Herramientas algorítmicas y la educación siglo XXI

Vinicio Barrientos Carles | Para no extinguirnos / AUTÓMATOS

Tenemos que preparar a los estudiantes para su futuro, no para nuestro pasado.
Ian Jukes


La celeridad con que se están imponiendo las nuevas herramientas computacionales es verdaderamente asombrosa. Además, todos nos preocupamos por la educación. Es un área común de convergencia humana, claro, al margen de lo que educar significa, virtualmente todos le concedemos un inmenso valor a esta actividad. También a todos nos ha tocado educar y ser educados, de una forma u otra. Si el lector busca frases al respecto de la educación, encontrará una inmensa cantidad, frases que enfatizan uno u otro aspecto de esta trascendente labor, de la cual se han ocupado los filósofos y pensadores a lo largo de nuestra historia humana. Para citar a dos grandes, Platón decía: «El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano», mientras que ya en la Modernidad, Immanuel Kant expresaba: «Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre… el hombre no es más que lo que la educación hace de él».

Por qué estamos trayendo a colación la actividad educativa en esta columna Autómatos, referida a temáticas de ciencias de la computación. La motivación la resume el epígrafe de esta oportunidad, que nos habla del futuro, uno ya sobre nuestros hombros después del inicio de la Cuarta Revolución Industrial. Es así una temática sobre la que estaremos yendo y viniendo, dada su crucial importancia. La nueva educación para este siglo XXI se encuentra en el limen de una emergente y desconocida habitación, en esta casa que la humanidad cohabita.

Hace ya más de un lustro que tenía planificada la redacción de una tesina monográfica sobre el impacto de las herramientas algorítmicas que se vislumbraban como revolucionarias en el contexto de los sistemas educacionales. Ahora que la inteligencia artificial se está desplegando y que el contexto de la pandemia del nuevo coronavirus se ha instalado, obligando a nuevos modos de comunicación, tal planteamiento no tiene nada de singular, pues lo estamos viviendo en el día a día. Así, este breve espacio no nos alcanzaría para citar las frases que reconstruyen un discurso en torno de la nueva educación. Sin embargo, sin ánimo de agotar o de bien representar este cúmulo de pensamientos respecto de la más noble y humanizante actividad, citaremos las que inspiran algunas reflexiones y consideraciones en torno de esta problemática de los cambios que los tiempos actuales exigen.

Respecto al valor de los sistemas educativos, Nelson Mandela expresó: «La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo». Cualquiera de sus contrarios, porque el concepto de «educación» es amplio y abarcador, resulta involutivo y peligroso. Al ver la película Malcom X, de hace casi dos décadas, no pude dejar de impresionarme cómo el desconocimiento, la ignorancia, en este caso sobre una religión en particular, pudo llevar al protagonista, un influyente líder de la comunidad afroamericana, a una conclusión tan lamentable y dramática. Al respecto de este asunto, Malcom X dijo: «Sin educación no vas a ninguna parte en este mundo». En esta misma línea, Epicteto expresó: «Solo los educados son libres».

Imagen tomada de Universia, editada por Vinicio Barrientos Carles.

Sin mayores elevaciones filosóficas, ¿por qué es tan importante la educación? Fundamentalmente, existe una justificación de tipo práctico: porque nos capacita para la vida en sociedad, facilitando la convivencia colectiva mediante principios como la empatía y procesos socioprácticos, como el de la cooperación. En el sentido individual nos ayuda a desarrollar nuestra creatividad, siendo un proceso elemental para la correcta estructuración de nuestra mente, componente fundamental en nuestros procesos de maduración.

Con relación a la tecnología explosiva y los vertiginosos cambios en las modalidades educativas, podemos citar a Steve Jobs, quien expresó: «Cambiaría, si pudiera, toda mi tecnología por una tarde con Sócrates». El exitoso Jobs siempre tuvo claro que la educación debe orientarse por y para las personas. En este sentido, debemos estar claros, desde un inicio, que la tecnología solo es una herramienta para mejorar la actividad educativa, a lo que Jobs agregó:

La tecnología no es nada. Nunca será lo crucial. Lo verdaderamente importante es que tengas fe en la gente, para que sean básicamente buenas personas con mentes inteligentes… así, cuando les des las herramientas adecuadas, ten la seguridad de que harán cosas maravillosas con ellas.

