El poder de transformar

Rita Ma. Castillo | Literatura/cultura / SOMOS ARTE

Transformar… «Hacer que algo cambie o sea distinto, pero sin alterar totalmente todas sus características esenciales» …transformar, una palabra que estuvo muy presente en mi cabeza en estos últimos días que tuvimos la oportunidad de ir a pintar a Champerico durante el fin de semana, con un proyecto al que pertenezco, el cual está conformado por varios artistas, tanto muralistas como grafiteros. Como siempre, fue toda una aventura, entre risas, pinceladas, calor, muchas palabras de ánimo de las personas del lugar, gestos amables, niños curiosos y arte, sobre todo. Debo decir que siempre es muy alegre la experiencia con este grupo, cada lugar es tan diferente, cada persona reacciona tan distinto, a veces es todo amor, la gente alegre porque transformemos un espacio se emociona con el proceso de ver como los murales van dando vida a sus paredes. Otras veces es todo lo contrario, recibimos comentarios ofensivos y en cierta parte es lógico, ya que estamos cambiando algo que toda la vida han conocido igual. En fin, nunca sabes cómo van a reaccionar, solo sabes que llegas a cambiar un espacio, y como todo cambio en la vida trae sus consecuencias, trae reacciones, estás alterando algo que siempre estuvo de la misma manera, lo estas transformando.

Siempre es interesante ver como un espacio va cobrando vida cuando le agregas color a sus paredes. Es todo un proceso, como todo en la vida. Empieza con un blanco total, un reto gigante, a veces el espacio es diferente a como te lo habías planteado, no tenés control sobre el clima, a veces la pintura no es la que habías solicitado porque te cambian los colores, o a veces simplemente no todo empieza a salir como querías, te toca improvisar, te toca cambiar de plan.

Y así es la vida. Justo eso estaba pensando con esta experiencia. Llegás a un lugar que no conocés, o te ves en un momento en la vida en que no sabes cómo llegaste ahí, o por qué te toca vivir cierta situación y te percatás que lo que habías avanzado no está, te toca empezar de cero, se te vuelve a dar un lienzo en blanco, te cambian la jugada, te alteran los colores y te percatas que toca improvisar con lo que tenés, que no siempre es lo que querés, pero es lo que hay, y toca ver cómo enfrentas el reto. Como muralista puedo decirles que los principios de pared siempre son complicados, algunos toman muchísimo tiempo, pero cuando lográs empezar y agarrás ritmo, sabés que estás adentro, sabés que lo vas a lograr. Y así es todo, cuesta dar el paso de valentía, cuesta siempre emprender o empezar algo, pero cuando empezás a ver que va tomando forma, el miedo se empieza a ir y solo queda la emoción de la transformación, el ver lo que un espacio era y lo que estás logrando que sea.

Sabés que un espacio no va a ser nunca el mismo, sufrió un proceso de cambio, pero, como lo mencioné al principio, la transformación altera algo, lo cambia, pero siempre respeta sus características esenciales, porque por más pintura que le pongás a una pared, la pared seguirá siendo pared, pero sufrió un cambio, pasó su proceso, le dieron vida y es un cambio notorio, es un cambio relevante, y como el arte urbano muchas veces puede tardar años en una pared y en ocasiones está ahí por poco tiempo, pero sea como sea, la pared no vuelve a ser la misma.

Champerico y estos últimos días han traído tanta transformación y meditación a mi vida, que no podía dejar pasar este espacio para expresarlo, porque muchos necesitamos ponerle color a nuestra «pared» (vida), necesitamos pasar por un proceso de cambio, que asusta al principio, pero son cambios que si vos no los hacés, nadie los va a hacer por vos, y como en todo proceso de transformación vos vas a seguir teniendo tu esencia, pero tu vida seguro nunca será la misma, será mejorada, será más colorida, será alterada.

Para terminar este espacio de vivencias por medio del arte, proyectos y locuras, justo antes de venirme, al pasar tomando la foto del mural realizado para mi portafolio, me topé con don Julio, un señor de aproximadamente 65 años, y me dijo: «Yo soy de Champerico, he vivido toda mi vida acá y desde que me recuerdo no había visto a nadie que viniera de la capital a poner a mi Champerico tan lindo», me dio la mano y me agradeció. Don Julio inspiró estas líneas, alteró algo en mí, aportó un grano a mi proceso diario de transformación.

Alteremos espacios, vidas, paredes y lo que tengamos en nuestro paso, seamos agentes de transformación, agentes de cambio.


Fotografía por Rita Ma. Castillo.

Rita Ma. Castillo

Diseñadora industrial, apasionada por el arte, con ojos curiosos, corazón colorido, coleccionista de historias, relatos y vivencias con extraños. Descubrí el arte como una herramienta sanadora, como una medicina, dicen que las cosas llegan a la vida cuando deben llegar y a mí el arte me encontró y me rescató. Vivo de eso, y amo haber encontrado mi propósito de vida en ayudar al prójimo por medio de mi tesoro, por medio de mi arte, aprendo cada día y me nutro de color, historias y trazos.

Somos arte

Un Commentario

Rita de Castillo 04/05/2018

Preciosa inspiracion la vida rs una continua inspuracuob, tus notas me lkenan de animo y esperanza. Te amo hija

Dejar un comentario