-Carlos Palacios | PUERTAS ABIERTAS–
La violentada historia política de Guatemala, tristemente se repite. Nuevamente vemos el engendro del ejército y la oligarquía manipulando dócilmente a ese sátrapa que bajo sus oscuras directrices coopta todas funciones del Estado, sin respetar sus funciones ajenas al Organismo Ejecutivo.
Esta cruel metamorfosis, atrapada en sus problemas personales, familiares y ahora de estado, comienza a dar frutos amargos por salir de su desesperación. En su angustia por resolver contra la ley señalamientos de corrupción personales, familiares y colectivos, a más de otros crímenes sexuales, por ejemplo, transgrede grotescamente leyes nacionales y acuerdos con organismos internacionales, por supuesto con la bendición de la simbiosis militar-oligarquía, que peligrosamente incrementa su deuda histórica y social para con el pueblo guatemalteco.
¿Pero, cuál es el objetivo de esas aparentes locuras apoyadas por esa asociación y otro montón de corruptos incrustados en el Estado?
Ellos están perfectamente conscientes de que de continuar la lucha contra la corrupción como la que ha venido haciendo CICIG, jueces probos y algunas entidades honestas, irían fácilmente a parar a la cárcel, y se ven en trapos de cucaracha, al no permitir que sus nombres se manchen, que dirán sus hijos, su familia, la sociedad, la prensa y lo más pesado para esta caterva es devolver bienes y dinero robados al Estado. Para evitar ir al bote -lugar que legalmente les corresponde- están alterando leyes para ajustarlas a su medida y cooptar -rellenar- el estado en todas sus entidades a fin de nombrar desde policías, jueces, magistrados, miembros de la Corte Suprema de Justicia, etcétera. Esto permitiría que el trámite de antejuicios, amparos y condenas, resultase favorable a estos criminales.
¿Cuáles son las opciones para los ciudadanos honrados de Guatemala?
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Exigir la renuncia del señor Jimmy Morales, en virtud de su ineficiencia como presidente, por tolerar rodearse de corruptos y hasta narcotraficantes, por no colaborar a erradicar la corrupción dentro del gobierno.
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Rebelión pacífica, mediante marchas de protesta.
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Exigir la disolución del Congreso de la República, convocando a elecciones de sus miembros por no más de 2 períodos.
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Exigir la presencia de la Cicig a un plazo no menor de 5 años.
Guatemala merece un mejor destino, ¿podemos seguir tolerando el engendro de dictador?
Carlos Palacios

Nació en la ciudad de Guatemala en 1943. Estudió en la Universidad de San Carlos, Economía, Auditoría y Ciencias Políticas, INODEP -Instituto Ecuménico para el Desarrollo de los Pueblos- dirigido por Paulo Freire (Q. E. P. D.) en París, Francia. Estudió en el College Cooperative de París.Fundador y Director por 5 años del programa radial Destellos de América, difundido por Radio Universidad de Waterloo, Ontario.
Un Commentario
Todos escribimos, decimos, gritamos, y tiramos líneas; pero……..NADIE propone nada concreto ni la forma, solo repetimos como loros lo que escuchamos con esos tan mediocres medios de comunicación, mal leemos en las redes sociales, pero como dice el dicho: solo ruido y nada de nueces, nada concreto, nada decisivo, solo jugamos a la repetidora y así, desde que tengo uso de razón se la ha pasado el pueblo y el tanate de pseudo líderes que solo quieren salir en los mediocres medios de comunicación y mas bla bla bla y esto no se acabará.
Ante esto, solo emulando a los que ya se fueron (o los fueron) podríamos valieron la pena porque demostraron su valor ofrendando sus vidas tan valiosas, podríamos reiniciar una reivindicación como País; lo demás es seguir engañándonos hasta nosotros mismos.
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