Gracias licenciada Ericastilla

Virgilio Álvarez Aragón | Política y sociedad / PUPITRE ROTO

El Archivo General de Centro América –AGCA– es una de las instituciones más respetadas y respetables del sector público guatemalteco. Guarda celosamente la historia de Centro América y Chiapas, y, para suerte de todos los ciudadanos de estos países y del estado mexicano, ha contado con los mejores funcionarios que la archivística local ha tenido.

Don José Joaquín Pardo, quien a partir de 1935 y por casi tres décadas lo dirigió e institucionalizó, nos heredó no solo la recuperación de tan inmenso acervo, sino, además, una clasificación propia de todos esos materiales que permite encontrar con facilidad las informaciones requeridas.

Como ya todos sabemos, en 2005 se descubrió un montón de papeles que, en total abandono, caminaban a convertirse en simples desechos. Resultó que era el archivo de la Policía Nacional de Guatemala desde finales del siglo XIX. A partir de su hallazgo por parte del historiador Edeliberto Cifuentes, para entonces funcionario de la oficina del Procurador de los Derechos Humanos, este material pasó a ser protegido por esa institución, pues desde ese primer momento se previó que las informaciones que allí se pudrían, eran vitales e indispensables para entender la historia del país, pero también para apoyar la búsqueda de personas desaparecidas y obtener justicia por crímenes de lesa humanidad cometidos por funcionarios públicos que utilizaron a la Policía como una agencia al servicio del terrorismo de Estado.

Se constituyó así el Archivo Histórico de la Policía Nacional –AHPN–, que pronto cobró vida propia. Si Gustavo Meoño, quien con ahínco y dedicación lo dirigió desde su creación hasta su retiro y persecución por parte de los órganos represivos del actual grupo en el poder, la actual directora de AGCA, Anna Carla Ericastialla, se convirtió en la defensora y protectora del incipiente organismos del Estado.

El primer gran logro fue conseguir que se constituyera en una dependencia del Ministerio de Cultura y Deporte –MCD–, dándole con ello protección y cobertura institucional. Junto a Meoño, la licenciada Ericastilla recorrió cuanto organismo internacional le sugirieron para conseguir los fondos mínimos para que el material fuese recuperado, conservado y clasificado profesionalmente. Su diligencia hizo que los recursos fluyeran, convirtiendo al AHPN en un plato apetecido por todas las moscas que la corrupción gubernamental ha producido, incluido el desconocido hasta en su casa Elder Suchité, actual ministro de Cultura y Deportes.

Fotografía tomada de Red de sitios de memoria latinoamericanos y caribeños.

En el AHPN, con el apoyo de instituciones académicas internacionales, se formó una nueva generación de archivistas, quienes, a pesar de laborar con contrataciones precarias, le han dado vida, energía y, sobre todo, utilidad, pues muchos de los materiales han servido para encontrar y juzgar a responsables de crímenes contra la humanidad que, por sus características sangrientas e inhumanas, no prescriben.

Nada de esto habría sido posible si la licenciada Ericastilla, con eficaz profesionalismo, no hubiera puesto todo su empeño en darle cobertura institucional a la conversión de ese montón, enmohecído y húmedo, de papeles viejos en un archivo histórico con todas las letras.

Fue por causa de esa utilidad jurídica y social, ganada a fuerza de calidad, que el actual gobierno trató de obstruir su desarrollo y silenciar sus aportes. El ministro de Gobernación del actual gobierno, Enrique Degenhart, siguiendo oscuros y criminales intereses, trató de ponerle su bota, pretendiendo convertirlo de nuevo en papeles amontonados sin ninguna utilidad. En silencio, pero con claridad profesional, Anna Carla consiguió convencer a los ineficientes e ineficaces funcionarios del Ministerio de Cultura y Deporte de que tal acción deprimiría aún más los alcances de su institución, logrando no solo que se aprovecharan fondos que iban directos al fondo común del Estado, por la incapacidad ejecutora, y se usaran para cubrir los salarios del escaso personal que aún labora en el AHPN.

Calladita la boca, logró que el 10 de junio el MCD emitiera el Acuerdo Ministerial 523-2019, en el que, además de las disposiciones ya citadas, el Ministerio se debe empeñar en obtener recursos para financiar el próximo año esa planilla mínima y, aún más importante, que este acervo histórico queda, desde ahora, bajo la tutela, cuidado y control del AGCA, constituido como el Fondo Documental del Antiguo Archivo Histórico de la Policía Nacional, reconocido, además, como patrimonio cultural de la nación. Cierto es que el actual gobierno ha decidido que las consultas no sean públicas ni libres, pero parece que ha olvidado que existe la Ley de Libre Acceso a la Información, por la cual el Estado no puede negar acceso a aquellos documentos que se encuentren en ese archivo.

La Licencia Ericastilla se ha puesto sobre los hombros una enorme y grandísima responsabilidad pero, como buena heredera de don José Joaquín Pardo, sabemos que podrá cumplirla con creces, consiguiendo que el oscurantismo y autoritarismo del actual gobierno, a pesar de sus necedades, pronto quede en el olvido.


Fotografía principal tomada de Flikr.

Virgilio Álvarez Aragón

Sociólogo, interesado en los problemas de la educación y la juventud. Apasionado por las obras de Mangoré y Villa-Lobos. Enemigo acérrimo de las fronteras y los prejuicios. Amante del silencio y la paz.

Pupitre roto

2 Commentarios

Ana Lorena Carrillo 08/07/2019

Toda mi admiración y respeto para el trabajo de la colega Lic. Anna Carla Ericastilla. También toda mi solidaridad y apoyo en estos momentos inciertos para las instituciones que ha tenido a su cargo.

Jacobo Vargas-Foronda 05/07/2019

Excelente trabajo y por supuesto que ampliamente felicitamos a la Ciudadana Anna Carla Ericastialla por su encomiable trabajo al frente del AGCA. Aquí es también cuando nos nace una pregunta que esperamos Virgilio Álvarez Aragón nos ayude a encontrar la respuesta.

El AGCA depende administrativamente del Ministerio de Cultura y Deporte –MCD–, el cual, como ministerio, suponemos no se somete a ninguna autoridad administrativa de otro misterio. Por lo tanto, ¿quién determina, establece, los mecanismos administrativos del AGCA, el MCD acorde a las determinaciones del AGCA, o el ahora secuestrado, nuevamente, MP?

Quisiera pensar que la enorme e importante documentación en proceso de ser salvada, procesada y restaurada, del AHPN al ser puesto dicho archivo en manos de MCD con la administración directa por parte del AGCA, debe ser considerada parte, propiedad, del sistema general de archivos en Guatemala, siendo el nacional, oficial, el AGCA. En tal sentido, ¿a quien le corresponde el manejo de esos documentos existentes en el archivo?

Creo que ante la ausencia de una clara jurisprudencia que marque, determine, tanto la autoridad administrativa como la autoridad propietaria de la documentación a su cargo total.

Caso contrario, puede con facilidad volver a pasar lo que sucedió con los “archivos de la extinta Secretaría de la Paz, y los archivos del ejercito relacionados con los años del conflicto armado interno, lo cuales gracias a las mafiosas maniobras de un tal Arenales Forno, sigilosamente volvieron al callejón de los desaparecidos.

Nuevamente, felicitaciones.

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