Desconocer la historia LGTBI es repetir los registros policiales de 1960-1990

-Pilar Salazar Argueta | PUERTAS ABIERTAS

Cuando leí el informe La criminalización de la población LGBTI en los registros policiales, de 1960 a 1990, entendí la lógica de control, de poder y la visión que tenía la Policía Nacional –y sigue teniendo ahora la Civil ̶ acerca de la homosexualidad y todo comportamiento que se considera(ba) subversivo y fuera de la heteronormatividad, pues la gente era encarcelada hasta por su apariencia y forma de vestir.

Durante el proceso de recuperación y digitalización del Archivo Histórico de la Policía Nacional (AHPN) se encontró un documento llamado «Álbum fotográfico de delincuentes», donde están, junto a gente que robaba y mataba; activistas y personas identificadas como homosexuales, incluidas mujeres transgénero, que se sabe de su identidad de género por su «alias», llamado así en esa época. Ese documento consta de 38 libros y 80 000 fotografías.

Los adjetivos calificativos para los pies de foto eran: «subversiva», «guerrillera», «por razones de seguridad», «sujeto a investigación», «prostituta» «ejercer la homosexualidad», «ejercer pederastia», «ser afeminado o vestirse de mujer», «usurpación de identidad y nombre supuesto», que no eran solamente peyorativos o una hipótesis, sino un delito sin juicio, motivo de prisión y, en la mayoría de casos, significaba la muerte. Todo en el marco de la represión, el conflicto armado y la limpieza social.

La homosexualidad era motivo de delito o de agravante, y la invisibilización de las mujeres trans era una constante costumbre de burla y sometimiento, pero ellas hacían poses de modelo de pasarela, dedicadas a los policías, quienes tampoco eran ajenos a lo que miraban. Podría comparar el aparato policial con la manera de perfeccionar la técnica disciplinaria y el panóptico como castigo y enderezamiento de la conducta de los individuos (Jeremy Bentham, Michell Foucault).

El rol de la Policía Nacional y de la prensa en la década de 1980

La Policía ha sido promotora de la estigmatización de la libertad y autodeterminación; de la homofobia, transfobia y lesbofobia en el imaginario de la sociedad. Señala que las personas víctimas del conflicto armado y la comunidad de la diversidad sexual son delincuentes y pervertidos.

El DIC (Departamento de Investigación Criminal) era el principal aparato estatal represivo y de control desde 1954 en la contrarrevolución y los grupos «minoritarios». En los álbumes fotográficos de delincuentes se recopilaron registros de 156 personas acusadas de pederastia con agravante de homosexualidad.

La prensa ha sido otro de los responsables del establishment, un claro ejemplo es el titular de Prensa Libre en 1988 «Proliferan homosexuales»[1]. Claramente, a partir de ahí se hila una semiótica del control y del poder social en los medios de comunicación desde la palabra. Otro claro ejemplo es que, en la televisión nacional, los noticieros siguen siendo tendenciosos y agitadores de las masas, transmitiendo desde el amarillismo noticias de violencia que crean sensación de miedo, «anarquismo» y el sentimiento de necesidad de protección estatal desde un statu quo ciudadano.

El 5 de noviembre de 2005 fue descubierto, por casualidad, el AHPN, por oficiales de la oficina del Procurador de Derechos Humanos. Luego de una explosión masiva en junio de ese año en un centro de almacenaje de municiones en la base militar Mariscal Zavala en la ciudad de Guatemala, se temía que hubiese más explosivos que causaran estragos en los barrios aledaños. Los oficiales de la oficina del Procurador de los Derechos Humanos de Guatemala (PDH) hicieron una inspección a la antigua sede de la Policía Nacional, en la zona 6 capitalina, y descubrieron varios cuartos con documentos apilados, del piso hasta el techo, que en su mayoría habían sido ordenados por mujeres policías.[2]

Las organizaciones que contribuyeron con entrevistas y experiencias con el AHPN para ese informe fueron Oasis, Mujeres en Tacones, SOMOS-Jóvenes diversos en acción, Gente Feliz, Red Nacional de la Diversidad Sexual y VIH de Guatemala (REDNADS) y LAMBDA. Es importante que como sociedad civil y diversa nos involucremos y exijamos que la historia no sea olvidada ni borrada, mucho menos por aprendices de dictador ni por las élites interesadas.

