Elmar René Rojas

-Jaime Barrios Carrillo / SIGNOS

Ha muerto Elmar René Rojas. Aunque no inesperado por la enfermedad que padecía, sí tempranamente, teniendo en cuenta la vitalidad creativa, las ideas, las visiones estéticas y sociales de este gran pintor, escultor y arquitecto hispanoamericano. Y decimos hispanoamericano por la dimensión transnacional, incluyendo España, Europa y Estados Unidos de este magnífico, prolijo y original artista nacido en la población de San Raymundo de Peñafort en 1942 y que llegó a obtener en 1989 el Premio Iberoamericano «Cristóbal Colón», entregado personalmente por Juan Carlos de Borbón, rey de España, en Madrid. Ese mismo año le había sido también concedido el Premio «Camilo Mori» de la IX Bienal de Arte de Valparaíso, Chile y fue galardonado por la organización norteamericana Mid America Arts Alliance con el Premio Mundial «15 mejores artistas del mundo».

Elmar René Rojas comenzó ejerciendo su profesión de arquitectura pero pronto el arte lo atrapó por completo, o él con su genio atrapó al arte. Resultó decisivo el grupo Vértebra, fundando por Rojas, Roberto Cabrera y Marco Augusto Quiroa. Con Vértebra se reiniciará una búsqueda estructurada y programática de los lazos entre la historia y la utopía. De los caminos al futuro y las sendas del pasado. Fue también un arte contestatario que reclamaba justicia y libertad. Los vertebristas, Roberto Cabrera, Elmar René Rojas y Marco Augusto Quiroa retomaron en los territorios de la plástica, la constelación ontológica y genérica de lo guatemalteco y por ende de las raíces de nuestro continente latinoamericano, producto de la piedra olmeca y el hacha visigoda. De los héroes anónimos que lucharon contra injusticias y arbitrariedades, desde la Conquista hasta la caída de muchos dictadores. Y antes de la Conquista, desde Xibalbá hasta el ascenso de los 400 muchachos al firmamento, según el libro nacional de Guatemala, el Popol Wuj. Se trata de un arte con raíces propias, con identidad.

Con Vértebra se refunda la pintura guatemalteca y a la vez se reincorpora la raigambre histórica y cultural de América y España. La pintura guatemalteca no es de esta manera una extensión más de las corrientes europeas o norteamericanas, adaptadas localmente. Tampoco un arte folklórico, distinguido por su colorido y organicidad telúrica. No. Hablamos de estilos y caminos. De expresiones y comuniones. De contrastes y enlaces entre la tradición y la ruptura. Entre el ser y lo que debe ser. Entre el presente y la utopía.

Vértebra vuelve al interés por lo popular. Y a lo prehispánico. Asimismo a los elementos inmediatos del entorno: la violencia, el militarismo, la alienación. Es también y después de las experiencias del Saker-ti en Guatemala, el primer grupo que lanza un manifiesto y se propone un ideario basado en la búsqueda de la modernidad, la justicia social, la identidad y las raíces. La revaloración de la tradición, al mismo tiempo que se enfatiza en la sociedad futura y los cambios. Llevaron a México una excelente producción que recibió el apoyo de visitantes y críticos. Como una agradable sorpresa que daba Guatemala. Porque, y esto es típico entre todos los latinoamericanos, se sabe siempre más de los que pasa en Europa y Estados Unidos, que lo sabemos de nuestros vecinos.

Elmar René Rojas nos deja un legado invaluable. Como artista, político y ciudadano. Fue el primer ministro de Cultura con el retorno a la democracia. Nunca perdió el interés por el desarrollo integral de su país. Como artista plástico es de una originalidad prodigiosa. Un hacedor de formas y colores. Una obra pictórica marcada por la maestría cromática. El realismo mágico es vertiente fundamental para entender el conjunto de su obra. Un verdadero continuador de Miguel Ángel Asturias en el terreno de la plástica.

La partida de Elmar René Rojas deja un enorme vacío. América Latina pierde a uno de sus grandes artistas plásticos contemporáneos. Personalmente lo lamento mucho por haber sido parte de mi formación, de mi imaginario, de mis intereses estéticos. Mi padre, Jaime Barrios Peña, escribió en su libro sobre pintura guatemalteca unas palabras que merecen hoy citarse, pues cumplen la función de un homenaje:

En Elmar René Rojas la travesía de recuerdos vivos no requiere acudir a las descripciones obvias. Su misterio, su saber no sabido, es la tierra nutricia y palpitante y de su propio mundo de donde solo sale para universalizarse.


Fotografía principal tomada de Diario de Centro América.

Jaime Barrios Carrillo

Columnista, escritor, investigador, periodista nacido en 1954 y residente en Suecia desde 1981, donde trabajó como coordinador de proyectos de Forum Syd y consultor de varias municipalidades. Excatedrático de la Universidad de San Carlos, licenciado en Filosofía y en Antropología de las universidades de Costa Rica y Estocolmo.

Signos


Un Commentario

Byron Titus 20/02/2018

Elmar Rene, maestro. Es la hora del chocolate a la vertebra -en jicara, Los maestros Quiroa y Cabrera lo esperaban, estan felices por su llegada. Alli esta su lugar alrededor de la fogata. Nosotros hinchados de orgullo y agradecidos por su breve paso por esta nuestra atormentada patria, cada vez mas huerfana que ayer.

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