Educación Sexual

Luis Enrique Morales | Política y sociedad / OTREDAD Y EDUCACIÓN

Hace unos meses, para el día internacional de la mujer, el cineasta gallego Eloy Serén, publicó en su cuenta de Facebook una imagen de una mujer en alguna manifestación de algún lugar de España. La mujer sostenía una pancarta en una que decía: Yo no salí de tu costilla, tú saliste de mi coño. La frase me pareció divertida. La imagen me gustó porque era una señora ya mayor, quien sostenía la pancarta. Repetí la frase una y otra vez con el afán de memorizarla y luego pensé en que está muy claro el mensaje sobre la desigualdad de género que encierra esta frase, pero también me recordó que el discurso religioso nos ha enceguecido el poder ver lo que la ciencia nos dice, así separándonos de la realidad.

Pensando en la separación que ha surgido por la religión con la realidad terrena, seguí pensando que para que todo ser humano salga de un coño se debe de fecundar primero. Recuerdo haber visto noticieros latinoamericanos reportando “increíblemente” a mujeres que afirmaban haber fecundado sin coito. Al llegar a ese punto, pensé en un amigo del sur de México, él me comentaba que en su país, tenían una tasa de fecundidad no deseada entre las adolescentes de casi el 64% , en aquel entonces. Él indignado me dijo que el problema era que las personas aún creemos que los hijos se hacen dibujando. No me quedo más que reírme de su ironía y luego aceptar que eso no solo es un problema en México sino más bien es un problema latinoamericano, un problema que en el fondo está en relación a la moral religiosa que ha dado como resultado la poca educación sexual que todos los latinoamericanos recibimos. Esa moral ha creado una sociedad del tabú, una sociedad que nos hace creer que del sexo no se habla. Ese mismo pensamiento del sexo como tabú se comprueba cuando vemos que los que tienen derechos para hablar de sexo son las personas que se van a casar, en los llamados prematrimoniales. Esto significa que de alguna manera se reconoce la normalidad del asunto pero no a todos los niveles.

Sin lugar a dudas esto ha evolucionado desde que se escribió el Deuteronomio 5:18 y su evolución ha sido el silencio o la creencia que solo quién se casa tiene derecho, los demás no, porque según ellos si se habla de la actividad sexual antes del matrimonio, esta actividad aumenta. A todo esto lo que hay que hacer es lo que un músico guatemalteco dice: liberarse. Para la liberación hay una formula sencilla y que nos la presenta la Organización de las Naciones Unidas para la Educación.

Imagen tomada de Clínicas Abortos.

Según la UNESCO el 34% de los jóvenes pueden dar prueba concisa sobre la transmisión del VIH. Esto nos dice de alguna manera que la restante de los jóvenes lo ignoran o lo saben a medias. Esta pequeña muestra nos da una idea de cuánto hace falta en la educación sexual, en nuestras instituciones educativas. Esto, sin lugar a duda, y como lo muestra la UNESCO, es la falta de una educación sexual integral.

Según esta organización lo primero que hay que hacer es reconocer que los seres humanos estamos hechos de carne, o sea que el asunto sexual es algo natural. Este reconocimiento nos llevará a que hablemos del tema y según ellos por hablar de sexualidad no se incrementa la actividad. Siguiendo con la educación sexual integra, debemos de recordar que esta debe de incluir a los padres, hijos y el equipo escolar. Según la UNESCO se deben de tener especialistas que trabajen para poder instruir a los niños desde muy temprano o tener material como el que se ha producido la UNICEF u otras organizaciones que nos dan una especie de guía, para poder instruir a los niños en la sexualidad, según a la edad a la que se pertenezca. Pero esto no es todo, para la educación sexual integral se debe llevar en conjunto actividades donde padres, hijos y docentes participen. Existen millones de videos de YouTube que ejemplifican dinámicas grupales de charlas de sexualidad. Esto nos ayuda a crear una comprensión del tema en sentido que los seres humanos lo empiezan a ver la sexualidad como algo de nuestra naturaleza. También rompe la barrera del tabú que gobierna en nuestras sociedades y con ello muchos problemas que están arraigados a la falta de educación sexual. Cabe pues recordar entonces la labor, de la escuela para una educación sexual integral que llegue a todos los actores de nuestras instituciones educativas.


Imagen principal tomada de Actualidad.

Luis Enrique Morales

Quetzalteco nacido en 1989, escritor independiente y estudiante. Egresado de la Universidad Galileo en 2012, excatedrático en el área automotriz de la región de Quetzaltenango. Actualmente residente en Estocolmo, donde trabajo en docencia y, al mismo tiempo, estudio Ciencias de la Educación (Pedagogía) en la Universidad de Estocolmo.

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