La calle donde te acosan

Gabriela Carrera | Política y sociedad / FÍJESE USTED

Es común, fíjese, más de lo que podría pensar quien no lo vive. Pasa seguido eso de preguntarse por las mañanas qué ponerse, decidir dependiendo de a dónde se va a ir, por dónde se va a pasar. No es una elección que pase por qué queremos o qué deseamos ponernos. Es pasar por una calle, cerca de un hombre, o ir caminando hacia una reunión y ver cómo alguien en un carro baja la ventana y luego cómo se escucha una voz, un chiflido, un tono que hiela. Es subirse al bus y cuidarse, ver quién está a los lados, separarse lo suficiente, poner la mochila en el lugar estratégico, es colocarse de manera que el tipo de atrás no pueda acercarse.

Esto se vive a diario por miles de mujeres, en todos los lugares del mundo. No creo que haya muchas excepciones. Es más bien una expresión del poder, de la superioridad que sienten que tienen los hombres por naturaleza frente a las mujeres. Por años nos sentimos culpables de cómo nos vestíamos, de lo «provocativas» que podíamos parecer, o bien seguíamos los consejos de las mamás y las abuelas de ser cuidadosas en las calles y no sonreír con nadie, de no tener un gesto que se pueda malentender en el supermercado. Es el resultado del miedo, cuando preferís tirarte de un puente, cuando hombres te persiguen mientras hacés ejercicio. Hasta que una se harta. Una se harta del miedo y de la imposibilidad.

El Observatorio contra el Acoso Callejero en Guatemala (OCACG) es un esfuerzo de guatemaltecas que vieron la necesidad de luchar contra la cotidianeidad en este país. Es un esfuerzo de todos los días, en todos lados. Es un esfuerzo voluntario sin tregua. Así lo muestra el Mapeo del acoso que han generado. Es un primer espacio para denunciar lo que aún no es delito, pero sí que nos atraviesa el cuerpo y el espíritu a las mujeres. Se recibieron 236 reportes, la mayoría de ellos en la ciudad capital, en donde se ha centrado mucho de la visibilidad del trabajo del OCACG.

Sin embargo, intentado hacer una síntesis, me parece importante compartir los datos más relevantes: el espacio donde se repite más el acoso es en las calles y avenidas, pero luego hay un «otros» lugares que es importante de explorar. ¿Podríamos hablar de este tipo de acoso en centros comerciales? Las mujeres son en su gran mayoría las acosadas por hombres (94 %), pero también hay hombres acosados y mujeres acosadoras (6 %). ¿Las acciones más recurrentes? El piropo (incómodo), el silbido, el jadeo, un bocinazo, los besos mal puestos, «echadas de mano», persecuciones, masturbaciones (perversas), y un extenso «otro». No es cierto que las mujeres se sienten halagadas por un piropo: sentimos enojo, indignación, inseguridad, miedo. Está muy lejos de ser un ejercicio de seducción.

Este mapeo se nutrió de nuestras vivencias y busca cuidarnos también. Localizar las calles, contarlas a otras mujeres que transitan nuestras zonas, nuestras rutas. Este es un mapeo nuestro para ahuyentar tajantemente el miedo. Gracias por el esfuerzo ¡OCACG!


Gabriela Carrera

Creo firmemente que la política y el poder son realidades diarias de todos y todas. Por eso escogí la Ciencia Política para acercarme a entender el mundo. Intento no desesperanzarme, por lo que echo mano de otros recursos de observación como los libros y las salas de cine. Me emocionan los proyectos colectivos que dejan ver lo mejor de las personas y donde el interés es construir mundos más humanos.

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