-Edgar Florencio Montúfar Noriega/ IDEAS AL AGUA–
En la columna anterior comenté cómo el derecho a la educación no debe ser entendido únicamente como la posibilidad del ingreso de las personas a la escuela (cobertura), sino la posibilidad de concluir la educación que el Estado está obligado a proveer a su población. Esta educación obligatoria es tercero básico o noveno grado.
Se tomó como ejemplo que la cohorte que nació en el 2000, que fueron un poco más de 391 mil personas, según datos del INE (proyecciones 2002). Se encontró que de estas personas, 77.6 % logró ingresar a primero primaria en el 2007, pero únicamente 21.8 % estaba en tercero básico para el 2015. Se pasó de tener 294 323 estudiantes de 7 años en primero primaria para el 2007 a mantener únicamente 81 427 estudiantes en 3º básico para el 2015. El sistema educativo guatemalteco pierde a más de 200 mil estudiantes en el trayecto de primero primaria a tercero básico.
La primera pregunta para conocer un poco más este fenómeno es saber en qué momento se pierden estos estudiantes, ya que, teniendo claro el momento, se podrían indagar las causas que más influyen y, si existen algunas relacionadas con el sistema educativo, este se podría modificar. Para identificar en qué momento se van las personas del sistema educativo, se buscó la información que señala la cantidad de alumnos de una determinada edad en cada uno de los grados, la cual es proporcionada por el Ministerio de Educación (http://estadistica.mineduc.gob.gt/reporte/). Con esta información se logró dar seguimiento a la cohorte del 2000.
Lo que se encontró es que la mayor cantidad de personas se pierden entre el momento de inscribirse a primer grado y la inscripción de segundo grado. De 295 323 personas de 7 años inscritas en primero primaria para el 2007, se pasó a 178 032 personas de 8 años inscritas en segundo primaria para el 2008. Se pasó de atender el 77.6 % de la población de 7 años para el 2007 en primero primaria a atender el 46.9 % de la población que tenía 8 años para el 2008.
Quizás el tiempo puede ser un argumento para señalar que estos datos son de 10 años atrás, por lo que ya no se deben de considerar como válidos. Quizás el tener datos de los últimos años daría una visión más real de lo que está pasando. En este caso, tomemos los datos de los estudiantes con 7 años inscritos en primero primaria para el 2014, son 131 859. Los estudiantes con 8 años inscritos en segundo primaria para el 2015 son 100 915. No se tomaron los datos de los años 2015 – 2016 ya que el generador de reportes del Ministerio de Educación aún no tiene los datos del 2016 (fecha de visita 08/10/2017).
Si bien los datos desnudan el hecho de que cada vez se están atendiendo menos estudiantes en las escuelas, lo que interesa en este momento es observar el cambio que se da de primero a segundo. El porcentaje de pérdida es importante, si bien disminuye un poco entre los años 2014-2015, no debe ser menospreciado.
Hay una gran cantidad de niños que solamente llegan a inscribirse a primero y que no llegan después a segundo primaria al siguiente año. Una primera explicación es que no todos ganan el grado, existe una alta tasa de repitencia, pero también que se retiran de la escuela, a estos eventos afectan a un 18 % de los estudiantes de primero primaria.
En una investigación en la que participé, las maestras de primero primaria señalaban que el principal factor del fracaso escolar es la inasistencia y abandono de los estudiantes a la escuela.
Las acciones deberían enfocarse en promover la asistencia de los estudiantes a las aulas, así como se les están dando incentivos a los maestros para que asistan los 180 días, se deben crear incentivos que hagan que los niños asistan los 180 días de clases.
Siempre es bueno tomar en cuenta que esta acción tendrá algunos resultados no previstos. El primero es que al siguiente año habrá una gran cantidad de estudiantes en segundo primaria, a quienes se les deberá mantener el incentivo para que sigan asistiendo, y así sucesivamente para los siguientes grados. Si no se hace esto, lo único que pasará es que el abandono se trasladará a segundo y tercero primaria.
Con estas acciones el Estado podría estar contribuyendo a que los niños que logran inscribirse a primero primaria se mantengan en los nueve grados a los cuales tienen derecho y el Estado está obligado a dar. Obviamente estos incentivos deben ser temporales, deben ir desapareciendo en la medida que la pobreza, y pobreza extrema, vayan desapareciendo también.
Edgar Florencio Montúfar Noriega

Hijo, padre, esposo, hermano, sociólogo y pecador creyente que vuelve a pecar
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