occidentales como sintomatología, trauma y estrés postraumático son palabras que a la población maya y a los grandes sectores desposeídos no les serán de utilidad para entender la problemática emocional que están viviendo. Es por eso que deberían utilizarse términos más apropiados, lo cual repercutirá en que a lo interno de las comunidades se le pueda tener más confianza al quehacer de nuestro sistema de salud pública y a los programas que pueden beneficiarles.
Por último, deseo manifestar que todas y todos quienes se involucren en estos procesos, deberán estar conscientes de que las debilidades que actualmente se presentan, pueden ser superadas con una mirada crítica al sistema socioeconómico y cultural imperante, que favorece a los grupos minoritarios que detentan el capital y el poder político, con apoyo interno del Cacif y el Gobierno estadounidense.
Espero que esta reflexión y propuesta sean analizadas y acogidas por aquellos grupos y personas vinculados tradicionalmente al sector salud y a las nuevas propuestas de medicina alternativa, que ya se están ganando un espacio en nuestra sociedad.
Imagen principal tomada de Freepik.
Felipe Sarti Castañeda

Psicólogo social comunitario, fundador del ECAP, donde laboro con comunidades del área rural, con sobrevivientes de las políticas contrainsurgentes del conflicto armado interno y con los casos de justicia transicional.
2 Commentarios
Muchas gracias Felipe por tus aportes, nos ayudan a agenciarnos de muchos elementos necesarios que desconocemos para cuando nos toque opinar sobre estos temas nada fáciles…me detuve a leer el penúltimo párrafo mas de una vez y me enviaste a profundizar en ello… y estudiarlo con mas profundidad…y me pregunte: No serán esos sectores los que tienen a nuestros pueblos en el abismo en donde los han metido, viviendo en esas condiciones de pobreza y pobreza extrema….gracias mil por ayudarme a entender el gran aporte de las comunidades con con sus conocimientos..Un montón de abrazos y que estés bien tanto vos como toda la familia, y las y los Cros. de Ecap.
Felicitaciones mi querido hermano por compartir tu experiencia de psicologo comunitario. Segui escribiendo y sobre todo sistematiza la experiencia del ECAP antes que todo ese conocomiento ancestral se piedra en la nebula del trabajo cotidiano. Un fraterno abrazo desde la distancia. Tu cuate y camarada. Cebolla
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