El eterno retorno de lo mismo o una cosa lleva a la otra

Pedro Samayoa Arenales | Política y sociedad / LA CUEVA DEL CADEJO

Hoy me estreno en gAZeta así que, como un buen invitado, primero me presento.

Soy Pedro –don Cadejo [1]-. Psicólogo clínico por cartón y después de aproximadamente 5000 «horas-nalga» [2] en la universidad Rafael Landívar en sus años dorados. Psicopedagogo por accidente desde hace cuarenta años, aprendiendo con niños, jóvenes y familias con neurodiversidades. Fotógrafo aficionado desde hace más o menos cincuenta años. Melómano y «musicofílico» [3] desde los ocho años, me convertí en rockmaníaco a los doce por intermedio y bendición de Led Zeppelin, Emmerson Lake & Palmer, Rony De León y Víctor Morales. Montañista en receso con cincuenta cumbres en la mochila. Lector permanente desde los doce años, desde las enciclopedias que mi padre compraba compulsivamente hasta Camus y Eco, Asimov y compañía, el terrorífico sector de Poe, Lovecraft hasta King. Pretencioso escritor en blogs y redes sociales (porai está el enlace a mi cueva) y entusiasta seguidor de Star Trek.

En estos tiempos extraños que estamos sobreviviendo me dedico a publicar algunas ocurrencias en mis redes sociales, a surfear por las olas de Internet, a escuchar rarezas del rock de los años dorados (60 y 70) y a perturbar a mis lectores y mis ocasionales consultantes virtuales con preguntas indiscretas y reflexiones descabelladas.

Cuando me preguntaron la temática de mi columna en gAZeta, respondí con un honesto NI IDEA, porque, como buen géminis-imox, escribo sobre lo que se me ocurre con relativa facilidad (y profundidad). Hoy por ejemplo, leí la columna virtual del maestro mago Raúl De La Horra y me recordó precisamente El pequeño vals vienés que Federico García Lorca le dedicara en su momento a Leonard Cohen y de allí salió:

No sé si es la suerte
O cosa de las consecuencias
Del karma
Pero encontrarte es
Con lo trillado de lo-mejor-que-me-ha-pasado
Precisamente eso
A falta de otras palabras

Y otras veces algo como

(Despertares)

Cuando despertó, el sol aún estaba allí.

Con los ojos entornados y legañosos por los restos de la película gelatinosa del sistema de hibernación, se preguntó qué habría pasado con el lanzamiento; solo hacía unos segundos antes que había entrado en la cápsula. En la pantalla frente a él se leía «Misión completa. Contacto exitoso. Esperando instrucciones».

En el centro de control, a dos años luz de distancia, el controlador de misión despertaba solo para ver por la gran ventana la enorme nube con forma de hongo que se le echaba encima. Solo tuvo tiempo de pensar —¡Ahora debe estar despertando ¿Qué hará sin nosotros?—

De pronto también se me ocurre

(Diarios Pandémicos II)

… En la rutina pandémica de revisar las redes sociales me encuentro con este buen artículo sobre el periodismo-ficción. Y me pregunto si es el género periodístico que ejercen la mayoría de medios «serios». Encontramos toda clase de informaciones sobre el virus, la pandemia, curas mágicas, conspiraciones y contraconspiraciones, declaraciones de virólogos y epidemiólogos (especialidad que no tiene que ver necesariamente con virus o bacterias) virtuales improvisados y un larguísimo etcétera.

La «nueva normalidad» (etiqueta para la segunda etapa de la primera ola de infecciones, la etapa 1: apertura económica) es ahora el tema. La pretendida nueva normalidad no es más que el intento de resetear el sistema para seguir adelante. Y eso no tiene nada de terrible, es «lo normal»…

«No hay nada nuevo bajo el sol, pero cuántas cosas viejas hay que no conocemos» dijo Ambrose Bierse. Ya en 1951, Isaac Asimov plantea su PSICOHISTORIA: «… una combinación de historia, psicología y estadística para calcular el comportamiento de poblaciones extremadamente grandes, como la del Imperio Galáctico…».

O esto

(Todo ha terminado)

… CERO

20 de noviembre, 2083 (antiguo calendario terrestre)

… En el centro de la perturbación aparece una enorme máquina sobre la ciudad invadida por el agua, agonizante vida vegetal y animales.

La nave interdimensional automatizada, una sonda enviada desde algún lado de otra realidad, se detiene sobre la ciudad abandonada: En este mundo todo ha terminado…

1×0=0

En La cueva del Cadejo cabe todo: inteligencia experiencial, fluida y critalizada según algunos teóricos de eso que llaman inteligencia.

Me pregunté si el subtítulo para esta columna podría ser «El canasto del sastre» y en seguida recuerdo a don José Milla y sus bigotes, lo que por alguna razón absurda me lleva a don Víctor Muñóz y su necesidad de que «se detenga el tren» y las tribulaciones de Collado. Una cosa siempre lleva a la otra y de eso se trata el contenido de La cueva: el eterno retorno de lo mismo (el daimón de Nietzche, de Jung y el de Lope de Aguirre de Abel Posse).

