El triunfo en las urnas de la Alianza de Oposición contra la Dictadura en las elecciones en Honduras

-Hector Leonel Aguilera Montoya / HONDURAS Y SU ACTUALIDAD

Honduras le apostó el 26 de noviembre a un proceso electoral inédito y atípico. Diez fuerzas políticas se confrontaron por la toma del poder, en dos tendencias bien marcadas: una derecha ultraconservadora representada en el Partido Nacional y un centro izquierda representado por la Alianza de Oposición y el Partido Liberal. El país viene de una vocación electorera desde 1982. Aún en el 2009, con el golpe de Estado a Manuel Zelaya Rosales, las elecciones no dejaron de practicarse, resultando ganador el Partido Nacional, quien desde el 2010 ha gobernado el país.

El espectro partidario en Honduras está compuesto por 10 partidos legalmente inscritos. El Partido Liberal es el más antiguo del país, fundado en 1891 y que hasta el 2009 había compartido el poder en un “bipartismo” junto al Partido Nacional, que surgió de una escisión liberal en 1902 y que hoy le está apostando a una reelección ilegal e inconstitucional. Estos dos partidos políticos se habían alternado el poder junto a los militares durante la vida política de Honduras.

Para finales de la década de 1960 y principios de los 1970, surgen el Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH) y el Partido Innovación y Unidad (PINU), con una base y orientación social muy marcada por los movimientos campesinos y progresistas. Estos dos partidos nunca captaron ni el 1 % del electorado históricamente, y su tendencia a es la desaparición.

En la década de los noventa surge, después de la Guerra Fría y toda la persecución a la oposición política, el partido Unificación Democrática (UD), un partido de izquierda que nunca alcanzó ningún caudal político con el electorado. Después del golpe de Estado de 2009 surge Libertad y Refundación (LIBRE), Partido Anticorrupción (PAC), Frente Amplio Electoral en Resistencia (FAPER), Alianza Patriótica del general Romero Vásquez Velásquez y en 2015 el Partido VAMOS.

En mayo de 2017 se conforma una Alianza Libre-PINU y Salvador Nasrralla, que había fundado el Partido Anticorrupción del cual fue despojado por el Tribunal Supremo Electoral, aun cuando en las elecciones de 2013 este partido político había obtenido un tercer lugar con casi medio millón de votos.

En las elecciones del domingo 26 de noviembre los medios corporativos declararon con encuesta de boca de urna que el actual presidente de la República Juan Orlando Hernández, quien busca la relección, había aventajado a Nasralla. De igual manera, la Alianza se declara ganadora con las actas que los representantes de mesas electorales habían enviado al partido, todo ello ocurría producto de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no salía a dar los resultados preliminares, ya que había sido costumbre en Honduras que a las 7:00 p. m. del día de las elecciones siempre se iban presentando las tendencias. La sospecha de la población era que el Partido Nacional, representado por el presidente de la República, estaba perdiendo las elecciones. El TSE salió hasta las 2:25 a. m. presionado por la comunidad internacional y los mismos partidos a presentar los resultados, en ese momento la Alianza de Oposición contra la Dictadura con su candidato Salvador Nasralla iba ganando las elecciones. En este primer conteo Salvador Nasralla había obtenido 855 847 votos, lo que representa 45.17 % de los sufragios, frente a 761 872 que representa el 40.21 % para el actual presidente del país y candidato del Partido Nacional.

A partir de ese momento el TSE entró en un silencio sospechoso, despertando entre la población un sentimiento de que se está fraguando un fraude electoral a favor de Juan Orlando Hernández, pues el TSE es manejado desde la Presidencia de la República y el magistrado presidente es nacionalista. Ese sentimiento cobra fuerza porque Honduras vive una crisis y pérdida de institucionalidad democrática, pues Juan Orlando Hernández controla los tres poderes del Estado a su antojo, además de varios entes, incluida la Fiscalía de la República.

La población en general tiene mucha desconfianza en el TSE y en sus magistrados, porque plantean que aún no hay tendencias y que van a introducir hasta la última acta para declarar al ganador. Ese silencio de dos días ha sido sospechoso pues el Partido Nacional ha llamado a sus bases a salir a las calles y plantean que al final del conteo ellos resultaran ganadores.

