La moda y sus curiosidades

Consuelo Carrillo | Política y sociedad / ESPIGAS

You don’t love him, my Salamander.
Why do you need him?
Oh no, don’t answer, oh no.
Paul McCartney

Se desvanecían los últimos vestigios de la Edad Media para dar paso al despuntar del siglo XV. Esta época fue marcada por importantes acontecimientos que asombraron a la humanidad: Cristóbal Colón, con sus tres carabelas, llegó a un continente ignorado por los europeos; Guntemberg inventó la imprenta, con la que se expandió la industria y el uso del libro que llegó hasta los mas recónditos lugares del planeta; y el comercio tomó un auge inusitado basado en la ley de la oferta y la demanda. El ser humano, dotado de inagotable genio inventivo y protagonista de la historia, dio impulso a la realización de aquellos sucesos y, dentro de la brevedad de este contexto, enfocaré la atención en la la moda monárquica de aquella época, marcada por Francisco I de Francia durante el Renacimiento galo, que se caracterizó por la ostentación y el lujo. El rey sobresalía en los salones por la costosa extravagancia de sus vestimentas, en la que no descartaba algunas ideas italianas, como el uso de ciertos colores llamativos y accesorios cuidadosamente seleccionados y trabajados en los que solía disfrazar algunas veces mensajes con significados específicos, como el dibujo de una salamandra rodeada de llamas que escogió como emblema, por ser ese animal un anfibio inmune al fuego. La moda en el siglo XV se caracterizó por la fastuosidad y la opulencia ostentada en los salones por la nobleza, mientras que el pueblo pobre y despreciado por ella andaba en andrajos, pobremente vestido con telas de costal, y solo los que atendían a la corte real tenían acceso a vestiduras confeccionadas con un material de color y de mediana calidad.

En este contexto no puede pasarse por alto que, según se dice, en la corte del rey Francisco I se impusiera el birrete como gorro distintivo de las clases elevadas, imitando al rey que se vio obligado a cortarse el pelo a rape a raíz de una herida sufrida en la cabeza en una de sus batallas. No es de extrañar que de inmediato se pusiera de moda aquel gorro de forma plana, adornado con un cordón dorado por encima del ala y que se difundiera con rapidez increíble en todas las cortes europeas. Otra leyenda no menos interesante en cuanto a la moda, es cuando el rey Luis XIV empezó a quedarse calvo a los treinta y cinco años y el uso del cabello largo le obligara a adoptar una peluca, y por supuesto que todos los cortesanos hicieron lo mismo, instalándose de inmediato la moda de la peluca.

Puede ser que a algunos les irritara usar del birrete o el colorido de las prendas, pero tenían que superar sus propios gustos porque la moda había sido impuesta por el monarca y por respeto a su autoridad, había que someterse a sus preferencias. Aquella moda del birrete se extendió rápidamente por toda Europa, sin que fueran considerados los costos.

La moda impone gustos y formas e incluso puede modificar costumbres. La cuestión es ¿quién o quiéenes la imponen? En el caso de Francisco I que hemos mencionado, resulta una elección del soberano. Actualmente la moda es una asunto básicamente de mercado, incluso los que diseñan el vestir trabajan para el mismo. Se trata de crear gustos y formas nuevas o novedosas que puedan ser aceptadas, y por tanto vendidas, porque saben que mientras más propaganda y mercadotecnia utilicen, se multiplicarán sus beneficios.

Fotografía de The Beatles, tomada de RTVE.

Sin embargo, el mismo mercado puede ser impactado, e incluso en ciertos momentos superado, por la influencia de personajes o personalidades. Siglos después de la moda del birrete de Francisco I y de la peluca de Luis XIV, a principios de los años sesenta, en un barrio obrero de Liverpool, un grupo de jóvenes músicos impuso la moda que se llamó beatlesmania. Integrada por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Star, cuatro avatares de ideales progresistas, quienes con la música y la letra de sus canciones ejercieron una colosal influencia en las revoluciones social y cultural, difundiéndose con rapidez extraordinaria por todo el mundo. Los Beatles impusieron la moda del cabello largo en el sexo masculino. Con esto rompieron un modelo que imponía el pelo corto entre los varones. Podríamos hoy afirmar que extendieron su influencia en las revoluciones culturales de la década de los sesentas, rompiéndose un tabú, y de alguna manera fue un atisbo de la igualdad de género.

La moda es, en todo caso, una característica privativa del ser humano que ha sido dotado de capacidad de selección y de gustos, a diferencia de las otras especies. Lo ideal sería que la moda sirviera a la humanidad y no al contrario, como es el caso de la dictadura del mercado. Nuevamente preguntamos: ¿quién o quiénes imponen la moda y quién o quiénes controlan el mercado y manejan la industria? Los Beatles intuyeron este poder enorme de la moda y acudieron, en el tema de Paul McCartney, al símbolo de la salamandra que es un ser inmune al fuego.


Imagen principal de Francisco I, tomada de Pinterest.

Consuelo Carrillo

Trabajadora social y escritora. Feminista preocupada de las dimensiones espirituales de la existencia al mismo tiempo que suscribe su apoyo a la justicia social y la democracia.

Espigas

5 Commentarios

Maritza 20/10/2018

Muy intetedante Mi querida Cony. Gracias por compartir. Abrazos y besos con mucho amor.

Ana Lorena 14/10/2018

Siempre interesante en sus artículos. Abrazos y felicidades tía.

Arraigo Transeunte 13/10/2018

La adopción de hábitos comunes permite a las sociedades de ofrecer a los individuos que las integran seguridad en el sentimiento compartido de identidad. La moda que no respeta fronteras se puede convertir en universal. Rompe esas barreras y desborda los regionalismos. El articulo me parece aportar un punto de partida para reflexionar sobre este tema. Pero lo importante de ese ejercicio es contribuir a que reflexionar se vuelva a poner de moda. Cuando se expanda el habito de salir de lo consensual, se volverá a esas épocas de brillo en que el pensamiento recuperará su libertad.

Pedro Alcazar 11/10/2018

Definitivamente que su articulo describe una actividad humana peculiar.

Luis Pedro 10/10/2018

Muy interesante artículo Doña Consuelito.

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