[1] Baca, A. (11 de agosto, 1988). «Proliferan Homosexuales», Prensa Libre, p. 17.
[2] Ugalde, E. (5 de septiembre, 2012). «La historia desconocida del AHPN», Plaza Pública .

Fuentes: La criminalización de la población LGBTI en los registros policiales, 1960-1990. Archivo Histórico de la Policía Nacional, Colección de informes, volumen 12.

Fotografía principalp proporcionada por Pilar Salazar Argueta.

Pilar Salazar Argueta

Mujer diversa, comunicadora, periodista por vocación, diseñadora web. Dos veces ponente en el congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos -LASA- (2018-2019). Incidente/disidente de la academia. Corresponsal en Guatemala de la agencia de noticias LGTBI regional Presentes, con base en Buenos Aires, Argentina.

Un Commentario

Jacobo Vargas-Foronda 21/07/2019

LA NEGRA
Jacobo Vargas-Foronda ©

Vós Magneto, esta Fortaleza si que jode. ¿No que a las cinco de la tarde pasa? ¿Vós qué pensás, esperamos más tiempo o pedimos jalón? – ¡Mirá! Esperemos unos minutos más, a lo mejor pasa alguno de esos cerotes del Técnico, que tienen carro, y nos llevan. Si no, nos regresamos y mañana salimos para Guate., de todas maneras, no tenemos donde dormir-.

¡Madre, Madre! Ya llegué. –M’ijo, ¡pensé que ya no venías! ¿mirá la hora que es? -.

Son las diez de la noche. Lo que pasó es que esa condenada camioneta como que no tiene hora fija en su recorrido. Debía estar en la parada a las cinco de la tarde. Pero ya ve, llega a la hora que le da la gana. Bueno, sea lo que sea ya estoy en casa. ¿Qué nos cuenta Guate?? ¿Qué me cuenta Usted, Madre?, ¿Cómo ha estado estos días? Yo, como siempre, vengo muy feliz de estar estudiando en Mazate. Aparte de que estoy aprendiendo bastante, con los instructores alemanes, los fines de semana, tengo la oportunidad de venir a verla y estar dos hermosos días con Usted. ¡Madre mía! ¿Qué me cuenta?

-M’ijo, aparte de mis labores en el Magisterio, bien sabés que mi cargo de Inspectora de Educación se lleva mucha parte de mi tiempo en visitar las escuelas y los colegios. Además, no he descuidado mis visitas a los centros infantiles que atienden a los niños con retraso mental ya que ellos merecen una especial atención.

Te cuento que me escribieron tus hermanas, la carta que más me gustó fue la de Ilonka. Con un poco de suerte nos viene a ver un par de meses, ya sea a mediados o a finales de este año. Claro que la pobrecita no tiene para todos los pasajes, acordáte que son tres; ella y mis dos nietos. Desde Equinoccio, sólo pueden venir en avión y yo le contesté, ¿no te vayás a molestar conmigo?, que los boletos de los patojos los pagamos aquí. Claro que no le dije que los compraríamos a plazos, para que no se me fuera a preocupar-.

¡Mmm, mmm! Madre, ¡bueno! ¿Qué haremos este bellísimo fin de semana? Hoy, viernes, ya no podemos hacer nada. Mañana, a lo mejor podemos ir a visitar a los tíos, o si Usted quiere, ¿podemos ir al Cine? Yo me estoy cayendo del sueño. Aparte de las tres horas de viaje, no se olvide que en el Técnico nos acostamos bastante temprano para podernos levantar a las seis de la mañana. Uno de los profesores auxiliares nos toca la diana como si fuéramos militares.

¡Madre, le amo! No sabe lo que me cuesta regresar al Instituto. Menos mal que ya sólo me falta un año y seré todo un Bachiller Industrial egresado del “Instituto Técnico Industrial Georg Kershesteiner” de Mazatenango. Así podré tener mi buen trabajo aquí en Guatemala. Yo no me voy a ir a ninguna parte, no quiero vivir en el extranjero como el resto de la familia, deseo vivir aquí con Usted. Ya verá que seremos muy felices, hasta mañana.

