El oráculo del mundial

-Carlos Castro Furlán / EL SUEÑO POSIBLE

Mis queridos amigos, estamos a tan solo 5 meses de que inicie el Campeonato Mundial de Futbol en Rusia, el cual es el evento deportivo de mayor afición en todo el mundo. Según estimados de la FIFA, el mundial de Brasil del 2014 alcanzó la cifra de audiencia de 3 500 millones de horas en televisión más 280 millones en internet [1] siendo el evento deportivo de mayor importancia a nivel mundial.

Hoy me atreveré a adelantar los resultados de esta gesta, en mi muy personal apreciación, y sepan que aún y cuando me considero conocedor de esta rama del deporte, mi pronóstico no está exento de mis preferencias y de la admiración que tengo por las selecciones de Costa Rica, Argentina, Brasil, Uruguay y Alemania.

También hay que tomar en cuenta los cambios de humor y de favoritismo de los «Dioses del Futbol» que nos desconciertan al favorecer a aquellos equipos que no solo juegan con la técnica desarrollada a nivel de ciencia y con modelos matemáticos aplicados a la perfección, si no que «San Futbol», que es tan emocional como cualquier humano cuando se trata de los mundiales, toma partido por aquellos que aún juegan con amor a la camisola y pundonor deportivo y de un momento a otro convierte al portero mediocre en una combinación de Divino Zamora,«El Loco» Gatti, Lev «La Araña Negra» Yashin y Mazurkievich para que evite cualquier peligro de gol en su portería.

Para los guatemaltecos que, como yo, llegaremos a los 64 marzos, tenemos un ejemplo muy claro de estos caprichos en el partido que Guatemala jugó en contra de Costa Rica. En ese entonces Guatemala era una de las potencias de la Concacaf y solo necesitaba de un empate ante Costa Rica para ganar el campeonato Norceca (Norte, Centroamérica y el Caribe) en 1965. Costa Rica empezó anotando al minuto 10 del primer tiempo y la selección guatemalteca se volcó en pleno al ataque los 80 minutos restantes, durante los cuales se ensayaron los mejores disparos de los que hacían gala nuestros jugadores ante el arco defendido por Emilio Alfonso Sagot y resultó imposible batir a un portero ante el que se queda pequeño Keilor Navas. Para aquellos que tuvimos la dicha de estar formando parte de la afición guatemalteca, fueron ochenta minutos de agonía lenta al contemplar aquel recital de «Cancerbero» que nos dio el tico Sagot.

Llegamos al final del primer tiempo y durante los 20 minutos de descanso el comentario de la afición era que el ansiado gol llegaría a través de uno de los tiros sorpresivos y bien colocados del Grillo Roldán, habilitado por Guayito de León, quien en jugada colectiva con Rolando Valdez «jalarían» a las marcas, además, de ribete marcaría un gol de tiro libre López Oliva con su famosa técnica de la «hoja seca». Llegó el segundo tiempo y por supuesto los 5 millones de entrenadores teníamos razón, y el Grillo Roldan efectuó tres de esos disparos sorpresivos que iban directo al fondo del arco, pero en una fracción de segundo aparecía «San Sagot» para apagar el grito de gol de 40 000 gargantas.

Emilio Sagot, fotografía tomada de Diario La Nación.

Apareció al minuto 70 quien creímos que sería nuestra salvación; el árbitro marcó tiro libre al borde de la media luna y Alberto López Oliva cobró la falta con su habitual perfección. Cuando ya Sagot había sido superado, resorteó emprendiendo vuelo hacia atrás (a la mejor usanza de los modernos atletas de salto alto), sacando de un manotazo sobre el marco la de gajos que se suponía que tenía que entrar; ese tipo de paradas solo se las había visto yo a Dino Zoft, o a Mazurquievikch. Los 20 minutos restantes fueron de agonía para nosotros ya que ningún tipo de disparo logro perforar la portería defendida por Sagot, quien logró silenciar un estadio completo y nos dejó «anonadados». Los aficionados de esos tiempos tuvimos un gesto de nobleza deportiva, cuando sonó el pitazo final, todos, sin excepción alguna, aplaudimos hasta el agotamiento la proeza de aquel portero desconocido que fue uno de los primeros legionarios ticos en el ámbito del futbol mundial.

Como dijo Ernesto Ponce Saravia al final del partido, «(…) el futbol no tiene lógica, un solo hombre que se llama Emilio Sagot ha vencido a la mejor selección de todos los tiempos de Guatemala; ¿cuál es la pila Maco?».

Les dejo mis vaticinios, en la próxima entrega, haré el análisis grupo por grupo y cuáles son mis razones para escoger a mis ganadores. Ya saben, como siempre, cualquier opinión; crítica o sugerencia siempre son bienvenidas y que mejor si logramos generar polémica.

Octavos de final

Sábado 30 junio
14:00 Francia 1 C – Croacia2 D (50)
18:00 Russia1 A – Portugal2 B (49)
Domingo 1 julio
14:00 España1 B – Uruguay2 A (51)
18:00 Argentina1 D – Dinamarca2 C (52)
Lunes 2 julio
14:00 Brazil1 E – Mexico2 F (53)
18:00 Inglaterra1 G – Polonia2 H (54)
Martes 3 julio
14:00 Alemania1 F – Costa Rica 2 E (55)
18:00 Colombia1 H – Belgica2 G (56)

Cuartos de final

Viernes 6 julio
14:00 Ganador 49 Rusia – Ganador 50 Croacia (57)
18:00 Ganador 53 Brasil – Ganador 54 Inglaterra (58)
Sábado 7 julio
14:00 Ganador 55 Alemania – Ganador 56 Colombia (60)
18:00 Ganador 51 Uruguay- Ganador 52 Argentina (59)

Semifinales

Martes 10 julio
18:00 Ganador 57 Rusia – Ganador 58 Brazil (61)
Miércoles 11 julio
18:00 Ganador 59 Argentina – Ganador 60 Alemania (62)

Tercer puesto

Sábado 14 julio
14:00 Perdedor 61 Rusia – Perdedor 62 Alemania

Final

Domingo 14 julio
15:00 Ganador 61 Brazil – Ganador 62 Argentina
Campeón del Mundial de Rusia 2018 ARGENTINA

La copa del Mundial de Futbol, imagen tomada de Absolut Viajes.


[1] Mundial de Futbol de Brasil. Federación Internacional de Futbol Asociado. Suiza, 2014.

Imagen principal tomada de DC United.

Carlos Castro Furlán

Ciudadano de Guatemala y del mundo. Sociólogo, economista, internacionalista y libre pensador. Exprofesor de la Universidad de San Carlos. Amante de la música, de los libros y de todo lo bueno. Mi pasión han sido el futbol, la carrera de larga distancia (maratón), los libros, las revoluciones y los procesos sociales en donde la organización popular ejerce cambios en favor de las mayorías.

El sueño posible

0 Commentarios

Dejar un comentario