El desplome del sistema político

-Bienvenido Argueta Hernández / DANZA CÓSMICA

Los avances de la lucha contra la corrupción y la impunidad hicieron patente aquello de lo cual los guatemaltecos habíamos tenido una noción, aunque sin los detalles y su diversidad de expresiones. Las acciones que deberían dar vida a la legalidad y legitimidad de la esfera pública en una sociedad regida y dirigida hacia el bien común, en realidad fueron secuestradas por los diferentes grupos que han controlado los tres poderes del Estado, incluyendo los poderes locales, para sus intereses más oscuros. La corrupción incluso permeó las organizaciones sociales y sindicales, así como al sector privado. Los efectos en la política son devastadores, pues el quehacer público se construye ajeno a las necesidades de la población.

Habiendo sido apresados los dos últimos presidentes de la República y sus gabinetes, algunos alcaldes, diputados y jueces pertenecientes a prácticamente la mayoría de los partidos políticos, así como perseguidos miembros de estructuras que han financiado y controlado de manera ilícita los tres organismos del Estado, se profundiza aún más la fragilidad del sistema político. Esta dinámica no ha sido ajena al actual Gobierno y al partido político que lo llevó al poder, más bien las autoridades electas constituyen una pieza clave para los grupos que se han enriquecido ilegalmente y han cooptado el Estado.

En otras circunstancias los mismos aparatos pertenecientes al régimen de impunidad y de control aprovecharían el desencanto ciudadano y adelantarían la campaña electoral por ser este el tercer año de gobierno. Pero el punto de la actual crisis política prácticamente ha dejado acéfalos los liderazgos tradicionales frente al siempre ingenuo electorado nacional. De hecho, la incertidumbre crece ante la ausencia de un liderazgo consistente que sea capaz de aglutinar una agenda clara para un nuevo Gobierno de cara a la multiplicidad de problemas y urgencias que se agravan en la administración actual. Para colmo de males, el Congreso de la República, que ha sido uno de los centros álgidos de la corrupción, es el responsable de llevar a cabo las reformas electorales. En otras palabras, las nuevas reglas del juego serán aprobadas e impuestas por quienes quieren perpetuarse en el poder a pesar de la deslegitimación del ejercicio de su representación.

Ante lo desastroso que fue el Gobierno de Jorge Serrano Elías y ha sido el de Jimmy Morales Cabrera, quienes ganaron las elecciones sobre la base de liderazgos ocasionales y repentinos, se ha reducido la falsa esperanza de encontrar respuestas consistentes en este tipo de candidaturas. Tampoco se tienen expectativas en personajes que han estado vinculados no solo a la violación de los derechos humanos sino también al saqueo de los recursos del Estado.

Si bien es cierto que vivimos aún las repercusiones que han dominado el escenario político desde 1954, esta crisis política en realidad demanda revertir las relaciones de poder que únicamente privilegian a grupos reducidos sobre la gran mayoría de la población. El dilema del sistema político es mantener la dinámica que nos hunde cada vez más o promover cambios sustanciales que vinculen a los ciudadanos a un mayor compromiso con la construcción de la democracia. Esto requiere de la configuración de nuevos partidos políticos, una nueva regulación de los mismos y el fortalecimiento del sistema judicial, incluyendo la elección de un fiscal general que, como la actual, ha dejado de servir a intereses espurios.

Bienvenido Argueta Hernández

Aprendiz permanente de los relatos encantadores de las gentes y explorador de las historias que nos muestran mundos diferentes entretejidos entre poesía, cuentos y pinturas. Me gusta jugar, subir volcanes y cruzar arroyos, recorrer laberintos y ser capaz de observar estrellas, paisajes y sonrisas. Escucho jazz o rap y en los intermedios hago investigación social y escribo sobre filosofía y educación.

Danza cósmica


Un Commentario

Rudy Cabrera 01/03/2018

Muy claro su discurso. Completamente de acuerdo con usted.

Dejar un comentario