La oligarquía usa para su beneficio a un Ejército que, por mandato constitucional, está destinado a servir al pueblo (coronel Edgar Rubio, Desde el cuartel)

Elvira López | Política y sociedad / EL QUIJOTE DE LA MANCHA

Hace unos años tuve el privilegio de participar en una mesa de diálogo con la presencia de excombatientes guerrilleros y militares, de lo cual extraigo palabras expresadas por un militar: «nos mandaban a determinada región y cuando nos dábamos cuenta era propiedad de un terrateniente y el objetivo era protección de la misma». Luego de mucho diálogo, ambos sectores llegaron a la misma conclusión, el enemigo y principal responsable de la caótica situación del país: la élite económica y Estados Unidos.

El libro del coronel Rubio menciona a 3 generales –Rafael Carrera, Jorge Ubico y Justo Rufino Barrios– y cómo las cúpulas militares se mantuvieron en condiciones óptimas para defender a las estructuras oligárquicas de la clase terrateniente explotadora, así como para defender los intereses de las transnacionales.

Menciona Rubio:

es preciso hablar de los generales Laugerud García y Lucas García, dadas las mega obras (sic) que construyeron(…) si bien se trata de obras importantes que pretendían de alguna manera fortalecer al Estado (…) éstas (sic) se desdibujaron con las acciones represivas de esa época, resultaron nimias al compararlas, si existe comparación, con las graves violaciones a los Derechos Humanos (sic) que ya para nadie son un secreto, con el agravante de los fraudes electorales para llegar al poder y servir al poder económico.

Y ya más recientemente:

Otto Pérez, el general de la oligarquía, se relacionó y vinculó con las familias más poderosas del país para que lo hicieran presidente empleando para ello una estructura logística multimillonaria. Como prueba de su agradecimiento y sumisión siguió con la política privatizadora iniciada por el presidente Alvaro Arzú, regalando los recursos más importantes del Estado (…) Este indigno general tuvo que vender su alma a las transnacionales y a la oligarquía más atrasada moralmente y reaccionaria del mundo, para, primero, ser general y luego presidente. Esa misma oligarquía por medio de su operador político, Dionisio Gutiérrez, le exige cínica y públicamente la renuncia. Esa oligarquía que fue su principal financista. Esas familias representadas en el Cacif, invirtieron cientos de millones de quetzales en este general, con tal de crearle la imagen de militar incólume y de hombre de Estado que comenzaron a preparar desde 1993 y concluyeron en 2011; es decir 18 años de inversión financiera e imagen mediática (…) Uno de los mayores pecados del general Otto Pérez fue subordinarse desde la década de 1990 a la oligarquía y transnacionales y poner al Estado, incluso al Ejército de Guatemala, a proteger el statu quo.

Concluyendo, dice Rubio, «fue manejado como un tonto útil» y sobre los militares en general, «nos siguen usando a su conveniencia e intereses.» «Ahora, a los militares progresistas nos queda el reto de retomar de manera urgente nuestros principios y valores de abnegación, lealtad y servicio a todo un pueblo que es, al final de cuentas, a quienes verdaderamente nos debemos en cuerpo y alma como institución y no a quienes nos usan y después nos abandonan a nuestra suerte».

En esas mesas de diálogo conocí a militares honestos y preocupados de un país en crisis, durante el conflicto armado hubo quienes lucharon con deshonor, pero también hubo quienes lo hicieron con honor, como el soldado del pueblo, Jacobo Árbenz, que no alcanzaría un simple artículo para hablar sobre su legado, o militares que realizaron obras impresionantes para favorecer a las grandes mayorías de sus países como el general Lázaro Cárdenas en México, Omar Torrijos, oficial del ejército panameño, y así se podrían mencionar muchos más. Lo que se pretende es reconocer que ha existido y existe una fracción del Ejército con una real preocupación por el país, con una clara conciencia social de lo que debe hacerse para transformarlo estructuralmente. Resalto al coronel Rubio [1] y su libro, del cual extraje la mayor parte de esta columna, y ahora plasmados en estos párrafos para hacer conciencia a los honrosos militares que tomen el camino correcto en esta crucial coyuntura y no permitan que el país retroceda, sino que avancemos hacia una real democracia y un verdadero Estado de derecho.


[1] Siendo militar y miembro del Ejército de Guatemala, en su libro denuncia a esa élite económica representada en unas cuantas familias, a los indignos miembros del Ejército que han traicionado sus valores defendiendo los privilegios de esas familias y no al pueblo, al cual se deben, y al imperio estadounidense que interviene en nuestros países con el fin de proteger sus intereses y nunca preocupado por la democracia de los mismos, jugando a una doble moral ante el mundo.

Elvira López

Mujer amante de la justicia y la solidaridad, activista política, con la firme convicción de que el actual Estado de Guatemala debe ser transformado para el bienestar de las grandes mayorías.

El Quijote de la Mancha

Un Commentario

Francisco Sutuj 20/11/2018

Lo q dice el Cnel Rubio es la verdad; estamos a las puertas de un ciclo más electoral y sin esperanza de algún cambio verdadero para el país. El poder radica en el pueblo pero con un pueblo dividido !! Que nos espera?

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