-M’ijo, que duermas bien. ¡Estoy muy orgullosa de tus rendimientos académicos, vas a ser un buen Bachiller Industrial! -Que Dios te acompañe-.

¡Pam, pam, pam pam!

¿Quién puede tocar a esta hora?, ¡Debo estar soñando!

La Negra/JVF/2 ©

– ¡Patojo, patojo, despertate! ¿Quién sós, cómo te llamás, quiénes son tus papas? -.

Mmm, mmm, ¿qué hora es?, mmm, mmm.

– ¡Patojo! ¿cómo te llamás? -.

¿Quién es usted?, mi nombre es Jacobo Vargas-Foronda, hijo de Oscar Vargas Romero y María Isabel Foronda Prado. ¿Qué pasa?…

– ¡M’ijo, otra vez nos están cateando! Ya se les hizo costumbre, vienen cada dos meses, o cada mes, cuando les da la gana, ya se conocen la casa de memoria-.

Bueno, Madre, ahhaaa, yo sigo durmiendo. ¿Puedo ayudar en algo?

– ¡Patojo, vestite, te venís con nosotros! -.

– ¡Oficial, Oficial! ¿Por qué se lo llevan, a dónde…? ¡Oficial! ¿Por qué se lleva a mi hijo? ¡Oficial! ¿Adónde se lo llevan, por qué…?

– ¡Salí rápido! Tu mamá está muy nerviosa, se ve bastante mal, ¡apúrate, apúrate! -.

¡Madre, Madre! No se preocupe, todo saldrá bien, el Oficial sólo cumple con su trabajo.

– ¡M’ijo! ¿A las tres de la madrugada?, ¿Con tantos policías y civiles? Tengo miedo. ¡Oficial! ¿Adónde, por qué se lo llevan? Si usted quiere, hoy muy temprano, a las ocho de la mañana en punto, yo voy con mi hijo a la Policía, a su trabajo, al lugar que usted me diga, ¡pero no se lo lleven a estas horas! ¡Oficial! ¿Por qué…?

¡Oficial! Mi Madre está bastante mal, ¡permítame que le compre algo en la tienda, por lo menos un par de mejorales, ahí con Doña Bertha! Si le golpeo la puerta, Doña Bertha me abre, ella me conoce. Yo estoy tranquilo, nada temo, nada debo. ¡Por favor…!

-Esta bueno patojo, andá comprále algo. ¡No tratés escapar, tenemos rodeada la manzana y tienen órdenes de disparar a matar! -.

¡Pam, pam, pam! ¡Doña Bertha, Doña Bertha! ¡Por favor abra! ¿me oye? ¡Abra Doña Bertha, soy Jacobo! ¡Sólo quiero comprarle un par de mejorales, para mi Madre, ella está bastante mal!

– ¡Hay, m’ijo! ¿Qué les pasa? -.

Doña Bertha, me llevan preso, ¡no sé por qué! Mi Madre no se siente bien, ¿tiene un par de mejorales? ¡Ahí se la encargo! ¡Cuídala por favor! Yo estoy tranquilo, se que regresaré.

– ¡Subíte a ese carro! ¿No entiendo por que está tan seguro de que vas a volver?, ¡Esa tu tranquilidad está media rara! Con la experiencia que tengo, en capturas de este tipo, es primera vez que la veo. Dejáme que piense un poco…-.

La Negra/JVF/3 ©

¡Oficial, éste no es un carro ni de la Policía ni del Ejército! ¿Adónde me llevan? –No me digás oficial, yo no soy oficial-.

¿Puedo encender un cigarro?, ¿Ustedes fuman…? –Vós, dirigiéndose al chofer, en la veintiseis calle doblas a la derecha y te regresás por la primera Avenida, te parás enfrente de la Escuela Pedro Bethancourt, allí nos están esperando-.

– ¡Bajáte!, te voy a cambiar de carro. ¡Si seguís en éste, cuando yo llegue a donde tengo que ir, serías un patojo muerto! ¿No sé por qué lo hago? Tu mamaíta es buena persona, ya le mataron a un hijo, tu hermano mayor. En lo que pienso que hacer con vós, que te den unas vueltas por la ciudad, ¡a ver que decido! Muchá, me le dan unas vueltas, yo les hablo por radio-.

