-María Chiqui Ramírez / PUERTAS ABIERTAS–
Cuando en el Parque Nacional El Mirador-Río Azul-Nakbé, en la biosfera Maya en Petén Guatemala, los arqueólogos encontraron primero el mural de San Bartolo, Petén, luego un friso con los que podrían ser los gemelos míticos del Popol Vuj, la noticia dio vuelta al mundo y la curiosidad me invadió. ¡Tenía que ver el friso con mis propios ojos!
Recuerdo que en 1965, cuando teníamos que hacer seminarios de educación en las escuelas normales de todo el país para obtener el diploma de maestros de educación primaria, la promoción Ricardo Palacios del INCA decidió hacer el seminario en ayudas audiovisuales, que para ese entonces era lo más revolucionario y avanzado en educación. Había que escoger un tema y tomamos la cultura maya.
Escogí hacer una cinta fija sobre la cerámica maya. Asesoradas por excelentes maestros, las más de 80 estudiantes de 6to. magisterio del INCA tuvimos que leer a Sylvanus Morley, Erick Thompson, Landa, Bartolomé de las Casas y lo que podíamos encontrar. No existía la carrera de Arqueología, ni Sociología, el racismo era mucho más cruel, costaba encontrar los libros que nos informaran sobre los mayas en español.
Pero nos apasionamos con el tema y ese 1965 ganamos el primer lugar en la Feria Científica Estudiantil. Desde ese entonces he sido autodidacta de la cultura mesoamericana. Los estudios de Michael Coe, Marion Popenoe, Christopher Pool, Arthur Demarest, Richard Hansen (director del proyecto La Cuenca El Mirador) entre otros, apoyados en otras disciplinas, financiados por universidades norteamericanas y otras corporaciones internacionales, tratan de comprender la dinámica de las sociedades mesoamericanas, su inicio, desarrollo y caída, afirmando como Demarest, que son sociedades únicas, totalmente diferentes, sin influencias de ningún lado, hace unos 4 600 años.
Estos investigadores afirman que los pequeños grupos humanos fueron autosuficientes en la alimentación, vestido, cerámica, organización social. La agricultura era manejada por pequeños grupos emparentados que inventaron muchas formas de hacer producir la tierra en los islotes en medio de cibales, desecando y drenando áreas fértiles en los pantanos, usando las heces humanas (nigth fertilizer) como fertilizante, encauzando las aguas de lluvia, manteniendo el equilibrio ecológico.
Demarest afirma que era un mosaico de técnicas agrícolas las que hicieron posible el intercambio del surplus de su trabajo, en lo que otros llaman «mercado de la ritualidad». Con los productos viajaban las ideas, las concepciones de vida y muerte, la filosofía de vida, las observaciones astronómicas, la escritura, la matemática, los calendarios, la energía de los nawales, la obsidiana, el jade, el cacao, el hule y ¡saber cuántas cosas más!
La dinastía de K ́ul Kaan Ajaw o reino de la Serpiente, en la actual reserva de El Mirador-Rio Azul-Nakbé en Petén Guatemala llegó a la cúspide del poder en el 800 a. C. del llamado Preclásico Medio hasta el Preclásico tardío, 250 d. C. En el 800 a. C., en el reino Kan ya existían grandes complejos ceremoniales con estructuras triádicas, sacbés o calzadas, sistemas de recolección de agua de lluvia. Tradición arquitectónica que continuó y se extendió por muchas centurias en toda el área maya. Se cree que el reino Kan es la cuna de la cultura maya.
La Danta es, hasta el momento, la edificación mas grande en toda el área maya construida en el Preclásico tardío (200 a. C. – 250 d. C.), cubre 300 metros de largo por 280 de ancho y 77 metros de altura; une a los otros 35 complejos de edificios por calzadas construidas sobre bajos y pantanos de 600 metros de largo.
