¿Justicia real o comercio de leyes?

Carlos Enrique Fuentes Sánchez | Política y sociedad / EL EDUCADOR

El lunes ocurrió la captura del exministro de Comunicaciones Alejandro Sinibaldi, luego de que él mismo decidió entregarse a las autoridades guatemaltecas, cuatro años después de haber estado prófugo de la justicia. Retorna con un comunicado en el cual aclara algo de su situación, el porqué de su desaparición, la tardanza en entregarse y, en el punto cuarto, algunas acusaciones contra algunos constructores e, indirectamente, contra algunos funcionarios y exfuncionarios del Estado guatemalteco. Todo un ¡boom!

Desde el momento de su captura, las redes sociales han iniciado «el análisis» de tal situación. Critican, inicialmente, que haya venido con cabestrillo en el brazo derecho, argumentando que es para que no le pongan esposas, tal y como lo han hecho otros exfuncionarios de gobierno en su momento. Puede ser cierto, porque en Guatemala puede darse eso y muchas cosas más. En este caso también señalan lo injusto de las situaciones, ya que los pobres defensores del medio ambiente llevan grilletes en muñecas y tobillos cuando van a su audiencia, en tanto el delincuente de cuello blanco puede ir sin grilletes y hasta hablando por teléfono.

Luego, una especulación, basada en los acontecimientos de los dos últimos años: regresa Sinibaldi porque ahora ya no está la Cicig ni la fiscal Aldana, y porque ahora el sistema de justicia está cooptado por los esbirros del Pacto de Corruptos. Suponen, muy pesimistamente, que la justicia guatemalteca le dará «arresto domiciliario» y que, al final, lo dejará libre para que goce de los millones de quetzales que obtuviera en los seis u ocho negocios sucios en los que, se le acusa, estuvo involucrado y por los cuales se giró orden de captura nacional e internacional.

Lo anterior, como fue dicho, es una especulación fatalista, porque los jueces que tienen a su cargo algunos de los casos de Sinibaldi son jueces que han demostrado ética en su trabajo: Gálvez, Aifán y Cojulún. De hecho, el primero ha declarado el caso «en reserva», con lo que impide que el caso sea mediático, con lo cual se prevé un caso muy serio. Igualmente, debe tomarse en cuenta la participación en el caso de Juan Francisco Sandoval, de la FECI, todo un baluarte en la defensa y aplicación de la justicia y quien, desde el inicio, ha dejado en claro que la entrega de Sinibaldi no implicó ninguna negociación con el mismo.

Por otro lado, la recomendación de Jordán Rodas, procurador de los derechos humanos, en cuanto a redoblar la protección para la persona de Sinibaldi y sus familiares, aparte de hacerlo ver bien en su papel de protector del derecho a la vida, deja claramente señalado que dicha protección es necesaria porque pueden existir personas interesadas en que Sinibaldi no llegue a declarar, pues muchos funcionarios y exfuncionarios, empresarios, magistrados, etcétera, podrán salir mencionados en alguno de los muchos casos en los que Sinibaldi se ha visto involucrado.

De hecho, así será. Poco a poco, como sucedió en el caso «La Línea», irán apareciendo nombres de ladrones de «cuello blanco», de todas las esferas de los dos anteriores gobiernos, así como de diferentes constructoras nacionales e internacionales. Algunos optarán por enfrentar a la justicia y pagar su culpa. Otros pondrán tierra de por medio, buscando desaparecer y otros, tal vez los menos, quizá opten por lo señalado por el procurador de los derechos humanos: buscar que Sinibaldi no llegue a declarar, pues son muchos los millones de quetzales los que están en juego, aparte de la libertad personal misma.

Mañana jueves se iniciará el proceso con la primera declaración de Sinibaldi. Muchos no tienen esperanza de que la justicia logre encerrarlo ni a él ni a sus cómplices. Otros esperan que, con este caso, se fortalezca el sistema de justicia, porque aún los funcionarios de justicia más ineptos o corruptos no tendrán oportunidad de entorpecer el proceso, por ser un caso que implica situaciones nacionales e internacionales.

El camino está a la vista y el primer paso cumplido. De mañana en adelante se verá de qué material están hechas las personas que imparten justicia en Guatemala. A algunos ya se les conoce como personas correctas y a otros, todo lo contrario. Será interesante ver cuáles son los argumentos de los defensores de Sinibaldi y todos los nombres que irán surgiendo en el proceso. Se espera, como siempre, justicia pronta y cumplida.

¿Es la política partidaria la que corrompe a las personas, como en este y muchos otros casos, o son los humanos los que corrompen a una ciencia y arte como lo es la política?


Carlos Enrique Fuentes Sánchez

Pedagogo y Educador, con 40 años de experiencia docente en los diferentes niveles del Sistema Educativo nacional; surgido de los barrios pobres de la Capital pero formado en diferentes departamentos de la republica. participante y decisor en procesos y redacción de documentos de trascendencia en la educación nacional en los últimos años. Asqueado de la historia de injusticia social que vive Guatemala desde la invasión Española, así como de la historia de masacres y crímenes políticos sufridos por la población, aspira a una Guatemala diferente, justa, democrática y humana, a la cual se pueda llegar por medio de una educación popular y revolucionaria, para todos y todas.

El educador

Correo: cfuentes3151@gmail.com

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