-Gil Zu | ENSAYO–
Nietzche afirma que no se separó de la vida y del ser humano en general. Su gloria radica a su infinita capacidad de escribir como vino. No fue pusilánime sino que tomó sobre sí todo lo que le fue posible. Lo que él quería era la totalidad.
Comprendió el infinito poder del mundo instintivo y se lanzó intrépido a la búsqueda de la alegría de vivir. Un dios y un demonio al mismo tiempo y exclamó «Yo te bautizo con el nombre de Dionisos».
Karlos o Carlos Mencos. Hermano de Roberto, con padres acomodados que lo enviaron por el mundo a las mejores universidades, en especial a Londres. Nos conocimos en la preparatoria cuando yo cursaba la primaria y Carlos se encontraba en la secundaria al lado de mi hermano El Tortugón. Respetuoso, erguido, talentoso que a través de los años incursionó en las Artes escénicas y fue director del Teatro de Arte Universitario –TAU– donde nos volvimos a vernos, yo como estudiante, teniendo a Zoilita Portilla como maestra de voz y dicción.
En las artes siempre existen envidias y no faltó quienes acusaron a Karlos Menkos de usurpar la Dirección del TAU, le pidieron que otra persona más joven lo reemplazara. Un columnista lo defendió desde las páginas de El imparcial aclarando que en ese momento el TAU era Karlos porque él había hecho del TAU su propia vida.
Me retiré del TAU habiendo aprendido mucho en aquellos radio teatros donde participaba con un elenco de nuestra escuela y donde Humberto Gonzales Juárez, propietario de Radio Nuevo Mundo nos abrió las puertas para difundir nuestras presentaciones. No nos volvimos a ver con Karlos.
Pasado algunos años inauguraron en la capital de Guatemala el Restaurante Pecos Bill, en la zona 9, que se hizo famoso por sus exquisitas hamburguesas con doble queso. Me encontraba en la puerta de entrada del restaurante cuando vi pasar a un hombre con barba llevando una mochila en el hombro seguido de una muchacha indígena. Pude identificar a esta persona y lo salude diciéndole «¡¡Karlos, qué gusto volver a verte!!!». Sonriendo me respondió «qué tal vos, te veo igual y soy de esas personas que no olvidan a sus amistades. Tengo presente a tu papá de traje completo con corbata, creo que trabajaba en la casa presidencial». Le respondí: «Sí Carlos, mi viejo fue telefonista del presidente, estuvo con Ubico y un año con Arévalo hasta que se jubiló. Pero decime ¿qué ha sido de tu vida?».
«Mis padres me mandaron a estudiar al extranjero, pero en todas esas selvas de concreto no me sentí bien. Londres es obscuro y París está lleno de Molinos Rojos. Pero fíjate vos que estuve en un lugar donde el promedio de vida es de más de 100 años. No hay contaminación ambiental, pocos autos y protegen el medio ambiente. La gente no sufre de tensiones porque es un pueblo tranquilo. Podes quitarte la sed en las aguas de un río que todos cuidan».
La tertulia la interrumpí para invitar a Karlos a degustar una hamburguesa con su compañera, él me comentó que era su mujer. Ingresamos a Pecos Bill para continuar la charla, cada hamburguesa tenía un costo de 0.25 centavos de quetzal.
Antes de despedirnos me participó que en ese momento vivía en un cerro situado en Los Cuchumatanes. «No llega ningún vehículo y tener que subir montado en un macho o a pie. Vivimos en una cabañita con una ventana donde podes divisar una caída de agua, los amaneceres y atardeceres. Desde esa vista tengo una mesita con mi máquina Royal para escribir mis memorias. A ver cuándo te decidís y te das una vuelta. Te va a encantar a vos que te gusta la poesía.»
Nos despedimos con un abrazo. El último abrazo a quien hoy escribo con el título Érase un tal Karlos Menkos Deká.
Hay escritores que se sirven de la mentira para poder alcanzar la verdad. El mejor homenaje de un escritor es leer su propia obra permitiendo ser calificado por otros mejores.
Gil Zu

Maestro rural y licenciado en Hitoria y Antropología. Poeta creador del género de poesía universal en verso. Miembro del grupo de escritores y poestas Saker Ti, Nuevo amanecer.
Un Commentario
Karlos Menkos es una leyenda viviente. Gil Zu con su estilo costumbrista nos detalla pasajes donde se conocieron y donde se despidieron por ultima vez. Me siento involucrada en esta Gazeta que es el renacer de aquella juventud talentosa surgida en la decada de 1944. Seria de suma importancia un Foro con participacion del elenco de intelectuales que colaboran en este nuevo Amanecer.
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