Ricardo Barrientos | Política y sociedad / MANIFIESTO
La desobediencia a la Corte de Constitucionalidad (CC) obliga a la destitución de ministros y al Ministerio Público (MP) a perseguir penalmente al presidente.
Existe un debate entre juristas en cuanto a si Jimmy Morales y miembros de su gabinete, en especial Sandra Jovel y Enrique Degenhart, ya desobedecieron lo ordenado en la resolución de la CC. Algunas personas y organizaciones ya presentaron a esa Corte solicitudes de debida ejecutoria, para que se ordene la destitución de esos ministros y que certifique lo conducente al MP, a efecto de iniciar la persecución penal de Jimmy Morales.
Otros opinan que, en estricto rigor jurídico, la desobediencia aún no se ha producido, y que se produciría solo en el caso en que el comisionado Iván Velásquez intentara volver a Guatemala y que el Gobierno se lo impidiese. Otros sostienen la necedad de la ilegalidad de esa resolución de la CC, y otros aún rayan en la estupidez de que Jimmy Morales y sus funcionarios no solo debieran desconocer a la CC (golpe de Estado técnico), sino además formalizar el retiro de Guatemala de la Organización de las Naciones Unidas.
Es imperativo comprender y asumir que la crisis prevaleciente no es un pleito personal entre el comisionado Velásquez y el presidente Morales. Es el choque entre dos posiciones, una, la defensa del Estado de derecho y del imperio de la ley, de un Estado libre de corrupción e impunidad con un sistema de justicia capaz de alcanzar a cualquiera, independientemente de su condición política, económica o social , y la otra, el ejercicio del poder ilegítimo que por tanto tiempo ha prevalecido en Guatemala, derivado de la corrupción y la impunidad, ese cáncer que ha alcanzado a todos los sectores, el empresarial, los poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo, en sus expresiones locales y nacionales.
Es una crisis en la que la misma democracia está en riesgo gravísimo, y nos encontramos al borde de volver a la dictadura. Es verdad que nuestra democracia estaba muy lejos de ser saludable y funcional, menos perfecta, pero comparada con las décadas de la dictadura militar, la guerra civil y el genocidio, los avances logrados son incuestionables. El principal avance estructural y de fondo que la lucha contra la corrupción y la impunidad está logrando es justamente evidenciar las hipocresías de la disfuncionalidad e imperfecciones de nuestra democracia incipiente, y forzar a los poderes fácticos a desenmascararse.
El asunto de la desobediencia de Morales, Jovel y Degenhart a una resolución de la CC es quizá el principal punto crítico de la crisis: ¿qué prevalecerá, los intereses putrefactos del grupo de corruptos para defender el statu quo de impunidad del que han medrado por demasiado tiempo, o la ley, las instituciones y el régimen democrático republicano de pesos y contrapesos que equilibran los poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo?
La manipulación mediática que vomita el Gobierno es muy peligrosa. Quizá el éxito más importante de Morales y del grupo de quien es títere servil es haber encontrado en la religión y la cantaleta de «la familia y la vida» una fibra sensible que le ha procurado cierto apoyo popular ciego y no razonado.
La crisis es tan grave que exige el compromiso de los liderazgos empresariales y religiosos honestos, pero sobre todo la acción. No debemos relegar la responsabilidad ni abandonar a los juristas que valientemente se están batiendo en la CC.
Guatemala está ante un peligro muy serio. Todas y todos estamos obligados a entenderlo y actuar. El momento es hoy, por favor no esperemos a que el Gobierno recurra a la represión violenta, porque mañana ni la voz podremos levantar.
Ricardo Barrientos

Especialista en temas de política fiscal. Fungió como viceministro de Finanzas Públicas de Guatemala en 2009-2010. Consultor independiente sobre política fiscal, evaluación y seguimiento de políticas públicas. Ha publicado trabajos sobre política tributaria y análisis de la evasión tributaria en Guatemala.
2 Commentarios
Corrijo: familias de horror.
Por partes (aunque en todo lo expuesto estoy de acuerdo) : 01.- El argumento de la crisis es cierto, pero el detonante principal es el pulso entre el Presidente y el Comisionado; si esto no se hubiera dado seguiríamos aún capítulo a capítulo el desarrollo de la telenovela del desgobierno e impunidad. 02.- En la historia de Guatemala «JAMÁS» se ha librado una guerra civil, ese término lo siguen usando los que aún se están sirviendo de los beneficios del conflicto armado que dicho sea de paso, en ningún momento polarizó a la población sino que la llenó en algunos sectores del País de terror y adornó a algunas familias de terror; dígase entre chafas e inconformes que en ambos, recae la responsabilidad de tantas muertes de personas muy valiosas que hoy si se les hubiera dejado vivir otro gallo nos cantaría seguramente a nosotros los que aún aguantamos.- 03.- Quien determinará si la CC está actuando en Ley ó nó?; es posible que se deba cumplir una orden ó disposición de la CC si no está esta en Ley; está última es una duda que tengo y que considero es razonable.
Felicitaciones por expresarse por esta tribuna Ricardo Barrios.
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