Diversidad de vida

Roberto Ganddini | Para no extinguirnos / ESPIRAL

¿Por qué tenemos que luchar para detener la explotación minera destructora al igual que aquellas prácticas de destrucción que no permiten la preservación el medio ambiente, como las hidroeléctricas mal diseñadas, la tala de bosques, el incremento de la frontera agrícola, la devastación de hábitat natural para el turismo desproporcionado, etcétera?

Quiero hacer en este texto una valorización de la vida en el planeta Tierra y que cada uno de nosotros tome conciencia de lo que actualmente estamos viviendo.

La vida es producto de cientos de millones de años de evolución. Se le llama biodiversidad al conjunto de todos los seres vivos y especies que existen en la tierra y a su interacción. La gran biodiversidad es el resultado de esta evolución de la vida a través de millones de años, cada organismo tiene su forma particular de vida, la cual está en perfecta relación con el medio que habita.

A lo largo del tiempo, surgieron culturas humanas que fueron adaptándose al medio y cambiando, de acuerdo a sus necesidades, el entorno en el cual habitaron. Muchos lugares y contextos que ahora parecen naturales llevan en su haber el desarrollo de milenios de años de la biodiversidad sobre el planeta. Si bien el ser humano es el que consciente o inconscientemente y de acuerdo a sus necesidades ha cambiado el entorno ecológico, muchas especies se han adaptado a este y han impregnado su huella en la historia.

La biodiversidad es la totalidad de los genes, las especies y los ecosistemas de una región. La biodiversidad fue modelada, además, por la domesticación y adaptación de variedades locales de cultivos y animales de cría.

En la actualidad, sabemos que el 99 por ciento de las especies que han habitado el planeta han desaparecido. Esto nos demuestra que estas son muy vulnerables ante cambios climáticos, ecológicos y eventos naturales que favorecen su extinción. Esta selección natural es la que determina qué especies se adaptan para la continuidad de la vida.

Todas las especies se han adaptado a su hábitat y el motivo de su desaparición es el propio cambio de este. En la actualidad, el que más modifica el entorno es el ser humano, ya que, por diversos motivos, toma actitudes en contra de la propia naturaleza, como podría ser la tala inmoderada, en donde muchas especies desaparecen debido a la pérdida de su hábitat.

El ser humano es el único dentro de las diversas especies que no generó una adaptación específica en dependencia con el medio para su sobrevivencia, como sí lo hicieron todas las especies de la flora y la fauna.

Pero el ser humano es el único capaz de convivir socialmente, lo que determinó el desarrollo intelectual, al crear instrumentos de trabajo que le permitieron adaptarse al medio y así desarrollar el trabajo para su sobrevivencia, como diría un intelectual del siglo XIX, el trabajo transformó al hombre. Otra cualidad grande del Homo sapiens es la de protegerse de las inclemencias del tiempo como ningún otro ser, sobre el planeta, lo que le permite no desaparecer como especie.

En lo relacionado con la sociedad humana, el afán de enriquecerse de ciertos sectores y de explotar de una forma irracional las diversas fuentes naturales está llevando a que la biodiversidad esté a punto de mermarse cuantitativamente hablando. Vemos como los grandes bosques húmedos de nuestro entorno están desapareciendo, lo que conlleva a que muchas especies perezcan también con estas prácticas. La minería a cielo abierto es una amenaza para todo el sistema ecológico que la rodea, ya que destruye bosques, especies animales y, lo que es peor, contamina el agua, lo que repercute no solo en el entorno inmediato, sino en muchas cuencas hidrográficas, ya que la contaminación en la parte alta de una cuenca perjudicará también las zonas bajas de dicha cuenca.

Es importante generar la conciencia de conciliar la preservación futura de la biodiversidad con el progreso humano, según criterios de sostenibilidad y sustentabilidad, de acuerdo al convenio sobre diversidad biológica.

La mayoría de las especies tienen un valor presente y futuro que no es precisamente el económico, debemos ser conscientes de que aún nos falta mucho para saber valorar la biodiversidad en conjunto con los ecosistemas, que son una gran riqueza para la humanidad.

Es necesario analizar la educación ambiental desde el punto de vista objetivo y propositivo, donde no solo se preserve la biodiversidad, sino el potencial de apoyo para continuar con el desarrollo del ser humano, aprovechando los recursos de una forma sustentable.

La pérdida de la biodiversidad equivale a la pérdida de la calidad de nuestra vida como especie y, en caso extremo, nuestra propia extinción.


Roberto Ganddini

Actualmente trabajo en la Universidad de San Carlos donde soy el Director Administrativo del Centro Universitario Metropolitano (CUM). De formación Agrónomo y con estudios en administración y Economía. Así como un diplomado de Desarrollo sostenible y prevención de desastres (FLACSO). Dentro de los diversas actividades escribo para el periódico de la Universidad de San Carlos especialmente sobre problemas de medio ambiente. Pero también de carácter social y coyuntura actual. Así como problemática interna de la USAC.

Espiral

0 Commentarios

Dejar un comentario