Vinicio Barrientos Carles | Política y sociedad / PARADOXA
La polarización es un proceso por medio del cual se establecen características en los elementos integrantes de un determinado conjunto, produciendo una partición en el mismo. Las partes en las que resulta segmentado este conjunto, los polos, se consideran opuestas respecto a una cierta propiedad. Desde cierto punto de vista, un sistema de cierta complejidad puede polarizarse mediante la aparición de atractores, que de alguna forma gobiernan la evolución temporal del mismo. Así, un sistema con muchos grados de libertad tenderá a generar polos.
De esta guisa que afirmamos que una sociedad se ha polarizado respecto a un determinado tema, si se han formado dos o más grupos de opinión que resultan incompatibles entre sí. Este es un fenómeno natural. Lo vemos en algún deporte de gran impacto, como el fútbol, en donde, aunque sean muchos los contendientes iniciales, siempre se generará en el largo plazo el aparecimiento de dos favoritos que derivarán en la escisión de las grandes audiencias.
En la naturaleza, la polarización se observa en el estudio de variados tipos de sistemas, destacando la polarización electromagnética. En un imán, producto de la magnetización, se identifica a los polos como los extremos en los cuales la fuerza de atracción será mayor. Aunque el imán sea partido, siempre aparecerán dos polos de donde emanará un campo magnético autónomo.
De la anterior situación, así como de la acepción de los polos geográficos, la idea de polarización nos mueve al imaginario de contraposición, de lucha y de conflicto, reflejado en algunas teorías sociales que tratan de explicar la dinámica política de la humanidad, o en otras relativas a la dimensión mental, que explican justamente una posible dialéctica en la psiquis individual o colectiva.
Por otro lado, el fenómeno humano actitudinal por medio del cual una diferencia de opinión se hace más extrema a medida que se presentan pruebas por las partes en conflicto, ha sido denominada polarización de las creencias. La sola interacción social libre entre las personas producirá, en el mediano y largo plazos, este antagonismo, generando extremos –polos– de opinión.
Las investigaciones indican que esta radicalización actitudinal proviene en un sistemático error de tipo cognitivo, denominado sesgo de confirmación, el cual se presenta en el razonamiento inductivo simple del pensamiento cotidiano. Este sesgo confirmativo consiste en una tendencia natural a favorecer y priorizar la información que confirma las propias creencias, otorgando desproporcionadamente menos valor a cualquier otra posible alternativa.
Así, la polarización es un fenómeno ordinario que debe ser comprendido como parte de la dinámica de los sistemas mismos. Empero, dentro del contexto de la polarización política, es necesario distinguir dos situaciones contrapuestas. Una primera que establece una respuesta polarizada que proviene de las propias percepciones y opiniones, lo cual genera madurez y desarrollo, como es el caso de un sano espectro político que posibilita diferentes posturas ante un mismo problema.
Sin embargo, existe otro tipo de polarización que es producida por factores externos, sea por medio de giros históricos, a través del sesgo mediático o simplemente por la manipulación de fuerzas externas que inciden drástica y poderosamente en el pensamiento popular. Entonces los polos son una consecuencia estructural de la prisión en la cual se coloca a los elementos del sistema, que privados de la libertad de criterio, deben acomodarse de acuerdo a la perspectiva que una única propiedad prestablecida les dicta.
Este único eje de posicionamiento representa un reduccionismo acrítico, el cual no puede sino ser interpretado como una enfermedad social. Cuando un sistema, dinámico por naturaleza, se torna estático y se petrifica, producirá elementos muertos, atados a circunstancias que ya no se encuentran vigentes. Este tipo de crisis sociopolíticas propenden al abandono de los criterios y del principio de realidad, dejando las puertas abiertas para una fácil manipulación de las masas.
Un caso icónico de este reduccionismo aberrante y enfermizo es aquel que minimiza el posible dinamismo espectral y multidimensional de la política, circunscribiéndolo a esa polarización denominada «izquierda y derecha», de la que todos hablan y de la cual ameritará un posterior y exclusivo tratamiento.
La noticia de la muerte del general Efraín Ríos Montt ha evidenciado que, más que fragmentados, nos encontramos heridos gravemente por una guerra y una confrontación interna que nos destruye, quizá ahora más que antes. Debemos, como primer paso, superar el discurso de odio, que paradójicamente pregonan hoy algunos firmantes de nuestros Acuerdos de Paz. Debemos superar la tragedia ideológica que heredamos de la Guerra Fría del siglo pasado, pero ante todo, debemos luchar con todas las fuerzas por superar las nefastas consecuencias que en carne y sangre propia hemos sufrido.
En forma paralela a la necesidad de una cultura de legalidad, resulta urgente e imperativa la construcción de una cultura de paz, en un sentido positivo. Nuestra salud mental colectiva depende de ello, de combatir y eliminar esta polarización enfermiza que nos impide ver la realidad tal cual es y que nos tiene prisioneros de un pasado del que no alcanzamos a escapar.
Guatemala tiene una oportunidad. Debemos aprovecharla, sin titubeos. No será fácil, y algunos procesos de sanación serán extensos, posiblemente dolorosos, pero, y en esto debemos enfocarnos, estamos ya dando los primeros pasos.
Imagen principal editada por Vinicio Barrientos Carles.
Vinicio Barrientos Carles

Guatemalteco de corazón, científico de profesión, humanista de vocación, navegante multi-rumbos… viajero del espacio interior. Apasionado por los problemas de la educación y los retos que la juventud del siglo XXI deberá confrontar. Defensor inalienable de la paz y del desarrollo de los Pueblos. Amante de la Matemática.
4 Commentarios
Excelente aporte Vinicio; el transito hacia la paz tiene sus bemoles y los esgrimes de forma clara. Estamos a tiempo, adelante con este esfuerzo que en algún momento debíamos iniciar y apuntas el ahora, en este momento que se dan los primeros paso.
Gracias Mario por tus amables apreciaciones, que las tomo con la profundidad que acompaña tu pensamiento y tu reflexión crítica. Mis disculpas por no haberte respondido en su momento. Ahora estoy retomando esta actividad y he visto tu comentario. Recibe un abrazo fraterno y cordial.
Buen artículo Vinicio. Ojalá algún día te decidas a escribir un libro. Tienes talento para eso y más. Tienes la obligación de contribuir con ese talento para guía y beneficio de muchas personas
Hola Mauricio. Te saludo en la distancia, que ahora se nos acorta con todos los medios electrónicos de que disponemos para estar en contacto. A leerte, tomo tus palabras y agradezco tus finas apreciaciones sobre mi persona, compartiendo sobre el tema de la responsabilidad, la cual debe movernos a la acción y la trascendencia, en las humildes posibilidades de nuestras esferas de influencia. Mis disculpas por no haberte escrito antes.
¡Recibe un saludo afectuoso y un abrazo fraterno!
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