La encerrona, sinopsis del 15 de septiembre

-Hermes Vladimir Batres Osorio/ LA HUMANIDAD DEVIENE

A la luz de las acciones desarrolladas por los gobernantes de turno, quienes insistieron en legitimar sus actos corruptos, resuena la descripción hecha una vez por Frédéric Bastiat: “Cuando el saqueo se convierte en un modo de vida para un grupo de hombres que viven en sociedad, estos crean para sí mismos en el transcurso del tiempo un sistema legal que lo autoriza y un código moral que lo glorifica”. Uno puede identificar que este pensamiento se articula muy bien con las declaraciones del presidente de la República en medio televisivo, cuando dijo “La corrupción es algo normal”.

Así pues, varios son los hechos detonantes que llevaron a los sectores sociales a organizarse espontáneamente y realizar acciones concretas, pacíficas, sui generis en el mismo 15 de septiembre y romper lo que Bastiat señaló por los ciudadanos. La gota que derramó el vaso fueron los decretos de reformas al Código Penal, gestada días antes por el Congreso de la República. Esto era decir: la corrupción está más viva y fuerte que nunca, los claros beneficiados eran los secretarios generales de los partidos políticos vinculados al delito de financiamiento ilícito, el FCN, la UNE y el cadáver político de LIDER.

A lo expuesto también le antecedieron, primero, los cheques cobrados por el presidente de la República por Q 50 000.00 mensuales, que hasta septiembre sumaban Q 450 000.00. Dichos pagos fueron emitidos por el Ejército en concepto de “bono de responsabilidad y riesgo”, el mismo tuvo que ser devuelto por orden de la Contraloría General de Cuentas. Así mismo, la votación del Congreso de la República para no quitarle la inmunidad a Jimmy Morales y evitar ser investigado por el delito de “financiamiento electoral ilícito” en el proceso electoral 2015, cuando fungió como secretario general del partido político, ahora oficial, FCN.

Conviene subrayar la fuerza movilizadora desarrollada el 15 de septiembre, que bien puede llamarse ciudadanía responsable, pues en ella estaban mujeres y hombres manifestando su inconformidad con lo acaecido días atrás por los diputados, incluso se podían observar familias con sus hijas e hijos, casi como una primera orientación didáctica para los neófitos sobre el actuar ciudadano.

El Congreso estaba rodeado por estos ciudadanos, consignas de paz se dejaban escuchar: “Pueblo donde estás, aquí manifestando en paz”. Sin embargo, para algunos diputados, que aún viven y ven estos nuevos tiempos como los años 70 y 80, los peligrosos “comunistas” están por donde quiera. En la nueva guerrilla se inscribe aquella pequeña turba enfurecida, conformada por mujeres, ancianas, niñas, hombres, niños y ancianos. Estos (diputados) no conciben que las acciones desarrolladas por este histórico 15 de septiembre fueran gestadas por mujeres y hombre libres, indignados y cansados de la corrupción campante en los espacios del actual Gobierno, la cual pretendía legitimarse en el Congreso.

Había que tomar acciones contra estos zurdos, violentos y secuestradores; como son una minoría y el grueso del país nos respaldó (posición de algunos diputados) con su voto, no importa que este pequeño grupo solicite la renuncia de por lo menos 105 diputados. “No renunciamos, nos eligieron democráticamente”. Para ellos (los diputados), la fuerza irracional es la mejor salida, qué mejor, entonces, iniciar con la Policía Nacional Civil, porque si las cosas salen mal también hay diputados dueños de seguridad privada que pueden intervenir, y su reserva final el Ejército al resguardo de tan altos y honorables dignatarios, por supuesto, también del orden constitucional.

Teniendo en cuenta la posición anterior, la policía arrojó gas lacrimógeno contra el acto cívico legítimo de rebeldía, el mismo concepto que fue utilizado por Enrique Dussel para fundamentar el poder institucional como potestas, es decir “facultad de impugnar las instituciones si estas contradicen su fundamento”. A causa de, uno puede pensar que la manifestación es natural por la ciudadanía, en absoluto rechazo hacia las leyes aprobadas por los diputados, la protesta goza de legitimidad, esta facultad la otorga la democracia. Los gobernantes solo tienen el poder depositado. Pero ante la racionalidad está también su opuesto, lo irracional, la fuerza bruta, esta actúa cuando domina a su contraparte, para la misma no existe la meditación ética sobre el daño físico al otro. No importan las mujeres, los niños, las personas de la tercera edad presentes.

Solo así fue posible la disolución del acto valiente de ciudadanos conscientes, como consecuencia la posibilidad de salida a los diputados y como una forma de burla a sus peticiones, a su presencia, se marcharon (los diputados) con señales soeces, hacia los manifestantes.


Fotografía tomada de Nómada.

Hermes Vladimir Batres Osorio

Investigador independiente, entusiasta por naturaleza, inscrito en el humanismo como la preocupación legítima por el otro y de su dignidad, amante de la filosofía, creyente en las luchas sociales, comprometido con la pedagogía crítica, defensor de la educación laica y liberadora, movido por los invisibles, interesado por el pensamiento latinoamericano y la cosmovisión de los pueblos originarios.

La humanidad deviene

Un Commentario

Mercedes Godinez 05/10/2017

Muy acertado en muchas situaciones, pero ahora viene la pregunta ¿hasta cuando se seguirá permitiendo estas atrocidades que día a día enlutan a guatemaltecos?, El pueblo se levanta, está evidenciado con las últimas protestas, pero ¿quiénes se benefician de las mismas?,¿por qué quedó en el olvido las exigencias de lo que se pide, y nuestros absórdidos diputados continúan en la cúpula de la dinastía.?

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