Esto pone sobre la mesa el imprescindible rol del educador. A este respecto, Mahatma Gandhi decía: «No hay escuela igual que un hogar decente y no hay maestro igual a un padre virtuoso». Por otro lado, se ha dicho que no por disponer de una aguja y un hilo se sabe coser. Es decir, en términos actuales, no por «saber usar una máquina» se sabe utilizar la tecnología.

Imágenes tomadas de Elige educar y Steel Case, editadas por Vinicio Barrientos Carles.

Por otro lado, la tendencia de los sistemas actuales está orientándose paulatinamente hacia la autoformación, la autoconstrucción de sí mismo. Sobre esto, el científico y escritor ruso Isaac Asimov escribió: «Ser autodidacta es el único tipo de educación que existe». Por la misma línea, ya Galileo Galilei decía: «No se puede enseñar nada a un hombre; solo se le puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo». El citado Paulo Freire expresaba algo, que viene a sintetizar lo anterior: «Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, las personas se educan entre sí, con la mediación del mundo».

En crítica a la formación característica del siglo XX, Bertrand Russell expresó la necesidad de lods valores éticos y morales:

Uno de los tantos defectos de la educación superior moderna es que hace demasiado énfasis en el aprendizaje de ciertas especialidades y demasiado poco en un ensanchamiento de la mente y el corazón de las personas, por medio de un análisis imparcial y crítico del mundo.

Sobre estas fundamentadas reflexiones, podríamos citar a muchos, pero no podemos dejar de enfatizar lo que es quizá el error medular del actual sistema, y es que se obliga a saber, pero no se enseña a amar el saber. John Ruskin expresó lo siguiente:

La meta final de la verdadera educación es no solo hacer que la gente haga lo que es correcto, sino que disfrute haciéndolo; no solo formar personas trabajadoras, sino personas que amen el trabajo; no solo individuos con conocimientos, sino con amor al conocimiento; no solo seres puros, sino con amor a la pureza; no solo personas justas, sino con hambre y sed de justicia.

Imagen tomada de Observatorio RH, editada por Vinicio Barrientos Carles.

Quiero concluir recordando que la educación es un derecho fundamental, una herramienta imprescindible para hacer frente a la realidad en la hoy vivimos, y un arma para potenciar nuestros talentos, autonomía y libertad de pensamiento. Como bien propugna el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: «Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria». Por otro lado, enfatizar lo que hemos ya expresado, citando a Keith Krueger, al respecto del verdadero papel de las herramientas tecnológicas:

Es importante recordar que el software educativo, como los libros de texto, es solo una herramienta en el proceso de aprendizaje. Ninguno puede ser un sustituto para profesores idóneos y bien entrenados, para el liderazgo humano y para la implicación y compromiso de los padres.


Imágenes principales tomadas de Ser padres y Observatorio RH, editadas por Vinicio Barrientos Carles.

Vinicio Barrientos Carles

Guatemalteco de corazón, científico de profesión, humanista de vocación, navegante multirrumbos… viajero del espacio interior. Apasionado por los problemas de la educación y los retos que la juventud del siglo XXI deberá confrontar. Defensor inalienable de la paz y del desarrollo de los Pueblos. Amante de la Matemática.

Autómatos

Correo: viniciobarrientosc@gmail.com

6 Commentarios

Pedro Samayoa Arenales 08/08/2020

2. Me dejé entre las teclas otra parte de mi comentario: Una de las cosas interesantes que evidenciaron la presente crisis sanitaria (para no poner la palabrita con la que el algoritmo de FB está disgustado) es que la mayoría de niños y jóvenes que llamábamos «nativos digitales» lo eran pero para comunicación y entretenimiento y no para el aprendizaje en linea y el aprendizaje a distancia. El uso de plataformas digitales para el aprendizaje era tan desconocido en Noviembre 2019 AP tanto para maestrs como para estudiantes…
Y sobre este párrafo tuyo: «…Sobre estas fundamentadas reflexiones, podríamos citar a muchos, pero no podemos dejar de enfatizar lo que es quizá el error medular del actual sistema, y es que se obliga a saber, pero no se enseña a amar el saber. John Ruskin expresó lo siguiente:… » me gustaría señalar algo también. «Obliga a saber…» pero no enseña o facilita aprender a SER como lo dicen los 4 Pilares de la Educación de Delors. Ojalá que, producto de esta experiencia tan extraña, lográramos aunque sea en parte cambiar algo de nuestro sistema educativo (no hablo de lo oficial…allí no hay mayores esperanzas…)

