La caravana de la muerte (II)

Luz Lescure | Política y sociedad / LUCES

Ya de este lado del charco, todo toma otra dimensión, otra cara. Llegué hace solamente unos días y pareciera que nunca me fui, las cosas no han cambiado mucho, la mayoría han empeorado.

Se acercan las elecciones y pareciera que los seres humanos están hartos de tanta corrupción, de tanta politiquería barata, de tanta violencia. Pero de allí a que las cosas cambien pasarán más de mil años, muchos más.

¿Y los caravaneros? Bien gracias, pasaron las fiestas de fin de año en tierras mexicanas en donde les dan un pobre albergue y siguen soñando con conseguir visado y entrar a Estados Unidos, legalmente, para realizar el gran sueño americano. Sueño que les cambiará la vida a algunos y a otros se las quitará, como es el caso de la niña guatemalteca que falleció, y como siempre pasa, es un caso más que quedará impune.

Como siempre, hay quienes dicen que estos son solo 4 gatos y que en comparación con todos los que entran cada año, esto no es nada… y tal vez tengan razón. Pero la verdad es que están allí para recordarnos, cada vez que vemos las noticias en televisión o escuchamos a alguien referirse al tema, que algunos, aunque sean 10 gatos, tratamos de huir de nuestro suelo patrio y buscar algo mejor por lo cual vivir. Y una ya es un montón. Significa que las cosas no andan bien.

Eso me recuerda la invasión norteamericana a mi país, dicen algunos que murieron solo cuatro gatos, no importa, uno que lo haga ya es demasiado. Nadie tiene derecho a dar su vida por una patria o por un sueño en el cual crea. ¿En qué especie nos hemos convertido los humanos? Primero ponemos fronteras donde nos da la gana y luego le decimos a algunos seres humanos que, por su color o condición en la sociedad (que nosotros mismos forjamos y que sabemos los defectos que tiene) no aceptamos que puedan cruzar esa raya que nosotros mismos inventamos.

Y lo peor es que esa raya la obtuvimos peleando, dándonos porrazos con otros seres humanos que (según ellos) defendían otro pedazo de tierra que les «pertenecía». ¿Y quién les dijo a esos señores que la tierra tiene dueño? ¿No que el planeta nos pertenece? ¿O será que les pertenece a unos más que a otros?

¿Es que los dueños del capital internacional tienen más derechos que los demás? ¿Y todos esos papelitos absurdos que nos hacen llenar al entrar a un territorio y que nadie lee, para qué sirven? ¿Si a algunos de esos inmigrantes les dan un papelito que dice que son aptos para vivir en la sociedad norteamericana, significa eso que son dignos para sobrevivir y los demás no? ¿Qué es esto? ¿Significa acaso que esa tierra que los colonos europeos le quitaron, por la fuerza, a los indígenas norteamericanos, es más digna de ser llamada nación (otro término que inventamos) que las demás? ¿O es que sigue prevaleciendo la fuerza bruta en la arena internacional? ¿Cómo es eso de que algunos tenemos «derecho» a migrar y otros no? ¿Será que la diferencia la marca el capital? Porque si llevo los bolsillos llenos de papelitos verdes o dice otro papelito que tengo tantos miles de papelitos depositados en un lugar llamado banco (otro termino inventado), entonces sí puedo entrar a donde yo quiera.

Esa idea es muy malsana, e inculcarla en la mente de nuestros jóvenes es perverso. Por esa idea de que es más importante tener que ser, es que la vida en el Triángulo del Norte no vale nada. Es por eso que estamos como estamos: ¿será que algún día nos convertiremos en seres humanos verdaderos? ¿Será que algún día será más importante escribir un poema que arrebatarle el pan a otro ser humano?

Luz Lescure

Poeta, escritora y académica panameña. Licenciada en Relaciones Internacionales de la Universidad de Panamá, estudios de posgrado en la Universidad de Oxford, Inglaterra. Ha publicado los poemarios Volvería ser mujer, El árbol de las mil raíces, Añoranza animal, La quinta soledad y El mundo es un silencio. También los libros de relatos El obelisco de mi abuelo y La sonrisa de la primavera. Publicó La práctica diplomática, libro académico utilizado en universidades centroamericanas.

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