Rastros de abandono y reocupación 500 años más tarde durante el llamado Clásico tardío ( 550-900 d. C.) demuestran un resurgimiento comercial y la confrontación constante con Tikal. Ir a El Mirador, caminar sobre los otrora caminos blancos (sacbés) que en algunas partes tenían hasta 40 metros de ancho, ahora cubiertos por barro y vegetación, nos hace imaginar una sociedad pujante, incluyente dentro de lo que han llamado «mercado de la ritualidad». Los servicios que pudieron ofrecer a los caminantes en su recorrido, como los xoltunes (pozos artificiales) conteniendo agua fresca de lluvia, comida, albergue nos instan a conocer más.
Y en silencio nos preguntamos ¿Y cómo lograron los antiguos mesoamericanos inventar el cero? ¿Medir la translación de la tierra, de Venus? ¿Tallar piedra con piedra? ¿Qué sociedades fueron esas, qué clase de líderes los llevaron a construir grandes complejos urbanos? ¿Cuáles fueron las formas de organización social, que papel jugaron de las mujeres? Imaginamos el bullicio en las plazas y los caminos, el asombro de los que por vez primera podrían haber contemplado la cuna de la civilización maya; el inmenso petroglifo indicando que estaban entrando al reino Kan; la gran pirámide de La Danta construida hace más de 3 000 años. Sentimos la presencia de las energías de los que por allí pasaban llevando a en sus espaldas cacao, hule, piedras preciosas, cerámica, tejidos y así viajaron las ideas, las concepciones de la vida y la muerte, el uso de los calendarios, la matemática, la escritura, la cosmovisión, las energías de lo nawales que siguen presentes en los pueblos maya.
La Cooperativa Carmelita
Carmelita fue fundada como campamento chiclero en 1935, decayó cuando la exportación de chicle no fue rentable. En 1986 se inició la excavación y restauración arqueológica en la zona. En 2007 el arqueólogo Richard Hansen capacitó a 207 socios de la Cooperativa como excavadores arqueológicos, 30 guías turísticos, cocineras y todo lo relacionado con la atención a los visitantes interesados en saber sobre la cultura maya.
La Cooperativa capacita a sus miembros y busca el financiamiento que beneficia a 85 % de la población de la aldea Carmelita, incluyendo socios y no socios.
El recorrido
De la isla de Flores Petén viajamos en autobús hasta la cooperación Carmelita. Emprendimos la caminata de 14 kilómetros hacia El Tintal. El día, 26 ddiciembre 2017.
Entre bejucos y lodazales, a medio camino las señoras cocineras nos esperaban con un refrigerio que nos reconfortó. Ellas y ellos se habían movido en mulos horas antes que nosotros para poder brindarnos alimento y bebida y hospedarnos en El Tintal.
En El Tintal, campamento a cargo de la Cooperativa Carmelita, fuimos atendidos de manera impresionante. Mis seis años vividos anteriormente en la selva de Petén, me hicieron valorar el esfuerzo de estos hombres y mujeres para hacernos la experiencia lo más confortable posible.
Al día siguiente iniciamos nuestra caminata de 27 kilómetros sobre el sacbé hasta el complejo El Mirador, visitamos La Muerta, en donde claramente se pueden observar construcciones del estilo periodo Preclásico de la dinastía Kan y del estilo de Tikal (más reciente) cofriso y talud. La paciencia y las explicaciones del guía Rudy Vanegas, conocedor apasionado y bien informado sobre el reino Kan, nos motivaron para querer conocer más sobre las personas que habitaron y construyeron esa gran civilización.
La selva nos acogió en su seno, nuestros ancestros hicieron posible que nuestro sueño se hiciera realidad. En el Mirador, en el Observatorio de la Pirámide del Tecolote, miembros de los grupos Waxaq ́ib Q ́ojoom y Oxib Ab ́ab ́al, encendimos el Sagrado Fuego. En el mes Junlajuj K ́ankin, día Kaji Aj del calendario maya (28/12/2017). Nuestras ofrendas fueron modestas, los pétalos de rosas estaban secos, el humo del pom blanco se unió a nuestras invocaciones y el Sagrado Fuego indicó que nuestros antepasados, nuestros profetas, los millones de energías que por allí pasaron siglos atrás, se regocijaron con nuestro regalo.