Unos de los magistrados del TSE, el abogado Marco Ramiro Lobo valientemente salió a la palestra pública ante medios nacionales e internacionales a declarar que la tendencia es favorable para Salvador Nasralla y que es irreversible, pero los activistas y líderes del Partido Nacional insisten en que se va a revertir, cosa nunca vista en Honduras.

El TSE volvió a retomar el ingreso de datos para la planilla presidencial hasta el martes 28 de noviembre, y al miércoles 29 la distancia de 5 % se ha reducido parcialmente de manera mágica a 1 %. Pues, por mandato del presidente del TSE de filiación nacionalista y como estrategia para levantar los ánimos en los adeptos del presidente Hernández manteniendo las expectativas de triunfo para que cuando monten el fraude salgan a defender un “triunfo de Hernández”, solamente se está alimentando el sistema con los votos obtenidos en las zonas donde el presidente Hernández ha ganado, dejando de lado los departamentos donde la Alianza triunfó. El Partido Nacional y la Alianza tienen convocatorias para salir a defender el triunfo y eso está generando intranquilidad y zozobra en la población, por ejemplo, muchas instituciones han suspendido actividades producto de la tensión política que se vive en el país provocada por no querer aceptar que Salvador Nasralla ha vencido en las elecciones.

Ante toda esta intentona de fraude, el Partido Liberal con su candidato Luis Zelaya ha reconocido el triunfo de Nasralla y ha salido junto al virtual presidente electo a dar una conferencia de prensa reconociendo los resultados conforme a las actas que tienen los dos partidos políticos. Hernández está quedándose solo, porque los otros partidos bonsái no llegan ni todos juntos a 1 % de los votos del electorado. El panorama se vuelve complejo ante un posible fraude y se avecina una crisis política en el país.

Aunque el triunfo de la oposición en Honduras ha generado muchas expectativas, ya que puede recomponer y restablecer la institucionalidad democrática del país, también genera zozobra pues el Partido Nacional está atrincherado buscando que la reelección que fue negada por el pueblo pueda ser impuesta mediante el fraude y la manipulación. Para ello cuentan con el TSE que no es imparcial, las Fuerzas Armadas y los medios corporativos que en otras ocasiones con menos del 40 % ya habían reconocido al presidente electo, pero esta vez, por tratarse de una ruptura del sistema de elección y no afín a sus intereses económicos, pretenden esperar a que la tendencia se revierta.


Fotografía cortesía de Hector Leonel Aguilera Montoya

Hector Leonel Aguilera Montoya

Profesor en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), de Tegucigalpa Honduras. Maestro en Ciencias Sociales por la Flacso Guatemala. Ha trabajado temas sobre el sistema educativo nacional, resiliencia, violencia, así como temas culturales, y políticos.

Honduras y su actualidad

6 Commentarios

Jacobo Vargas Foronda 29/11/2017

Es muy triste y duro ver que para los paises del llamado triangulo del norte la tendencia, orientacion y confirmacion de regresar a los tiempos de regimens de extrema derecha disfrazados de «democraticos» es nuevamente la orden imperial. No olvidemos que el tal Juan Orlando Hernandez tiene el beneplacito del imperialismo made in usa desde la ejecucion del Golpe de Estado contra Zelaya en el 2009. No se trata de que el «TSE, las Fuerzas Armadas y las elites economicas esten, o pretendan, esperar que la tendencia en favor del ganador, Salvador Nasrralla, se revierta». Todo indica la consumacion de un macabro fraude electoral para afianzar la presencia de los regimens de extrema derecha hiper neoliberal y fuertes apostadores por la remilitarizacion del triangulo del norte en America Central, y por lo tanto, el revertir la informacion oficial para darle el fraudulento triunfo a Hernandez se esta fabricando y su primer indicador fueron los tales saludos de felicitaciones del erroneamente llamado «Lenin» en Ecuador y el corrupto jimmy en Guatemala.

Luis Pedro 29/11/2017

Apoyamos la democracia popular en Honduras .Lamentablemente mucho indica ue se va a cometer un fraude a favor del oficialismo corrupto.

Ody Jose Valerio 29/11/2017

Excelente reflexión maestro.

Wilson Flores 29/11/2017

el pueblo pide democracia..
no a la reelección

Carlos Héctor Sabillon 29/11/2017

Excelente análisis amigo y Exalumno. Muy objetivo, sobretodo para los amigos del exterior.

wilfredo 29/11/2017

Interesante posición, más claro imposible

Dejar un comentario