Ricardo Barrientos | Política y sociedad / MANIFIESTO

Giammattei continúa debilitándose, al demostrar necedad perdiendo la compostura y mostrando con descaro su realidad racista, prepotente, irrespetuosa y abusiva.

Hace poco más de dos meses escribí aquí que «el peor enemigo de Giammattei es él mismo: la agresividad que lo caracteriza, que se lo conozca más por ser una persona irascible que por ser alguien prudente, sus rasgos dictatoriales y autoritarios y su dificultad para escuchar argumentos y consejos». Conforme avanza el tiempo, continúa demostrando su incapacidad para cumplir el artículo 182 constitucional, en cuanto a que el presidente «representa la unidad nacional y deberá velar por los intereses de toda la población de la República».

Por un lado, la forma abusiva, prepotente y colérica con la que el 30 de marzo de 2020 se dirigió a Claudia Maselli, procuradora adjunta II de los Derechos Humanos, durante una inspección al hospital entonces en construcción en el Parque de la Industria en la zona 9 capitalina. En un video que circuló en redes sociales la semana pasada, queda evidenciado el contraste grotesco entre la actitud impecable de Maselli, que pese a estar haciendo su trabajo y haberse dirigido muy respetuosa al presidente, sabe mantener la calma, la sensatez y la madurez profesional ante al ataque abusivo que está recibiendo; su agresor, el presidente, demuestra su incapacidad para sostener una conversación madura y respetuosa con una funcionaria de una entidad que, por simple y llana ignorancia, considera su adversario político. Giammattei demostró entonces ser incapaz de escuchar a alguien que no sea de su círculo cercano de serviles y rastreros.

El incidente vergonzoso con la procuradora adjunta podría haber sido un error que Giammattei hubiese podido subsanar rectificando, demostrando capacidad y madurez política al disculparse personalmente con Maselli y con la institución del Procurador de los Derechos Humanos. Pero sobre todo, hubiese demostrado calidad y altura de estadista al no repetirlo.

Sin embargo, la semana antepasada hizo exactamente lo contrario, durante su visita el 17 de julio de 2020 a la Alcaldía Indígena de San Juan Comalapa, en Chimaltenango. En otro video que se ha hecho viral, Giammattei vuelve a demostrar su incapacidad y torpeza políticas y personales. El alcalde Julián Bal realizó planteamientos críticos sobre la crisis en los hospitales, la inefectividad de los programas de asistencia, el aumento en los cobros por energía eléctrica, el problema de la expropiación de dos templos, pero el detonante para Giammattei fue cuando Bal expuso el rechazo comunitario a la actividad minera. El presidente reaccionó de manera agresiva, volviendo a perder los estribos y demostrando incapacidad política para escuchar un planteamiento con el cual está en desacuerdo, incapaz para sostener una conversación madura sin gritarle y faltarle el respeto a su interlocutor, carencia total de madurez profesional para entender que su cargo no le permite comportarse como un bruto abusivo, prepotente y racista.

Como le escribí hace 4 años a Jimmy Morales, y hace dos meses a Giammattei, un error, por grave que sea, pero rectificado, es una prueba de sabiduría; repetido, es una prueba de necedad. Giammattei continúa incapaz de evitar estos errores elementales para el político competente y el estadista prudente. Evidencia que no le ha entrado a la cabeza que el presidente de la República es un ciudadano con la principal obligación de servir, que no es superior a nadie, y por ello, obligado a respetar a todas y todos, sin distinción.

Giammattei reitera que su comportamiento torpe es su peor enemigo. Necio al desatender a quienes le aconsejen que aprenda a escuchar y a dialogar con sus adversarios políticos, es un blanco fácil para sus cada vez más enemigos.

Ricardo Barrientos

Especialista en temas de política fiscal. Fungió como viceministro de Finanzas Públicas de Guatemala en 2009-2010. Consultor independiente sobre política fiscal, evaluación y seguimiento de políticas públicas. Ha publicado trabajos sobre política tributaria y análisis de la evasión tributaria en Guatemala.

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