El país de las ilusiones

Luís Eduardo Ramírez | Arte/cultura / ¡QUÉ FUSAS!

Pareces muy pacífico y muy bueno, parece que no quieres hablar con nadie, y que ves a los demás como males necesarios. La cuestión de si eres egoísta te surge muy raras veces, porque, acostumbrado a tener lo que quieres, eso te resulta imperceptible. A ti nadie te pone límites, y quieres sentirte bueno dándole a las personas o los países lo que no necesitan.

Tu paisaje es hermoso y es monótono, como las rutinas de tus ciudadanos y el sol se te ofrece poco durante el año. Sientes conmiseración hacia otros países y culturas, y te das baños de tolerancia, pero alternas esto con cierta arrogancia y con cierta seguridad de creer tener los valores exactos y correctos. Te sientes viejo y apacible, te sientes libre.

Acostumbrado a escuchar las mínimas críticas, no reflexionas tus valores, sino que los impones o los transportas. Víctima de cierta belleza superficial, te has afeado por dentro y, teniendo tanta inteligencia e instrucción, te has vuelto torpe en lo elemental y el sentido común.

Te sientes bien de entregar laureles y de los rituales solemnes, ya no en las iglesias tanto, como en las academias y se te rinde pleitesía por tus premios y dádivas. A tus mentes disidentes las haces invisibles tal anatema, y les niegas imprenta y divulgación. Así, criticas tiranos lejanos y ves espigas en ojos ajenos, pero ignoras la viga que no solo tienes en tus casas, sino en tu ojo colectivo.

Diosa de cabellos de oro que pareces tan bella, que quieres convertirme en animal, deja el espejo y las flores que te adornan por un rato e intenta ver desde los ojos negros y de tierra color las pieles, las ideas y la percepción de valores nuevos y distintos, tal vez más antiguos y quizá tan buenos o mejores que los tuyos. Sal de tus salas secretas, de tus rocas profundas, sal de en medio de los inmensos bosques, sal del centro de la Tierra.

Tú propones e inventas el artefacto para salvarte a ti mismo y… ¿y no es eso egoísmo?

Tú logras el pacto que a ti te beneficia, tienes todo controlado y nada pasa del nivel de tus coníferas. No te planteas si hay utilidad en servir de tonto, si fuera ese el caso. Pero tú confías en tus números, seguro de que es imposible manipularlos, y a ratos has pensado aquello que bello es para ti, lo es para los demás. Yo veo una fisura en tu bella columna de mármol blanco, y planteo esta metáfora seguro de que la entiendes y de que no la entiendes, conociendo tu adicción al plan, a la lógica y a lo práctico, sé que te frustra cómo planteo las cosas que veo.

No eres tan bello ni tan perfecto como te crees o te dicen, tal vez por eso le rehuyes al encuentro. Tienes un defecto, pues, al creerte perfecto, aunque no lo digas, no puedes corregir el desperfecto. Tú para todo tienes un diagnóstico y una clasificación, te esfuerzas por prever y que nada falle, pero se te olvida un detalle… para que algo talle, no hay que agrandar el talle, sino bajar de peso.

No será todo crítica para ti, porque hay que decir que tienes cosas buenas. Estás presto a escuchar y haces un esfuerzo por la empatía, aunque desde cierta apatía y siempre defendiendo tu espacio. Y es curioso que respecto al espacio, tú respetas el de los demás y a todos das su espacio, tanto que los que piensan como tú viven muy cerca de ti y no les falta nada, ni pasa nada; y los que no piensan como tú, tienen sus barrios enteros en donde tampoco falta nada. Integra su infraestructura y su mobiliario urbano, una biblioteca y cerca un mercado… pero faltas tú. Pero, como hemos dicho, tú das su espacio a los demás y tú, el tuyo tienes.

Por eso el título del país de las ilusiones, parece que todo funciona, parece que todo convive y parece que todos están de acuerdo. Hay un hilo conductor entre todo esto y tiene forma de papel, le llamamos dinero.


Luís Eduardo Ramírez

Todo lo relacionado con «el uso de los dedos y lengua» es lo mío, y cuando digo esto, me refiero al gusto por las armónicas en tonos C, D, G y A. Y claro, los instrumentos de cuerda, sean pulsadas o frotadas, además de aquellos de acción de tecla. Por otro lado, el interés por las coyunturas, las culturas y la música.

¡Qué fusas!

Correo: jails817@gmail.com

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