La mayoría de nosotros ya estamos pasaditos de los 50 y fuimos rebasados por los otros grupos, apodándonos de los Turbo-viejitos. Por ser la mas vieja (73 años) alquilé una mula. Los Carmelitas estaban moviendo más de 85 personas en recorridos de cinco y seis días. Los primeros 14 km entre Carmelita y El Tintal los Turbo-viejitos los hicimos en 9 horas y los otros 27 ya ni me acuerdo.¡Pero subí los más de 70 metros hasta la cima de La Danta! La vista es espectacular.
Al regresar, un delicioso caldo de gallina criolla nos reconfortó. La sonrisa nos va a durar un buen tiempo. Si está interesada o interesado en vivir esta magnífica experiencia, debe recordar que va a la selva tropical en donde, falto de defensas, lo más probable es que agarre una diarrea, ampollas en los pies, dobladuras de tobillos, etcétera. Es recomendable que lleve su propio botiquín, zapatos cómodos. Las mochilas y equipaje son trasladados en mulos por lo que usted irá libre de peso.
Felicitaciones a los miembros y miembras de la Cooperativa Carmelita que están demostrando lo que puede hacer el trabajo colectivo. Su entusiasmo, dedicación, organización merecen ser apoyados.
Para más información puede visitar la siguiente página web: Carmelita El Mirador.
Fotografía por María Chiqui Ramírez, guías espirituales mayas y miembros de la Cooperativa Carmelita.
María Chiqui Ramírez

Mayanista, Ajq´ij, escultora, ceramista, escritora. Nació en Guatemala a los 10 días de la Revolución de Octubre de 1944. Activista social identificada con sus raíces mayas. Miembro de Waxaq´ib Q´ojoom Guatemala y guía espiritual de Waxaq´ib Q´ojoom Toronto Council.
8 Commentarios
No más que felicitar a Chiqui por su excelente redacción, realmente lo transporta a los lugares tan espectaculares que tuvieron la oportunidad de conocer.
Como Taq Kamalb’e del Japuq Waqxaqi Q’ojoom y del Ri Kastajik Oxi Aq’aba’al agradecido con el Ajaw y con cada uno de los que participamos para el reencuentro y obediencia hacia nuestros Ancestros Mayas que reafirmamos que » No los olvidamos ni borramos de nuestra memoria». Y decimos Matiox su energía luz y claridad del ayer Hoy está con nosotros y nosotros como Ajq’ijab seguiremos llevando su mensaje a las 4 direcciones y encendiendo el Sagrado Fuego donde nos unifica el pasado el presente y futuro.
Matiox Nan Maria por sus apreciaciones e Historia las Q’anan y Q’atit estarán por siempre sobre todas y todos por nuestro reencuentro…
Me gusto mucho este texto.
Ese es el propósito, que conozcamos lo nuestro. Quizás en el futuro cuando reconozcamos de donde venimos, podremos sentirnos mas hermanados aqui en este sufrido país.
Felicitaciones primo, que excelente experiencia y con la redacción de Chiqui, uno se transporta a esos lugares tan maravillosos, los cuales a esta edad no podremos conocer. No cabe duda que lo disfrutaron y lo saben compartir a los que lo hemos leído. Saludos
A tus órdenes Luis Pedro
Felicitaciones, es un excelente texto, muy informativo, bien escrito, rico en importantes datos de nuestro pasado histórico y una muestra de lo que se puede hacer para el rescate y permanencia de esa memoria guatemalteca. Gracias por este envío y reconocimiento por tan importante contribución.
Gracias Alfredo.
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