Carlos Juárez | Política y sociedad / CLANDESTINO Y ARTESANAL
Probablemente se ha dicho miles de veces que los jóvenes son los responsables de construir país, que serán los encargados de gobernar y dirigir los destinos de Guatemala. Sí, parece trillado, pero la realidad es que las generaciones actuales deben reflexionar sobre esa carga que la vida les otorga.
Una de las cosas a apostarle es al diálogo constructivo, nunca antes habían existido tantas formas de expresarse como en la actual era de la comunicación, y más porque parece que todos tenemos algo que decir.
El reto es aún mayor si se toma en cuenta las formas de expresión que la evolución tecnológica nos entrega en la actualidad. El diálogo hoy en día no lo producimos frente a otras personas, hemos cambiado los cafés y restaurantes por las computadoras y los teléfonos, nuestra plataforma de comunicación a veces se limita incluso a 280 caracteres que poseemos en la palma de nuestras manos.
Es en ese preciso momento que nuestra capacidad de diálogo se pone a prueba, ese ejercicio no es tirar opiniones al azar, es reflexionar sobre el poder de nuestras palabras, saber que al plasmarlas en cualquier plataforma digital llegarán a miles de personas y quedarán plasmadas para la posterioridad digital, así como las reacciones que estas generen.
Las redes sociales nos regalan esa oportunidad única de interactuar con muchas personas, pero deben llevar aparejada la responsabilidad en su uso. El diálogo al que debemos apostarle es objetivo, es entender que como nuestras opiniones hay muchas en contra a lo que pensamos, y que si no las compartimos estamos en toda la obligación de respetarlas.
Esta generación digital debe evitar caer en discusiones pasionales, debe creer en la posibilidad de que existan otras opiniones distintas entre sí, y sobre todo debe creer en la tolerancia a las opiniones de los demás. No significa aceptar las ofensas, esas son condenables y censurables, pero sí en realizar ese ejercicio mental que nos permita entender la necesidad (al igual que la nuestra) de expresarse por parte de otras personas.
La vía para entendernos como sociedad es apostarle al diálogo, ese que hoy hacemos a toda hora y en cualquier lugar, desde nuestras distintas creencias y posiciones, pero que debe regirse en todo momento por el respeto mutuo entre quienes se realiza.
Hoy los jóvenes tienen la oportunidad de ver todos los sucesos de la vida, los cuales nos invitan a reaccionar en esas plataformas digitales, lo que plasmemos en esas opiniones representará algo negativo o positivo dependiendo de la forma de pensar de los demás. Entender eso también es dialogar.
Para quienes creen en dialogar, las redes sociales son el mejor ejercicio, a veces se vive un ambiente agresivo, otras veces puede encontrar grandes posibilidades de sinergias, a veces una publicación dibujará una sonrisa en su rostro o lo hará enojar, podrá cultivarse o podrá conocer a otras personas. En fin, las redes sociales son la oportunidad de los jóvenes para hacer diálogo maduro, ese que tanta falta nos hace como sociedad y que nos permitirá cultivar posturas objetivas, sin tonos pasionales, entendiendo la existencia de otros y otras que piensan distinto y sobre todo respetando el derecho de libertad de emisión de pensamiento de cada uno de ellos.
Carlos Juárez

Estudiante de leyes, aprendiz de ciudadano, enamorado de Guatemala y los derechos humanos, fanático del diálogo que busca la memoria de un país con amnesia.
Un Commentario
Carlos es un excelente y actual artículo, felicitaciones.
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