-Byron R.Titus / TRANSFORMACIÓN–
En Guatemala hubo tren hace muchos años. Les parecerá difícil creerlo pero es cierto. Recuerdo una publicación en La Hora, de su fundador don Clemente Marroquín Rojas donde afirmaba que el primer Titus (Titus Townsend), llegó a Guatemala como empleado de la International Railways Company, madre de la IRCA o International Railroad of Central América. Crecí en el barrio Gerona zona 1. Donde ahora se asienta el Ministerio Publico era uno de los “parques” del ferrocarril, muchos del gremio ferroviario vivían por allí. Doña Elisa, abuela de Paco, decía conocer a todos los maquinistas por el sonido de su silbato. Y en verdad, cada uno tenía su firma, su forma peculiar de pitar, que repartían cuando pasaban.
Siendo aún niño, recorrimos en tren la costa sur con mi abuelo materno. Abordábamos el tren a la costa en la terminal de trenes -18 calle zona 1-. Nuestra primera parada era en Amatitlán, luego Palin, Escuintla, Santa Lucía…Nos bajábamos en Cocales.
También recuerdo un regreso memorable desde Tiquisate hasta la capital con tía Leti, mi hermana Loren y mis primos María Elena, Rodolfo y Silvia. Ya de adolecente con Paco, Tito y su novia viajamos hasta Tapachula donde -sin pena ni gloria-, nos negaron la entrada. Viajes memorables aquellos del tren, hoy posibles solo en la memoria de pocos afortunados. Pues como sucede con el correo nacional, solo el cascarón nos dejaron. En el caso del tren, aún quedan por allí las terminales, las vías, los espacios por donde pasaba y algunos de sus rieles.
¿Qué paso con el tren? A la fecha la respuesta ronda más en la especulación que en la razón. Unos culpan a la deuda externa, la eterna incompetencia nacional de mantenerlo a flote, la inutilidad para administrarlo, otros a la invasión de la corrupción y por último, aquellos que aseguran que fue un contubernio gubernamental para favorecer a los dueños del transporte de camiones, camionetas y gasolineras, eliminándoles de un zarpazo ejecutivo la competencia barata y lógica de este medio de transporte.
Una vez, estando de visita por este país que me otorgo abrigo y oportunidad, ese mismo abuelo maestro me dijo: “El éxito de estos países desarrollados son sus medios de comunicación… Sus carreteras y líneas de tren que son como el sistema sanguíneo en un cuerpo, a más medios, mejor distribución, más salud”. Así de sencilla la ecuación del desarrollo del transporte; entendí; pero al fin yo no estoy comprado por ningún gremio. Los que nos vienen gobernando desde entonces parecieran no entender esta verdad.
Recientemente, viajando por Europa del este, me vinieron a la mente sus palabras y comprendí que el éxito actual de países como República Checa, Hungría, Eslovenia y otras radica en gran parte en sus sistemas de transporte. Tienen trenes de carga, de pasajeros y mixtos -por lo menos tres categorías pude conocer-. Allí no solo mueven eficientemente todos sus productos básicos, sino también industriales / agrícolas de exportación y sobretodo su población, minimizando la necesidad de obtener un vehículo, el embotellamiento vehicular, la contaminación ambiental, pero ofreciendo al pueblo alternativas de transporte justo y digno. Sí, en Guatemala hubo una vez un tren, también carreteras en mejor estado, los gobiernos aparentaban robar menos y hubiéramos jurado que íbamos para adelante, no para atrás.
Fotografía por Byron Titus.
Byron R.Titus

Sociólogo, investigador científico y transformador. Conferencista y asesor internacional. Actualmente director del Regional Resource Center en Webster MA. Fundador y director del Centro de Transformación a la Excelencia. Vivo fuera de Guatemala desde la noche del dia de la virgen de Guadalupe 1975. Mi cumpleaños es el 15 y 16 de julio, resido -hasta que San Juan baje el dedo- en Nueva Inglaterra, EUA. Amante de las artes, particularmente la literatura y la música.
4 Commentarios
He leido con deleite los artículos de Gazeta, los felicito por la alta calidad y variedad de contenido.
Amigo Byron, tu escrito sobre el tren, me remontó a los años de mi niñez. Mi abuela materna decidió que para recibir las bendiciones del Señor de Esquipulas, deberíamos visitarlo 11años consecutivos. Los viajes resultaron en experiencias que mis hermanas, y yo nunca olvidamos. En camioneta desde Chichicastenango la que salía del pueblito a las 4 de la mañana a la capital, donde dormíamos una noche en casa de familiares. En tren desde la ciudad hasta Zacapa, comiendo toda clase de antojitos o chucherías como decía mi papá, en cada parada, y nunca nos enfermamos. En taxi de Zacapa a Esquipulas donde permanecíamos dos nos noches. Y de vuelta a Chichi. Lástima que ya no existe el servicio de trenes en nuestra querida. Patria. JAGIL
Es importante conocer más. Por lo menos me subí una vez en el tren, conociendo paisajes que no había visto de Guatemala hacia Escuintla.
Mi padre jugador de fútbol fue uno de los militantes del IRCA. Así fue como supe y conocí el tren. Cómo no recordarme si vivía a dos cuadras de donde pasaba todos los días el tren. Allá en la trece avenida y octava calle de la zona uno, en Tienda Los Milagros. Cómo no recordarme cuando viajamos muchas veces en familia a Amatitlán, hasta Tiquisate pasando por Cocales. Y con mis amigos de aventuras «La vieja Perdomo» y Danilo Chinchilla a Zacapa, viajes que realicé en mi niñez y adolescencia… Luego ya entrado en años cuando tenía la gerencia de ventas de una empresa, envíamos vía tren todos los paquetes desde la capirucha hasta el atlántico y al pacífico, llegando hasta tapachula. Este era un viaje barato para las mercancías… nos decían mándemelo vía Fegua… Y allí iban los paquetones de producto que recogían los clientes. Eso se terminó, hoy invadidas las líneas, además sin rieles porque aquí todo se lo «palanquean» y con eso del reciclaje a saber a dónde han ido a parar… Como siempre el mal manejo del gobierno con los bienes del estado, vendidos por irrisorios precios por los mandatarios de turno. Así como el IRCA y luego Fegua, Telgua, Aviateca, Correos, etc han hecho chinchilete y ese dinerito que son millones han ido a parar a los bolsillos de empresarios y gobernantes corruptos.
Grandes recuerdos, me acuerdo que ese mismo tren iba para oriente y para Puerto Barrios.
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