Eventos naturales y no naturales

-Roberto Ganddini / ESPIRAL

A manera de introducción, quiero referirme a los acontecimientos sucedidos en nuestro país en los últimos días, cuando los diputados quisieron hacer un pacto de corrupción. Esta es una afrenta para el pueblo de Guatemala. La población reaccionó con todas las formas pacíficas que hay para no permitirlo. Como guatemalteco me siento indignado ante esta ignominia. NO queremos en nuestro país un narco-Estado ni políticos corruptos.

La tierra es sagrada no pertenece al hombre…. sino el hombre pertenece a la tierra. Adagio piel roja.

Los pueblos de Latinoamérica se desarrollan en un ambiente hostil y contrario a las necesidades humanas, si vemos, los gobiernos guatemaltecos de los últimos años no han dejado un proyecto que podamos decir que es nuestro camino al futuro, ni mucho menos la llave para una felicidad plena en la sociedad.

Carecemos de un proyecto de nación que nos dé las directrices para ser la guía que encamine nuestro destino.

Los eventos naturales, como terremotos, inundaciones, huracanes, tormentas tropicales, deslizamientos de tierra, socavamientos de laderas, derrumbes, azolvamientos de ríos, contaminación de lagos, y un largo etcétera, son eventos que afectan al ser humano en su actividad diaria. Muchos de ellos se pueden prevenir tomando las medidas necesarias y que estas respondan a un proyecto preestablecido sobre mitigación de riesgos y desastres con una resiliencia inmediata, incluyendo los provocados por el mismo ser humano.

Muchas veces he dicho que los desastres no son naturales, “la naturaleza no crea desastres”, son desastres cuando uno o más seres humanos son afectados por estos eventos naturales.

Desde antes de la aparición del ser humano sobre la Tierra ya existían manifestaciones de diversos tipos en el planeta, lo que hacía cambiantes a los sistemas naturales, hasta que se estabilizaron como los conocemos actualmente, aunque estabilizarse es relativo, porque la edad geológica dista mucho de la edad humana. Por lo tanto, la naturaleza es cambiante y tiene que serlo, nosotros queremos una naturaleza viva. Tampoco se van a detener estos fenómenos con creencias espirituales o religiosas. Podemos decir que cuando desaparezca el Homo sapiens, la naturaleza seguirá manifestándose y cambiando.

Es cierto que muchos eventos naturales son consecuencias de la falta de programas de desarrollo de los gobiernos y el cumplimiento de acuerdos para reducción de aspectos contaminantes. La deforestación, la emisión de dióxido de carbono, los desechos sólidos sin manejo apropiado, la contaminación por diversos medios (trataremos estos en otro artículo), entre otros, son ejemplos de ello.

Conjugan aquí dos situaciones, una falta de programas gubernamentales que orienten a la sociedad y la mala práctica del ser humano sobre la naturaleza, no respetando sus principios y leyes o los propios eventos que la naturaleza expone. En el primero hay que hacer mucho énfasis al aspecto educacional, crear programas no transversales sino ciencias básicas dentro del currículo del estudiante, desde el inicio de su formación hasta el último año de estudios, inclusive en los doctorados. Además, la sociedad civil tiene que exigir a los gobiernos que cumplan con los acuerdos de Kioto y Río, para que se apliquen y se reduzca drásticamente la contaminación para detener el crecimiento del agujero en la capa de ozono.

La explotación de los productos renovables y no renovables, por intereses económicos de grupos empresariales, son los que más daño han hecho al ambiente y al desarrollo de la sociedad, en lugar de apoyar a las personas con necesidades las han sumido más en la pobreza y en el desalojo de sus tierras.

La explotación de nuestros recursos se hace sin un plan de sustentabilidad y sostenibilidad, por lo que crea un desequilibrio con la naturaleza que repercute negativamente en la vida de los seres humanos.

Los gobernantes no contribuyen a realizar un plan de desarrollo de país; sino actúan únicamente con el afán de enriquecerse.

El ser humano tiene que conocer las leyes de la naturaleza y dominarlas, pero en el sentido de aplicarlas para un beneficio mutuo. La sociedad tiene que cambiar, sino vamos directo a la destrucción del Homo sapiens.

Roberto Ganddini

Actualmente trabajo en la Universidad de San Carlos donde soy el director administrativo del Centro Universitario Metropolitano (CUM). De formación agrónomo y con estudios en Administración y Economía, así como un diplomado de Desarrollo Sostenible y Prevención de Desastres (FLACSO). Además, escribo para el periódico de la Universidad de San Carlos, especialmente sobre problemas de medio ambiente, pero también de carácter social, coyuntura actual y la problemática interna de la USAC.

Espiral

2 Commentarios

Marily 20/09/2017

Me gusto mucho la columna. La naturaleza tiene sus propias leyes y estas actuan per se. El papel del hombre debe estar encaminado a utilizarlas a su favor, pero es mucho el danho que le inflingimos aun utilizando el termino sostenible y nos esta pasando factura.

Julio César Santos 20/09/2017

Lùcidos comentarios y efectivo el resaltar la codicia de los politicos. Faltan ideas, principios. Buen análisis.

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