Mario Polanco | Política y sociedad / NO MÁS IMPUNIDAD
Los retrocesos que se están produciendo en Guatemala son consecuencia de las ambiciones que caracterizan a sectores que están vinculados con el mandatario, no se trata de excluir de su responsabilidad a Jimmy Morales, pues él seguramente tiene criterio para comprender que le está haciendo mucho daño a la democracia, a la sociedad y al país.
La intención es debilitar a la totalidad de instituciones que están trabajando en favor de erradicar la impunidad, entre otras acciones se agrede a organizaciones sociales, Cicig y a funcionarios que actúan de manera proba. En este proceso interviene el Congreso de la República, a través de algunos de los diputados con propuestas encaminadas a debilitar instituciones que actúan apegadas a la ley.
La democracia guatemalteca se ha venido fortaleciendo, se han creado mecanismos de control que permiten que no se cometan abusos por parte de autoridades de los tres organismos del Estado. Se ha buscado construir independencia en la Corte de Constitucionalidad, la oficina del Procurador de los Derechos Humanos y el Tribunal Supremo Electoral, entre otros, que, al ser garantes de lo establecido en la Constitución Política o en leyes de carácter constitucional, causan malestar en quienes buscan que la aplicación de esa norma jurídica los favorezca.
Debido a la independencia con que han venido actuando las dos primeras instituciones, ha surgido el planteamiento de transformar el proceso de antejuicio que se debe llevar en caso los magistrados y el ombudsman enfrenten una acusación que dé lugar al inicio del proceso de retiro del antejuicio.
En la actualidad, es la Corte Suprema de Justicia la que debe conocer esos antejuicios, la intención de algunos congresistas consiste en trasladar la responsabilidad de tramitar el antejuicio hacia el Congreso de la República.
Seguramente los congresistas que impulsan este cambio pretenden tener mayor control sobre la CC y PDH, sin entender que los actuales funcionarios a cargo de esas instituciones están ocupando esos puestos de manera temporal. Eso significa que, de producirse estos cambios permanentes, debilitarán no solo a esta Corte de Constitucionalidad y a esta oficina del Procurador de los Derechos Humanos, sino a las sucesivas en el futuro.
Organismo Ejecutivo y bloques parlamentarios en el Organismo Legislativo actúan de manera articulada, algunos jueces y magistrados también se suman a esta postura, y eso hace que se perciba el fortalecimiento de quienes tradicionalmente han administrado al Estado y se han aprovechado de él.
El Ministerio Público pareciera alineado a estas estructuras de poder, aunque hay que reconocer que existen honrosas excepciones al interior de esta institución, casos como la desarticulación de la red criminal vinculada al exalcalde de Quetzaltenango debe ser valorada justamente, pero también es importante señalar que los golpes sufridos por la Cicig podrían hacer que su trabajo se desvíe a la solución de sus propios problemas con el Gobierno y la lucha contra los Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad (CIACS) quede en el olvido.
Mario Polanco

Graduado en la Universidad de San Carlos de Guatemala de licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, con Maestría en Seguridad y Defensa por la Universidad Mariano Galvez, actualmente director del Grupo de Apoyo Mutuo. Activista de derechos humanos, haciendo esfuerzos para que no haya más impunidad.
0 Commentarios
Dejar un comentario