Luis Melgar Carrillo | Política y sociedad / PUNTADAS SIN DEDAL
La sociedad del siglo veintiuno experimenta un fenómeno que comenzó a aparecer a finales del siglo veinte y que nunca antes se había presentado en la historia. El fenómeno fue bautizado por Alvin Toffler como «el shock del futuro». Este shock lo está padeciendo la sociedad moderna, como consecuencia de demasiados cambios en muy poco tiempo. En los países del primer mundo, se vive una época de ansiedad y de tensión. En un mundo que muestra evidencias de que todo ha dejado de ser permanente.
Los cambios son una consecuencia de los avances de la tecnología y de la ciencia. La tecnología se alimenta de conocimientos y los conocimientos se expanden a una velocidad acelerada A medida que los antiguos conocimientos son reemplazados por los nuevos, se inicia la marcha del cambio. El avance de la ciencia y la tecnología es irrefrenable, quien no se adapte a su ritmo se queda atrás.
Los radios de tubos fueron el gran invento de principios del siglo veinte. Si una empresa de esos años se hubiera quedado produciendo ese tipo de radios, hoy no tendría mercado. El cine mudo, otro gran invento del siglo pasado, fue ampliamente superado. Si un productor de películas se hubiera resistido al cambio, la avalancha de la tecnología y de la ciencia no lo habría perdonado. El ejecutivo moderno debe estar atento cada vez más y aún anticiparse a los cambios.
Quien no cambia está condenado al fracaso. Los sistemas y mecanismos que no se adapten a los cambios están condenados a desaparecer. Sin embargo, gran cantidad de políticos, dirigentes estatales, gerentes, ejecutivos, técnicos, administradores y mandos medios de nuestro entorno chapín se resisten al cambio. Queriendo ocultar el sol con un dedo, se resisten al cambio, probablemente sintiendo en su fuero interno que todo cambio amenaza su seguridad.
La tensión se presenta cada vez que los múltiples cambios acelerados amenazan la estabilidad emocional y psicológica de los miembros de las sociedades. Cuando una persona se expone a nuevas experiencias ajenas a su control, se siente insegura e inadaptada. Sin embargo, rechazar el cambio es rechazar el mañana. Nadie puede detener el cambio. El cambio es la única gran constante en el mundo del hombre.
Ser es cambiar, afirmaba Heráclito en la Grecia antigua. El éxito que pueda tener cualquier gerente, administrador, tecnócrata o científico es adaptarse al cambio con éxito, ya que el cambio no es un evento. El cambio es un proceso continuo. Un proceso siempre presente. Hoy día es un proceso que se ha acelerado.
Quien se considere de avanzada debe prepararse para el cambio. Se debe investigar y conocer los nuevas adelantos. Hoy día un ejecutivo que no sepa de computación está desactualizado. Quien no sepa la manera de investigar en internet es obsoleto. Quien no entienda nada de inglés está fuera del mercado. Se debe aprender inglés y computación, como herramientas de trabajo. Se debe aprender a manejar los recursos de información. Las redes sociales se están convirtiendo cada vez más en mecanismos de mercadeo y ventas. Quien no las use está desactualizado.
Se debe aprender de los chinos y japoneses, que han entendido el proceso del cambio y hoy son los que están en la vanguardia, imponiendo nuevas modas, nueva tecnología, nueva ciencia. Nuevo manejo de los recursos, principalmente de los recursos humanos. Solamente mediante la apertura a nuevas formas de trabajo se puede llegar a enfrentar las nuevas situaciones que ya se están presentando.
Las universidades deberían ser las instituciones que promuevan e impulsen la ola de cambios. Las nuevas generaciones de egresados de esos centros de estudios deberían salir con conciencia de la importancia de los cambios. Sin embargo, gran cantidad de catedráticos universitarios se resisten al cambio. Sus prácticas docentes principalmente se apoyan en sistemas de exposiciones dialogadas, como se enseñaba en Europa en el siglo diecinueve.
Muy pocos maestros están dispuestos a implementar con éxito los nuevos sistemas docentes que Finlandia ha propuesto como recurso para aumentar la eficiencia de los estudiantes, para volverlos profesionales competentes para la vida. La educación por competencias no ha sido comprendida, y mucho menos, implementada en muchos centros universitarios.
Para enfrentar los cambios se debe comenzar con la capacitación. Gran cantidad de ejecutivos se resisten tanto a capacitarse a sí mismos, como a capacitar a su personal. Muchos consideran que la capacitación es un gasto inútil. La capacitación debería comenzar por los niveles más altos. Comenzar con los mismos ejecutivos. Los altos ejecutivos son los que deberían capacitarse para enfrentar el cambio que a todas luces es evidente. Naturalmente que, en cascada, esta capacitación debe descender a los diferentes niveles de las organizaciones.
Costa Rica hace treinta años era un país de menor desarrollo que Guatemala. Hoy día nos ha superado con creces. Cuando se comparan los índices de ese pequeño país centroamericano se llega a la conclusión que tiene niveles similares a los países de primer mundo. Por ejemplo, si se analiza el número de profesionales por habitante, el número de camas de hospital por habitante, el número de médicos por habitante, el número de kilowats generados por habitante, el número de kilómetros de carretera por habitante y no se diga el número de gente alfabetizada.
Respecto a ese tipo de cifras, nuestra querida Guatemala casi no ha crecido. Es importante que se comience por hacer esfuerzos para que Chapinlandia vuelva a ser el epicentro del desarrollo de la región, que históricamente le corresponde. La capacitación es el motor para iniciar una marcha de cambios importantes que reactiven esta bella tierra del Quetzal. Los ingenios azucareros lo han comprendido. No es de casualidad que marchen a la vanguardia en cuanto a la industria azucarera en toda Centroamérica.
Fotografía tomada de Tec Review.
Luis Melgar Carrillo

Ingeniero Industrial, Colombia 1972. Máster en Administración de Empresas (INCAE 1976). Nueve libros. (Dos aparecen en Google). Autor de 20 artículos (revista Gerencia, Guatemala 1994 -95. Director de Capacitación (Asociación de Azucareros de Guatemala). Director de Recursos Humanos (Polymer-Guatemala). Excatedrático en universidades de Costa Rica, Guatemala y Tepic, México. Residencia en Tepic.
2 Commentarios
Este tema es lo mejor de lo mejor de este día. Saludos
Estimado Arturo: Muchas gracias por su comentario. Espero que todos aprendamos a vivir sin congoja en este acelereado mundo de cambio.
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