    Vinicio Barrientos Carles 18/10/2020

    Pedro, … y muy valiosa la segunda parte de tu comentario, que agrega a las reflexiones ese hecho fundamental que es que no por estar «hechos y acomodados» al revolucionario mundo digital las nuevas generaciones estén formadas para obtener el mejor uso del mismo, que es la finalidad última de los sistemas educativos. Por otro lado, el énfasis en el «aprender a ser» me parece sencillamente fabuloso. Siempre agradecido, te envio un abrazo.

Pedro Samayoa Arenales 08/08/2020

Interesante artículo Vinicio. Ya que mi centro de interés profesional es la EDUCACIÓN INCLUSIVA (no exclusiva para niños con condiciones de discapacidad o neurodiviersidades) mi tercer artículo para la revista irá por alli. Mientras te recomiendo un podcast muy interesante: https://www.podiumpodcast.com/solaris/temporada-1/capitulo-3-cultura-de-la-terapia/?fbclid=IwAR0RyX5qxW8-zutLw0_rLbJR2e238-5Ee2q5WZMYbr1XbtMTkA3i9awLGO8

    Vinicio Barrientos Carles 18/10/2020

    Muchas gracias Pedro por tu siempre mu amable lectura, y por los comentarios que dejas acá para que los lectores puedan enriquecerse con tus valiosos aportes. En particular, te agradezco el enlace de complemento, y celebro que estés escribiendo en nuestra revista digital. Afectuosos saludos.

Marco Vinicio Mejía Dávila 06/08/2020

Resulta evidente que los avances tecnológicos constituyen un progreso social, pero no todas las personas reciben los mismos beneficios.

Hay una diferencia significativa en el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) entre las generaciones más jóvenes, si se realiza una comparación con quienes tenemos más edad

Ese contraste originó el concepto de BRECHA DIGITAL, que se refiere a la diferencia en las oportunidades de desarrollo de las poblaciones y establece una distancia entre quienes tienen y los que no tienen acceso a las tecnologías.

Al abordar la educación y las nuevas tecnologías, se advierte en particular el ANALFABETISMO DIGITAL en los nacidos antes de los años sesenta del siglo pasado, cuyo principal acceso a la información ha sido por los medios impresos y medios de comunicación como la radio, televisión y telefonía fija.

En contraposición con los ANALFABETOS DIGITALES, están los MIGRANTES DIGITALES, que aprendimos a emplear las TIC cuando éramos adolescentes o adultos.

En contraposición se encuentran los NATIVOS DIGITALES, nacidos a partir de 1995, y que emplean las TIC desde la niñez.

    Vinicio Barrientos Carles 06/08/2020

    Muchas gracias Vinicio por la lectura y la participación en los comentarios, con el enriquecimiento consecuente con los aportes que realizas.

    En efecto, la reciente moda de clasificar a las personas en vida en categorías etarias, mediante el uso de denominaciones específicas a las distintas generaciones, tales como baby boomers, milenial y otras, tienen en efecto mucho que ver con el tema del despliegue tecnológico, el cual hemos venido tratando a saltos en esta columna Autómatos, referida a las ciencias de la computación.

    Es notorio observar que esta clasificación generacional depende en gran medida de la temporalidad en la el sujeto ha desarrollado su juventud, sea en las décadas al final de la Tercera Revolución Industrial, o revolución científico tecnológica -RCT-, o sea en el inicio de la Cuarta Revolución Industrial, o revolución de la automatización inteligente -RAI-. De esta guisa que no sea extraño que también la inserción en el nuevo mundo educativo del siglo XXI dependa radicalmente de estas características etarias que has descrito en tu comentario, por lo que ha resultado por demás oportuno. Siempre es un gusto saludarte.

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