El espectro político

Vinicio Barrientos Carles | Política y sociedad / PARADOXA

En política sucede como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal.
Edward Moore Kennedy

Se le denomina espectro político a un ordenamiento visual de las distintas organizaciones políticas que se conforman de acuerdo con ciertos ejes conceptuales, por medio de los cuales es factible definir la ideología que las organizaciones promueven para la definición de estrategias y planes de Gobierno en el Estado. El número de ejes o conceptos basales determinan las dimensiones del modelo o espectro político. De lo anterior, es importante reparar en que existe una variedad de tipos de espectros políticos, primordialmente según sean los ejes conceptuales que se adopten. Entiéndase así que no existe un único espectro político, sino varios. No se trata de conceptos absolutos, sino de conceptos relativos, y en este caso, a los conceptos eje sobre los cuales se construya el espectro.

Por lo anterior, cuando escuchemos hablar de EL espectro político, será necesario comprender que se está cayendo en un reduccionismo conceptual, puesto que se está negando la diversidad de posibles sistemas de pensamiento, justamente al considerar que existe un único criterio para establecer una ideología o una filosofía política. En efecto, uno de los sistemas más reconocidos, aunque no necesariamente unívocamente entendido, es el basado en el eje denominado izquierda-derecha, el cual, en nuestro contexto nacional, ha generado en las últimas décadas separación y divisionismo en el ámbito político y social.

Así, en el concierto de voces que se ha desarrollado recientemente en Guatemala, esta dicotomía ha generado un repunte de polarización ideológica que no deja de resultar enfermiza, puesto que responde muchas veces a criterios emocionales y hasta pasionales, lejos de toda objetividad racional. Por un lado, la necesidad de una definición personal ante la crisis política que se ha sentado, a partir de los nuevos horizontes que traza la lucha contra la corrupción y la impunidad, ha impulsado a la generalidad de guatemaltecos responsables a buscar soluciones, lo que a su vez requiere de modelos de pensamiento. De esta guisa que la estrecha relación entre democracia y participación ciudadana conlleva un análisis teórico-práctico de las ofertas de pensamiento que los partidos políticos en ciernes manifiestan defender. Por el otro, las mismas organizaciones políticas se encuentran actualmente en una urgente necesidad de definición para poder realizar el correspondiente proselitismo partidario, de manera congruente y legítima.

Originalmente, la ciencia política europea consideró un espectro político unidimensional, a partir del eje exclusivo izquierda-derecha. Se ha comentado anteriormente sobre el origen histórico de esta particular acepción del lineamiento político a seguir, y sobre todo, cómo, ante una definida posición de defensa del statu quo preservador de las estructuras que conservan a ciertos grupos de poder, se ha construido una variedad de sistemas de oposición, identificados como izquierdas, aun cuando estos son disímiles entre sí, llegando a la total incompatibilidad ideológica o política. En esta línea de ideas, en la actualidad puede observarse que muchos países, regiones y organizaciones han mostrado espectros políticos más complejos, los cuales toman en cuenta varios ejes y dimensiones, que no pueden ser encasillados con el uso de un único concepto guía.

Imagen tomada de La Estrella de Panamá.

Por ejemplo, durante la década de los sesenta, la ciencia política generó algunas alternativas para los espectros, entre las que destaca la separación del tradicional modelo unidimensional I-D a otro, con dos dimensiones, siendo el gráfico de Nolan propuesto por David Nolan la modalidad mejor conocida en este sentido. Este gráfico expande las opiniones políticas en un sistema de dos dimensiones (es decir, usando un plano, no una línea) que mide dos aspectos: grado de libertad económica y grado de libertad personal. Según Nolan, el progresismo (identificado con la izquierda) aboga solo por la libertad personal, mientras que el conservadurismo (derecha) solo defiende la libertad económica, siendo él en particular promotor del liberalismo, en vista de que en el mismo se defienden ambas libertades por igual.