– ¡Púta, vós patojo, sí que tenés suerte! Teníamos órdenes de … A ver si nos caés bien. ¿Cuánto pisto traés? -. –Vós, dejálo tranquilo, mirá que parece que lo está protegiendo, ¡mejor callaté! -.

¿Quieren un cigarro?, ¿Puedo encender uno? Claro que no son finos, son marca Alas, de éstos fumamos los estudiantes del Técnico, allá en Mazate. ¿Dónde trabajan?, ¿Son policías?, ¿Judiciales?, ¿Del Ejército?

-A ver, invitanos a un cigarro. Mirá que pregunta, ¿dónde trabajamos? Eso no te importa. Aquí lo que vale, es que estás con nosotros, desaparecido. Lo que hagamos con vós, sólo depende de las órdenes que nos den. Así que si querés hablar, hacélo mientras podás, ya estamos acostumbrados-.

-Tip, tip, ¿me escuchan? -.

-Si, lo escuchamos. ¿Qué hacemos con él? -.

-Llévenlo al Cuarto Cuerpo, ahí que vean que hacen con él, entre hoy y mañana, después yo me encargo-.

– ¡Nombre! -.
Jacobo Vargas-Foronda.
– ¡Profesión! -.
Estudiante.
– ¿Traés cartera, papeles? -.

Si, aquí está. Cinco quetzales, dos preservativos, unas fotos de mi familia, eso es todo. ¿Para qué me pregunta?, ¡No veo que escriba!

– ¿Creés que somos babosos? Vós, Hormiga, llevátelo al “Cielo-con-el-Infierno”. Decíle al Quitasueño que éste no debe dormir. Además, nada de fiambre-.

-Bueno, vós patojo, ésta es quizás tu última casa. Al cuartito lo llamamos “el Cielo”, podés ver que no tiene techo ni puertas, sólo rejas por arriba y por abajo, así podés ver las estrellas. ¿Sabés por qué le decimos “el Infierno”? Todos los que han estado aquí sólo salen con las patas por delante.

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Eso sí, antes escuchan lo que le pasa a la gente que piensan como ustedes, ¡comunistas de mierda! Los gritos que estás escuchando te van acompañar todo el tiempo-.

– ¡Hijo de la gran púta! Por vós me despertaron. ¡A la púta! Si apenas son las cuatro y media de la madrugada. Mirá pisadito, me dicen el Quitasueño porque ni me dejan dormir, ni yo dejo dormir a los cerotes como vós. A punta de cubetazos de agua chuca te voy a mantener despierto. Si traés cigarros y fósforos, mejor si me los das, mojados no te sirven para ni’mierda. Yo, a vós, te he visto en alguna parte, a lo mejor en la Tienda de Lucho, ahí en la zona cinco. ¿Conocés a Jaime? ¿A Luis? ¿a ése que le dicen Roberto? ¡Yo sé que los conocés! Te aconsejo que mejor si hablás. De las vergueadas no te salvás, así seás mudo. ¡Pensálo! -.

¿Qué van hacer conmigo? ¿Cómo estará mi Madre? No me puedo dormir, en cada intento me tiran agua con olor a mierda. ¡No, no debo ni medio dormir! ¿Esos gritos…?

– ¡Sí que tenés suerte, patojo! Hoy vienen a buscarte, te van a llevar al mundo de los menos muertos. Ya te ganaste la mitad de la vida, todavía te llevás la mitad de la muerte. ¡Seguí rezando! -.

-Aquí está tu billetera, vacía como la traías. ¿Te falta algo? -. ¡No, así está bien! Sólo me falta mi Cédula de Identificación.

-Súbite al Bronco, el de los vidrios oscuros. ¡Sentáte aquí atrás! Si en las calles ves algún conocido tuyo o de tu familia, nos avisás. ¡Mejor si ves alguno! Te vamos a pasear por la Avenida Reforma y la Sexta Avenida, ¡abrí bien los ojos! -.

– ¡Hijo de cien pútas! Así que no viste a nadie. ¡Tenés suerte, pisadito estudiante! Te tenemos que entregar en el Primer Toro-.