Como también me apropio de la designación de aprendiz permanente, espero que en el transcurso de lo que dure esta colaboración (ojalá más que la pandemia), yo pueda aprender el oficio de columnista, se diviertan un poco y aprendamos juntos el difícil y emocionante arte de vivir en esta minúscula, a veces ridícula roca, un «diminuto punto azul» que vaga imperceptiblemente por el vasto espacio «yendo valientemente a donde nadie ha ido jamás».

Blog: La cueva del Cadejo
Fotografía principal, Tratando de crecer grande, por Pedro «Cadejo» Samayoa Arenales.
[1] Lo de Cadejo es una anécdota de cuando era más joven. El don vino después.
[2] Horas-nalga: El tiempo que uno ha pasado sentado en un aula según don Gustavo Esteva.
[3] Musicofilia (Oliver Sacks).

Pedro Samayoa Arenales

Psicólogo clínico de cartón, psicopedagogo de vocación, medio escritor, medio fotógrafo, medio montañista, medio musicólogo, viajero virtual, conferencista ocasional, lector, «musicofílico», melómano y buscador permanente.

La cueva del Cadejo

Correo: rudkip@gmail.com

13 Commentarios

Carlos 11/08/2020

Que alegre es leer esas líneas, sos un gran maestro, aprender de vos, es un privilegio.

    Pedro Pedro Samayoa Arenales 28/09/2020

    Carlos Gonzáles supongo…como dijo aquel explorador Henry Stanley al encontrar en el lago Tangañica al Dr. Livingstone. Pues lo mismo…Un honor y un placer que te pasés por acá! Yo aprendiendo mucho de vos también!!!

Auri 08/08/2020

Felicitaciones mi querido amigo. Gracias por tanto compartido

    Pedro Pedro Samayoa Arenales 28/09/2020

    Gracias Auri…aquí te espero cuando querrás a tomar una taza de café con panito…ya conocés la cueva!!!!

Víctor Muñoz. 07/08/2020

Ehhh… pues sí, ¿verdad? El eterno retorno de lo mismo, o lo que es lo mismo afirmar que estoy de vuelta sin haberme ido o cosa semejante. Ahora bien, últimamente me ha estado asaltando la duda sobre si debiera o no construir un plato volador para irme en búsqueda de otros horizontes. Mixco o San José del Golfo, no sé. Asunción Mita estaría bien. Mucho mejor Coatepeque. El problema es la hueva a raíz del cansancio del cuerpo. Y lo interesante y rescatable de todo esto es que alcancé a llegar a una verdad tan evidente que no necesita ser demostrada de ninguna manera: Que yo, estrictamente hablando, no me canso nunca, es mi cuerpo el que ya no quiere. Jodido eso. Veremos en qué para todo esto, Pedro.

    Pedro Samayoa Arenales 08/08/2020

    Y pues si. Una cosa lleva a la otra como queda demostrado. Lo del platillo voladora es una posibilidad antes de que caiga el asteroide en ciertos lugares estratégicos en el centro histérico. Un gusto y un honor leerte Victor!!

Galatea 07/08/2020

Antes, vincular la ficción con la realidad era una estrategia pocas veces utilizada y menos veces aceptada. Había que hacer está hermandad desde hipótesis y casi nunca desde realidades. Hoy, ahora, en medio de toda esta historia macondiana, la realidad se hace insoportable sin la ficción que la descifrar. Bienvenido a estos espacios don Cadejo y aquí tiene a una curiosa lectora. Bienvenidas también las fotografías.

    Pedro Samayoa Arenales 07/08/2020

    Gracias por tu comentario Galatea! Como no podemos hacer lo que dijo Miguel Angel Asturias pues elegimos, yo y mis fantasmas, Vivir con un pié en este plano de «realidad» y otro en donde hay unicornios azules, en Albanta…!! Nuay diotra dijo aquel.

alfredo porras 06/08/2020

Me encanta.
Nunca he leído nada de este medio escritor.Pero si todo continúa en la línea de su presentación…… será muy placentero leerlo.

    Pedro Samayoa Arenales 07/08/2020

    Alfredo Porras??!! maestro teatrero? Sos vos?

Doris 05/08/2020

Todo lo que escribes me encanta porque aprendí cosas que no se, porque me admiro de tu capacidad de recordar y citar tanto autor, porque me motiva a leer como en mi juventud, porque nunca entendí porque leía tantísimo y nunca he logrado retener los contenidos y menos citarlos, porque me encanta las aventuras de ese mundo paralelo etc

    Pedro Samayoa Arenales 07/08/2020

    Doris? Embajadora Kipling? Gracias por tus palabras…Seguiremos escribiendo mientras «las musas» nos socorran!!

      Pedro Samayoa Arenales 07/08/2020

      O la Formicanta pintora?

Dejar un comentario