El Viejo Continente y las migraciones: una historia que da vergüenza

-Carla Sandoval Carrillo / UBUNTU O NUESTRA HUMANIDAD COMPARTIDA

Migrar a Europa o a algún país de la Unión Europea, para ser más específico, ya que la UE no tiene una política común en cuanto a migraciones, es hoy en día un proceso hipercomplicado en el mejor de los casos, si eres una persona con altas calificaciones y adinerado, o un proceso que te lleva a la sobrevivencia en campos improvisados o a la muerte, en el peor de los casos. Esto último es la realidad para la mayoría de personas que huyen de guerras y pobreza, buscando protección o una vida mejor en estos países que han respondido con represión, discriminación, explotación y criminalización de las personas migrantes.

En los últimos 5 años, más de 15 000 personas han muerto en el mar Mediterráneo solamente. Recuerdo que en 2015, casi a diario se veían noticias de naufragios, imágenes insostenibles e inhumanas de hombres, mujeres y niños muertos ahogados, tirados en las playas de Grecia, España o Italia. Playas turísticas donde los europeos con medios económicos suelen ir de vacaciones.

Balsa con migrantes en el mar Mediterráneo. Fotografía tomada de Sene News.

Pero Europa no quiere compartir su opulencia. Europa no quiere saber de migrantes. Europa se vuelve a atrincherar y trata por todos los medios de mantener fuera de su territorio a estas personas que buscan un lugar donde vivir una vida digna. No les importa si por ello tienen que hacer acuerdos poco éticos con países como Turquía, donde los derechos Humanos son más que tomados a la ligera y que ha aceptado detener a los migrantes por todos los medios posible. Europa invierte millones en ‘asegurar’ sur fronteras con programas como Frontex, invirtiendo en tecnología de punta para el control total de cualquier movimiento transfronterizo, también de los propios ciudadanos europeos, sin importarle asuntos de privacidad o de respeto de los derechos humanos. Este programa y otros similares ni siquiera son aprobados por los parlamentos de los países de la EU. Hablemos pues de democracia.

Europa habla de ‘invasión de migrantes’ desde que en 2010, personas huyendo, sobre todo de las guerras en África Subsahariana y en el Medio Oriente, empezaron a buscar refugio y protección en Europa. Las élites políticas y económicas europeas, y con ellas los medios de comunicación, han recuperado el tema de las migraciones, desinformando al público, ya que en verdad, 3/4 de las personas migrantes que huyen de la guerra, la pobreza o las catástrofes climáticas se quedan en su país, como personas desplazadas internas, o en países limítrofes que acogen a la gran mayoría de ellos. Europa no acoge más que un porcentaje mínimo de todas estas personas migrantes.

En 2015, ante las olas crecientes de migrantes y las condiciones infrahumanas de las personas migrantes atrapadas en las costas de Italia y Grecia, Europa abre sus fronteras a menos del 30 % de ellas y pone en pie un plan de repartición, en el que cada país de la UE se compromete en acoger una cuota acordada de migrantes (en total, 120 mil migrantes). Hasta la fecha, solo un país ha cumplido con su cuota, Malta. Todos los demás, sobre todo los países del este de Europa (países excomunistas) que se negaron simplemente a acoger migrantes, no han cumplido con su cuota. Bélgica por ejemplo, debía acoger 2 450 personas migrantes y solo ha cumplido con el 25 %. Estamos hablando de uno de los países más ricos del mundo.

Campo de migrantes en el parque Maximilien en Bruselas. Fotografía tomada de La Libre.be.

Y ya que vivo en Bélgica, les comparto cómo este país ha estado tratando el tema de la migración. En primer lugar, el ministro federal responsable de las migraciones, Theo Francken, es un tipo con amistades y vínculos con excolaboradores y simpatizantes nazis. Es un misógino, racista y xenófobo quien en su último tweet habló de ‘limpiar’ el parque donde personas migrantes residen desde hace varios meses en espera de poder seguir su ruta hacia el Reino Unido y donde la policía hace razias periódicas, destruyendo y robando las pocas pertenencias que estas personas tienen.

Este tweet, así como varios otros de la misma índole, levantan crítica e indignación de ciertos políticos y población solidaria y progresista. Pero el tipo sigue imperturbable en su puesto. Es más, hace poco se supo que llegó a un acuerdo con el gobierno Sudanés, dirigido por Omar El-Bechir, a quien la Corte Internacional Penal emitió en 2010 una orden de detención por crímenes de guerra, para que enviara una delegación a identificar personas provenientes de ese país que tratan de sobrevivir en parques y estaciones, con el fin de poder repatriarlas.

Estamos pues al borde de una Europa que promueve políticas fascistas, racistas y xenófobas en forma abierta y aceptada. Una Europa que amalgama de manera consciente y malévola migrantes con terroristas. Una Europa que no quiere aprender del pasado. Una Europa que da vergüenza. Una Europa donde duele vivir como migrante.

Carla Sandoval Carrillo

Soy una Guatemalteca que no es de aquí ni de allá. Politóloga formada en Bélgica donde resido actualmente. Feminista convencida y con ganas de aportar a los debates fundamentales que contribuyen a garantizar el Estado de derecho, los Derechos Humanos y a agudizar el espíritu crítico tan necesario en estos tiempos actuales.

UBUNTU o nuestra humanidad compartida

2 Commentarios

Kelly 08/10/2017

Muy bien explicado el panorama actual. Considero importante concientizar e sensibilizar de un lado a la Union Europea, a lod migrantes que alli viven y tambien informar a los personas que deseen venir, prevenir para no lamentar!
Pero sobre todo observar y actuar por la mujetes migrantes que es el la parte mas fragil e injusta de esta situacion. Carla sigue adelante, sigue escribiendo…

Julio César Santos 07/10/2017

Excelente artículo que nos pone a meditar sobre el gran problema de la migración forzada y la necesidad de solidaridad humana en los países europeos. Felcitaciones.

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