-Luis Zurita Tablada / SUMAR, SIEMPRE SUMAR–
El denominado Corredor Seco es un área territorial de Guatemala que recorre la franja central del país entre occidente y oriente. Es una prolongación del corredor seco mesoamericano. Y abarca la parte sur de Baja Verapaz, todo El Progreso, la mayor parte de Zacapa y Chiquimula, así como buena parte de la zona norte de Jutiapa y Jalapa. Se caracteriza, grosso modo, por ser poco lluvioso, muy caluroso y con escasa vegetación.
No obstante, rodeado como está por las sierras de Chuacús y de las Minas en su parte norte, así como por la sierra del Merendón en su parte oriental y las montañas de Jalapa en su parte sur, al «Corredor Seco guatemalteco» no le falta el abastecimiento de agua a través de los ríos y las escorrentías que le envían dichas montañas, conocidas por ser importantes proveedoras de agua durante todo el año. Fuera de que posee grandes caudales de agua fósil.
Lamentablemente, la población del «Corredor Seco guatemalteco» sufre por la sequía, tanto de agua para beber como para la agricultura, debido a una mala gestión del recurso hídrico en función social, lo cual se puede contrastar con el gran sistema de riego de los valles de La Fragua, que es una zona que abarca parte de Zacapa y El Progreso, un sistema que se construyó en la década de 1960 con la finalidad de procurar el desarrollo agrícola durante todo el año a escala comercial en grande. Ese sistema ha impulsado el cultivo con fines para la exportación y para abastecer el mercado nacional de melón, sandia, papaya, marañón, mango, por mencionar los principales cultivos impulsados por grandes empresas agroexportadoras muy tecnificadas…
El caso es que, año con año, la población del área rural pasa grandes penalidades porque sigue sometida a prácticas agrícolas supeditas a la escasa lluvia que cae en la breve temporada lluviosa, además de que es mal abastecida de agua para consumo humano. Consecuencia de ello, la población rural sobrevive dentro de un círculo vicioso de pobreza y enfermedad, y la hambruna general como la mortalidad infantil son de las peores del país.
El título de este artículo obedece a que, hace unos 6 años, vino a Guatemala una misión alemana con la finalidad de estudiar las contradicciones y coadyuvar a la superación de las fragilidades del «Corredor Seco guatemalteco», llevándose la sorpresa de que agua había suficiente, salvo que estaba mal gestionada. Por eso es que el jefe de la misión hizo la broma: ¡corredor seco con agua!
De ahí que se trate de la gestión integral del recurso hídrico o de la gestión integral de las cuencas hidrográficas, la tragedia social del «Corredor Seco guatemalteco» tiene como causa la negligencia gubernamental y la falta de una política pública comprometida con el derecho humano al agua.
Bastaría un poco de voluntad y el área rural del «Corredor Seco guatemalteco» dejaría de ser el páramo olvidado que siempre ha sido. Pero siempre ha faltado sensatez y sensibilidad para con los sectores y grupos sociales marginados, pues nunca han sido prioridad del Estado. Y en este sentido, no se trata de regalarle a la gente nada, sino de entender que es irónico que la Constitución de la República proclame la libertad y la igualdad ciudadanas de todos los guatemaltecos, pero les niega la oportunidad para que alcancen el desarrollo humano integral y transgeneracional.
La pobreza no es buena para ningún país. Pero la pobreza no se resolverá con asistencia social, dado que esta es pan para hoy, hambre para mañana. De lo que sigue que, si la gestión integral del recurso hídrico y la gestión integral de las cuencas hidrográficas del «Corredor Seco guatemalteco» se priorizaran como política pública, en poco tiempo, a lo largo y ancho de ese territorio surgirían embalses de agua, cuyos fines serían multifinalitarios, proveyendo no solo agua para beber o para la agricultura familiar, sino también para producir energía hidráulica para beneficio de todo el país, y, como un plus, para el fomento de las micro y medianas empresas agrícolas y agroartesanales que sacarían a muchas familias de la pobreza.
Luis Zurita Tablada

Guatemalteco (1950), químico, político, escritor. Ha desempeñado cargos en el ejecutivo en áreas ambientales, candidato a la vicepresidencia de Guatemala, docente universitario, director del Instituto Guatemalteco de Estudios Sociales y Políticos, autor de varios libros, notas periodísticas e ideólogo de la socialdemocracia en Guatemala. Es miembro del Centro Pen Guatemala.
2 Commentarios
Que detalle mas interesante, muy importante conocer el concepto de «canal seco» y con agua……. ironía. Pero que pasaría si se desviaran los cauces de esas subcuencas para distribuir mas equitativamente el líquido?, se alterarían mas las cuencas que con las construcciones de hidroeléctricas?; aparecerían los grupos de los más necesitados (ó beneficiados) protestando por esas alteraciones; Se construirían con capital privado?, porque del estado no creo que sea posible a menos que sea con préstamos tal como lo hacen las grandes corporaciones privadas que son las únicas en poseer garantías materiales?.
Felicitaciones por tan interesante detalle.
Gracias Arturo por su comentario. Ciertamente, el corredor seco guatemalteco es una paradoja. Por un lado, es un gran valle formado por la erosión de las montañas que lo rodean, lo cual lo enriquece mineralògicamente. O sea que son tierras de gran valor agrìcola. Por el otro, las montañas que lo rodean son productoras de agua, especialmente la Sierra de Las Minas y la Sierra de Chamá, esta última es la que viene desde Huehuetenango y Quiché y se entronca con Las Minas en la cumbre de Santa Elena. Pues bien, si esta agua se envalsara podría usarse para fines agroindustriales, para beber y como productora de energía, agua que se captaría especialmene en los tiempos de lluvia (mal llamado por nosotros de invierno), que es cuando se alcanza la mayor precipitación pluvial. Con respecto a su inquietud, lo ideal sería una alianza pùblica/privada, con participación no solo del sector pùblico nacional, sino de las mismas municipalidad de tal región. El día que se afronte este desafìo, seguro que se terminará el hambre en el «corredor seco con agua». La tierra producirá todo el año, frutas y verduras, se industrializarían, la gente tendría acceso de agua potable y la empresa privada o las municipalidades generarían energía eléctrica… Voluntad polìtica es lo que se requiere, sensibilidad social y ambiental y un gran amor a la patria… Saludos…
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