Fernando Flores Morador | Arte/cultura / CAMBALACHEANDO
Los actos científicos se basan en actos paralelos, por lo que cada enfoque negociado implica la colocación de una pieza de un rompecabezas. El resultado será el de una cultura presencial fragmentada, que llamaremos reticultural [1]. Pero el acto científico o acto «veraz» (en el sentido que negocia con la «verdad») se basa en el experimento, actos que son de naturaleza complementaria, transformándoles para negociar con los resultados obtenidos, hasta llegar al presente absoluto bajo la forma de una teoría o tesis científica. Por lo dicho, el acto científico y el acto de experimentar no deben ser identificados. El primero consiste en actos paralelos polarizados hacia el presente. El segundo consiste en actos complementarios asimétricos. En la negociación de los actos científicos, el resultado del experimento es siempre de magnitud mayor que la dimensión de la hipótesis, lo cual supone la conversión de los actos complementarios del experimento en actos paralelos.

Es decir que, si bien en la serie de actos experimentales el resultado del experimento queda polarizado hacia el pasado, en el acto científico, este se trasforma en una polarización al presente por defecto.
Siendo el acto científico un caso de actuación paralela, decimos que cada aproximación al presente es la pieza de un puzle negociado. Distinguimos cada tipo de puzle, en relación al grado de presencialidad de las tesis generadas, por lo que encontramos actos-puzle de apenas algunas fichas, como el puzle de la previsión del tiempo; otros con un número muy grande de fichas, capaces de articular una presencialidad extendida hasta el origen del universo o Big Bang, o también, otros muy numerosos que anticipan todos los eclipses de sol y luna. Existen también algunos puzles que hacen presente la imposibilidad de la presencialidad, es decir, juegan con fichas en blanco, como la tesis acerca de la imposibilidad de determinar simultáneamente la posición y el momento de un electrón, (el principio de incertidumbre de Heisenberg).
Un experimento es un procedimiento que a menudo incluye mediciones por lo cual es importante distinguirles. La confusión entre unos y otros tiene un lugar importante en la filosofía de la ciencia. Por ejemplo, discutiendo la interacción de los experimentos con la medición, Thomas S. Kuhn criticaba la falta de precisión manifestada en distinguirles [2]. Obsérvese que medir es comparar el mismo estado en dos ítems o sustancias distintas. Por ejemplo, comparando la temperatura del mercurio dentro del termómetro con la temperatura del aire que le rodea; o también, comparando el largo de un metro con el largo de un objeto. Por otro lado, un experimento es una comparación de dos estados de un mismo ítem o sustancia. Por ejemplo, en el experimento medicinal, se estudia el efecto de una sustancia, o sea el medicamento, comparando el efecto de esta con el resultado obtenido con la administración de placebos (sustancias inertes).

Pero más allá de la preocupación de Kuhn, identificar medición y experimento es común en la praxis de la ciencia cuántica. Sharon Traweek resaltaba que, en el campo de la física de alta energía, si un instrumento «detector» (el instrumento de medición) funciona «perfectamente», se consideraría sin valor desde el punto de vista de la investigación. Eso significa que el propio instrumento de medición es parte del acto experimental [3]. Para lograrlo, la física cuántica identifica la «interpretación del observador» con la «interpretación de un experimento». Pero como hemos visto, el acto de observar es independiente del acto de experimentar. Mientras que el acto de observar está polarizado hacia el futuro de su interpretación, el acto de experimentar esta polarizado hacia el futuro de los resultados del experimento. Fusionando el acto de experimentar con el acto de observar en la práctica de la investigación cuántica, se consigue convertir el acto científico (acto paralelo) en un acto complementario-asimétrico. Transformación que distingue a la ciencia cuántica de la ciencia tradicional.
[2] Kuhn, T. S. (1977). The essential tension: selected studies in scientific tradition and change. Chicago: University of Chicago Press.
[3] Traweek, Sharon. Beamtimes and lifetimes: the world of high-energy physicists. Harvard University Press, 1992; p. 49.
Imagen principal, el experimento de Van Helmont, el cual consistió en refutar que las plantas se alimentan desde el suelo, como hasta ese momento se creía, por Lars Ebbersmeyer, tomado de Wikimedia Commons.
Fernando Flores Morador

Vivo en Suecia en donde enseñé Historia y Filosofía de las Ciencias y de las Tecnologías hasta mi jubilación. Actualmente soy investigador honorífico en la Universidad de Alcalá (Madrid).
Correo: morador561@gmail.com
0 Commentarios
Dejar un comentario