En la imagen de la introducción vemos un plano, lo que implica el uso de dos dimensiones. Muchos politólogos utilizan este modelo basado en dos criterios: el económico, en la horizontal (abscisa), y el social, en la vertical (ordenada). Acá aparecen, en cada cuadrante y en cada posición del plano, una serie de posicionamiento respecto a estos dos ejes. Aun así, este espectro bidimensional, socioeconómico, es resultado de la tradición proveniente de la toma de la Bastilla, en Francia, cuando el momento implicó la separación en varios bandos políticos, siendo al final dos los dominantes. Este fenómeno de dicotomía polar es frecuente en la conducta humana, y puede verse en los torneos deportivos que involucran masas, tales como el futbol.

Imágenes tomadas de Wikipedia.

Sin embargo, existen otras variantes de uso frecuente, las cuales pueden implicar una dicotomía fundamental, pero no la representadas en la izquierda-derecha; por ejemplo, se puede tener el eje dependencia-soberanía del país o nación, sobre todo en la visión geoeconómica respectiva, en el sentido y según los mayores o menores grados de autonomía económica propuestos para los Estados en cuestión. Otras variantes siguen ejes como conservación-productividad, referido al medio ambiente, el grado de seguimiento de las expectativas populares (relacionado con los conceptos de populismo y gobernabilidad) o la ubicación con respecto a determinados principios religiosos.

Empero, la mayor modificación sobre este concepto tradicional es el uso de más de dos ejes, por ejemplo, social, económico, ambiental, cultural o regional. En fin, me parece que la primera interrogante que deberíamos realizar a un grupo u organización política es la siguiente: ¿sobre qué ejes (aspectos dimensionales) está conformado el espectro político que se utiliza? Según sea el número de dimensiones, cuál es el posicionamiento dentro de este sistema de referencia. En términos formales, una posición es un punto, descrito por coordenadas, y la primera cuestión a atender es sobre qué espacio está conceptualizado este punto, es decir, en cuántas dimensiones está definido. En la imagen del inicio no podemos establecer la posición de un punto en el cuadro referencial diciendo únicamente cuanto a la izquierda o a la derecha se encuentra el punto. Para determinar un punto en el plano son requeridas dos coordenadas que definan su posición.

De similar forma será el caso de un punto en tres o más dimensiones. El número de dimensiones de este hipercubo dependerá de la complejidad del modelo político. Hoy en día se recomiendan espectros con tres o cuatro dimensiones, cuando menos, es decir que existirán cuatro criterios sobre los cuales se define una posición ideológica en particular. Estos criterios los dicta la sociedad y son articulados por las agrupaciones de tipo político, pudiendo ser muy variados. En Guatemala es importante incluir algo al respecto de la cultura, la regionalización, el ambiente y la relación rural-urbano, o urbanidad.

Imagen tomada de Wikipedia (https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%Ada_del_color#Espacio_RGB).

Desde el punto de vista pragmático, vemos cómo repentinamente el mundo se ha vuelto más complejo, y el enlace entre las comunidades y los actores de representación popular, incluidas las organizaciones partidarias, implica una mayor complejidad. Cualquier sobresimplificación va en detrimento de la calidad de esta relación, la cual es engranaje clave para el fortalecimiento de la democracia. Sin embargo, de manera paradójica, estos modelos pueden ser simplificados de manera mediática, una vez exista la capacidad técnica en los formadores de ciudadanía, y en los liderazgos que promuevan una nueva forma de hacer política.

Hemos insistido que la construcción de un estado de derecho fundamentado en la ley como referendo común, será factible en la medida en que las relaciones dialógicas realizadas entre la sociedad guatemalteca y los representantes de la soberanía popular, léase los partidos políticos sean consecuentes con los nuevos mecanismos de interacción política, que desde ya, con respeto y tolerancia, deben ser promovidos y fortalecidos desde el concepto de una nueva cultura ciudadana en pro de un Estado fortalecido y fundamentado en principios de realidad, tanto suficientes como necesarios.


Imagen principal por Vinicio Barrientos Carles.

Vinicio Barrientos Carles

Guatemalteco de corazón, científico de profesión, humanista de vocación, navegante multirrumbos… viajero del espacio interior. Apasionado por los problemas de la educación y los retos que la juventud del siglo XXI deberá confrontar. Defensor inalienable de la paz y del desarrollo de los Pueblos. Amante de la Matemática.

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