Día de la Dignidad de las Víctimas

-Mario Polanco / NO MÁS IMPUNIDAD

Ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, masacres, tortura y otras violaciones a los derechos humanos se cometieron a lo largo de la región latinoamericana, sin embargo ninguna sociedad enfrentó la brutalidad de su propio Ejército, como sí lo hizo la guatemalteca.

Desde el Ejército se orquestaron lo crímenes más atroces jamás imaginados, el número de personas que sufrieron violaciones a los derechos humanos fue tan elevado que se corría el riesgo de que las víctimas quedaran eclipsadas como personas y se convirtieran en simples estadísticas que ocultaran el sufrimiento que afectó a la casi totalidad de las familias.

Las víctimas de las violaciones a los derechos humanos y sus familiares son personas con dignidad y derechos, que deben ser tratados con respeto y no simplemente ignorados por parte de grupos de poder, especialmente de quienes gobiernan o de quienes promueven impunidad haciendo llamados a no buscar justicia y por lo mismo a perdonar y a olvidar.

Cada día del año las víctimas se mantienen en la memoria de sus seres queridos y de alguna parte de la sociedad, especialmente de quienes los conocieron. El 25 de febrero es una fecha en que se les conmemora, para los familiares es importante, porque significa que es una forma de no olvidarlos, de mantenerlos presentes.

Además, la conmemoración del Día de la Dignidad de las Víctimas ayuda a hacerle comprender a quienes protegen a los violadores de los derechos humanos que aunque se organicen, cuenten con dinero para campañas oscuras, difamen a los familiares de las víctimas o quienes forman parte de las organizaciones que abren procesos penales, la lucha en favor de conocer la verdad y de alcanzar la justicia continuará, no solo porque las víctimas tienen dignidad, sino porque sus familiares hacen esfuerzos para que se alcance la justicia.

El Día de la Dignidad de las Víctimas se conmemora cada 25 de febrero, debido a que en 1999 la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) presentó el informe Memoria del Silencio, con el que se abrió la oportunidad para conocer la verdad acerca de la identidad de los autores materiales e intelectuales, así como de las causas que motivaron las violaciones a los derechos humanos.

La celebración se realiza a partir del 2000, primer aniversario de la entrega del informe por parte de la CEH. Posteriormente, con ocasión del quinto aniversario en 2004, el conjunto de organizaciones de víctimas de violaciones de los derechos humanos entregaron la solicitud al presidente del Congreso de la República en la cual se planteaba que el Congreso debiera institucionalizar esta conmemoración.

La coyuntura favorable debido al inicio de ese nuevo Gobierno permitió que de manera inmediata fuera sometido al pleno y se aprobara la solicitud a través del decreto 06-04, pero no se declaró el Día de la Dignidad de las Víctimas, fue hasta cuatro años más tarde con el decreto 48-2008 que reformó al 06-04 cuando la declaración oficial fue una realidad.

En el decreto 48-2008 se establece la conmemoración oficial del Día de la Dignidad de las Víctimas, estableciendo que la conmemoración se extiende a las instituciones autónomas y descentralizadas, establecimientos educativos y oficinas públicas y privadas. Además ordena que los ministerios de Cultura y Deportes y de Educación promuevan dichas actividades conmemorativas para que se cumpla su cometido. También establece que el Ministerio de Educación deberá incluir en el pénsum de educación primaria y secundaria las enseñanzas sobre las causas y consecuencias del enfrentamiento armado y del contenido de los Acuerdos de Paz.

Han transcurrido 14 años desde la oficialización sin que las instituciones estatales establezcan alguna forma de conmemoración, violándose con ello lo mandado por la ley. Continúan siendo las organizaciones sociales que trabajan con víctimas de violaciones a los derechos humanos las que realizan actividades conmemorativas.

En 2018, el conjunto de organizaciones y familiares de las víctimas continúan planteando la necesidad de que sea aprobada la ley de búsqueda de personas desaparecidas, así como la necesidad de que se abran los archivos del Ejército, esa medida permitirá que avance la justicia y se conozca la verdad.

Mario Polanco

Graduado en la Universidad de San Carlos de Guatemala de licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, con Maestría en Seguridad y Defensa por la Universidad Mariano Galvez, actualmente director del Grupo de Apoyo Mutuo. Activista de derechos humanos, haciendo esfuerzos para que no haya más impunidad.

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