– ¿Qué traés?-.
Mi billetera vacía y mi Cédula.
– ¡Desnudáte! ¡A cabrón! Traés una cadena de oro y una placa. ¿Qué tiene grabado?, ¿Un nombre?, Jacobo Vargas-Foronda, ¡ése no es tu nombre! ¡Ya te llevó pútas! -.

Ese es mi nombre. Ni tengo ni uso otro que no sea el mío.

-Ya veremos, cuando te vengan a interrogar sabremos cómo te llamás. Vós, Flaco, éste viene por peligroso, por medidas de seguridad de Estado, encerrálo en “el cuarto-oscuro”. ¡Que no lo vea ni hable con nadie! De fiambre, hay órdenes, sólo una ración por la noche: un pocío de café; uno de frijoles; y, un pan francés, de los de a len. ¡Llevátelo! -.

Ahora entiendo porque le dicen “cuarto-oscuro”. Menos mal que el portón tiene esos agujeritos ahí arriba. Al menos podré saber cuándo es de día. ¿Cuánto tiempo me tendrán aquí? Voy a medir con los brazos, así sabré cuánto me puedo mover. De ancho, sin extender por completo mis brazos, toco las paredes; de largo, dos pasos y medio. Creo que, si podré acostarme con las piernas dobladas, mejor si siempre duermo en el mismo lugar.

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Han pasado varios días, ¿qué estarán pensando hacerme?, ¿Cuánto estaré pesando? El café y el agua con frijoles saben igual. ¿Qué tendrá, qué será ese sabor agridulce? Si no es por el agua, el “pan” no podría comerlo, es tan duro como la piedra. ¿Cómo estará mi Madre? Estoy vivo, ¿lo sabrá ella?, ¿Ya me habrá localizado? Por suerte, hasta ahora, sólo vienen y me asustan por las madrugadas, durante el día no me dejan dormir.

¿De qué me acusan…? ¿Por qué me detuvieron?

– ¡Tan, tan, tan! ¿Quién está allí adentro…? ¿Sós viejo o patojo? -.

No soy viejo, soy patojo, mi nombre es Jacobo Vargas-Foronda. ¿Quién me habla?, ¿Por qué y para qué?

– ¿Fumás?, ¿Tenés fósforos? ¿Querés unos cigarros? ¡Contestá, pués! -.

Sí, si fumo, no tengo cigarrillos ni fósforos. ¿Por qué?, ¿Quién sós vós?, ¿Por qué me hablás?, ¿No que está prohibido que me hablen…? ¿Quién estará tapando los agujeritos? ¡No, no los están tapando! ¿Otra vez? ¿Algo cayó, qué sería?

– ¡Tan, tan, tan! Te tiré seis Payasos, unos fósforos con un pedazo de carterita, ¡ojalá los encontrés! Mañana te tiro otros, ¡pero que no te los encuentren! -.

¡Gracias…! ¿Serán cigarros? Si son Payasos los reconozco, su sabor dulzón es inconfundible. Aquí está uno, por aquí deben estar los otros. ¡Ya los tengo! Faltan los fósforos, ¡los encontré! Por el olor si parecen Payasos, con la lumbre veremos la marca y su forma. Mmh, mmh, si, si son. ¿Quién será el que me los regala? ¡Si no todos son cigarros, me registran y me los encuentran, ya me llevó la gran diabla! ¿Dónde los puedo esconder? ¡Ya sé! Pondré un cigarrillo, bien paradito, en cada esquina. Hoy me fumo dos.

– ¡Tan, tan, tan! Ya regresé, aquí te tiro otros Payasos. ¿Sabés escribir?, ¿tenés papel y lápiz? Mañana salgo libre, ¿querés algún mensaje para afuera?, ¡contestá, pués! -.

¡Sí! Sí me hacés el favor. No tengo nada, también necesito más fósforos para alumbrarme y poder escribir algo.

– ¡Tan, tan, tan! Aquí te tiro un pedazo de lápiz y la envoltura de un paquete de cigarros y unos fósforos. Regreso como en una hora, cuando te toque me pasás el papel por debajo del portón, ¡pero te apurás! -.

