Roberto Ganddini | Para no extinguirnos / ESPIRAL
Guatemala, país de la eterna primavera; así se conoce a nuestro país debido a que las plantas florecen todo el año. Es algo hermoso saber que tenemos las bellezas naturales más asombrosas del mundo. La naturaleza ha dotado a Guatemala de una gama de entornos naturales que reflejan su máximo esplendor.
Podemos mencionar los más conocidos como volcanes, montañas, lagos, ríos, pero muchos desconocen el verdadero valor y belleza de los humedales.
Pero, ¿qué son los humedales? El término humedal se utiliza para denominar áreas que permanecen en condiciones de inundación o, por lo menos, con su suelo saturado con agua durante largos períodos de tiempo. Si bien en este término se incluyen una amplia variedad de ecosistemas, todos los humedales comparten una propiedad primordial: el agua juega un rol fundamental en la determinación de su estructura y funciones ecológicas.
El agua de los humedales puede provenir del mar, de los ríos, de las lluvias o de aguas subterráneas. El régimen hidrológico puede ser muy variable en cuanto a la frecuencia e intensidad de la inundación y la permanencia del agua. Los humedales se distinguen también por las características particulares de sus suelos y por la presencia de plantas y animales adaptados a las condiciones de inundación o de alternancia de períodos de anegamiento y sequía.
Los humedales son vitales para la supervivencia humana. Son uno de los entornos más productivos y son cunas de diversidad biológica, fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir.
Los humedales cumplen un importante papel de regulación hidrológica y biogeoquímica, y constituyen un formidable corredor biogeográfico en el que conviven especies de regiones tropicales, subtropicales y templadas que resultan en una gran diversidad de ambientes, flora y fauna.
El Manchón Guamuchal está ubicado en la costa sur, en los departamentos de Retalhuleu y San Marcos. Es uno de los siete humedales más importantes de Guatemala. Tiene un total de 25 000 hectáreas de las cuales solo 13 942 son área protegida, 7650 están cubiertas por manglares y 1242 pertenecen a fincas privadas. Fue designado como área protegida desde 1998 y se utiliza para la conservación, recuperación y ecoturismo.
No existe un dato exacto de por qué se le designó ese nombre, pero la cultura popular cuenta que se originó con los habitantes del municipio de Champerico, Retalhuleu. Se dice que los pobladores llegaban a ese lugar y observaron que ahí crecían árboles de guamuch. Así mismo, era común ver a las aves migratorias pasar y formar un manchón o mancha; por ese motivo decidieron nombrarlo como el Manchón Guamuchal.
La Convención Ramsar es un acuerdo internacional que promueve la conservación y uso racional de los humedales. Esta reconoció al Manchón Guamuchal como uno de los siete humedales más importantes de Guatemala. Para que esto fuera posible, esta área debía cumplir con 8 criterios de los cuales posee 4.
• Sitio con ambientes acuáticos y terrestres, ambientes costeros como manglares, áreas inundables y lagunas costeras con elevada diversidad biológica.
• Alberga la mayor diversidad de especies de aves, entre ellas las que son consideradas como raras o extintas y las acuáticas. Así como, tortugas marinas.
• Grupos importantes de flora como los manglares y planicies inundables. Principalmente se mencionan a las pampas Guamuchal.
• Diversidad de hábitats que constituyen un sitio donde las especies encuentran sus zonas de reproducción, alimentación y anidación.
• En este lugar se conservan cuatro especies de mangle: el rojo, blanco, botoncillo y negro o madre sal.
• El Manchón es el sitio más grande de Guatemala de paso y descanso para las aves migratorias que son provenientes de Canadá y Estados Unidos.
• Es una de las áreas protegidas donde habita la tortuga marina llamada parlama o lora.
• Este humedal cubre el 95 % de área en Retalhuleu y un 5 % en San Marcos.
Un manto negro está cubriendo el humedal que se encuentra sufriendo nuevamente la contaminación incontrolable provocada por la producción de aceite de palma africana. Diversos ambientalistas han evidenciado que las empresas de palma aceitera utilizan para el refinamiento del aceite químicos como: ácido fosfórico, ácido cítrico, ácido sulfúrico, sulfato de sodio e hidróxido de sodio. Cuando estos químicos entran en contacto con el agua, esta disminuye su oxígeno y provoca que las especies mueran.
Todos estos químicos se depositan luego en los humedales, provocando fuerte descomposición del sistema ecológico debido a que contaminan el área.
Este ecocidio en el Manchón Guachumal cubrió con un manto negro muchas áreas, matando mangles, peces, camarones y muchas especies que cohabitan en ese ecosistema.

Además, existen unas 100 familias que se dedican a la pesca, ya que es su medio de sustento, debido a que los peces y otras especies perecieron producto de la contaminación
Los pescadores del lugar se quedaron sin su sustento, provocado por la mancha negra que cubre las aguas de los humedales provenientes de las fincas de palma aceitera, matando diversas especies y creando olores fétidos en la zona.
Para salvar el Manchón Guamuchal es necesario eliminar por completo la producción de palma aceitera, o palma africana, esta es una plantación que solo hace daño a la ecología y a las familias aledañas, que tienen el sustento diario del humedal y conservan el ecosistema.
Los humedales son importantes debido a que proveen de oxígeno a la humanidad, conservan el medio ambiente, son fuente de supervivencia para cientos de familias. Destruyéndolos solo nos destruimos a nosotros mismos, conservemos el medio ambiente y conservaremos la especie humana, protejamos los humedales y protegeremos la vida.
Fotografía principal por Claudia Campos, proporcionada por Roberto Ganddini.
Roberto Ganddini

Trabajó en la Universidad de San Carlos como director administrativo del Centro Universitario Metropolitano (CUM). De formación Agrónomo y con estudios en Administración y Economía. Así como un Diplomado de Desarrollo Sostenible y Prevención de Desastres (FLACSO). Además escribió para el periódico de la Universidad de San Carlos especialmente sobre problemas de medio ambiente, pero también de carácter social y coyuntura actual.
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