¿Quién será? ¿Qué me podrán hacer si le escribo una notita a mi Madre, diciéndole como estoy y donde me tienen detenido? Mejor escribo:

“Para: Doña María Isabel.
Mensaje: Estoy vivo, me tienen en el 1er Cuerpo de la Policía. ¿Cómo está Usted? No sé quién es el portador, ni cómo se llama, pero se lo agradezco mucho.
Jacobo.
Dirección: Ave. Elena 23-20 zona 3. Guate.IV/1970”.

La Negra/JVF/6 ©

– ¡Tan, tan, tan! ¿Escribiste algo? Pasámelo por el piso, ¡apuráte! -.

Ahí va, cerca de la punta derecha del portón, por delante, ¿lo mirás…? ¿Qué me pasará? ¡Ya tengo más de una semana encerrado en este lugar! Hoy sale libre mi desconocido mensajero y amigo. Se acabaron los cigarros. Mi viejita ya podrá saber dónde me tienen. Cada día estoy más cansado y débil. ¡De repente hasta ya me expulsaron del Técnico por no haberme presentado a tiempo, después de mi último fin de semana! ¿Qué día será hoy?, ¡maldita sea, ya perdí la cuenta! ¿Qué pasará mañana?

Otro día, otro día. ¿Qué hora será? ¿Las ocho, las diez de la mañana o las tres de la tarde? No, deben ser como las diez, por las tardes casi no me entra luz.

– ¡Abran esa mierda de portón! ¡Vós, patojo, vení, te vás con nosotros! ¡Te vienen a buscar! -.

Otro policía, otra cara sin nombre. Mejor si pregunto, ¿a dónde me llevan ahora? ¿Puedo pedir mis cosas? ¿Mi cartera, mi cédula? –Mejor salí rápido y calláte la boca, no vaya a ser que te regresemos. Oficial, aquí está el patojo que nos mandó a traer. Ahí se lo entrego, yo me lavo las manos-.

Vaya, al menos una cara conocida. Usted es el que me arrestó en mi casa, ¿a dónde me llevarán ahora? ¿Qué harán conmigo?

-Mirá patojo, tranquilizate, parece que estás limpio. Tu mamaíta se movió rápido, me ha convencido de que estás limpio. Además, los dos directores del Instituto donde estudias, tanto el guatemalteco como el alemán, me hablaron bien de vós, me llamaron por teléfono, desde Mazate. Dicen que sós buen estudiante y ejemplar con todos. También me mandaron, por escrito, un informe sobre tu conducta y puntual asistencia a todas tus clases. De todas maneras, te voy a continuar investigando un poco más, mientras tanto te voy a poner en un lugar más cómodo. ¿Te devolvieron todas tus cosas? ¿Qué te quitaron?

Mmmhh, mi cartera, mi cédula y mi cadena de oro con mi placa de identificación, fue el policía de la “entrada”, por suerte es el mismo que está hoy. Que yo recuerde, no escribí nada sobre mi llegada ni apuntó lo que me quitó y yo no firmé ningún papel sobre mi ingreso. Él me acaba de decir que me calle la boca, sino de repente hasta me regresan. ¿Usted me preguntó?, ¡Yo le estoy respondiendo!

-Regresá y pedíle tus cosas, ¡con firmeza! -.

Ya regresé, como usted me dijo, pero para pedirle me devuelva mis cosas, mi cartera, mi cédula y mi cadena de oro con mi placa en donde está mi nombre.

-Tenés huevos, pisadito. Tomá tus mierdas y olvidáte de mí-.

Aquí estoy, con mis cosas, gracias. ¿Adónde me lleva? ¿Por qué me detuvieron? ¿De qué me acusan?

-Te detuvimos por una denuncia, dicen que toda tu familia es comunista, que vós sós guerrillero

La Negra/JVF/7 ©

y otras babosadas más. Pero vós no podés estar en tantas partes al mismo tiempo. Siempre te voy a seguir investigando, te voy a mandar al segundo piso, al “Hotelito”, allí están los policías y judiciales que han cometido delitos. Mejor si no hablás con ellos y tené mucho cuidado, esos matan por nada-.

A buen lugar y resguardo me manda. ¿Por qué…?

-No me preguntés tanto. Allí podés dormir en cualquier litera y vas a tener los tres tiempos de comida. Deberías estar contento. ¡Cuidáte! -.

Vaya, comparado con el “cuarto oscuro”, éste si es un “Hotelito”. Las literas están buenas, ¿en cuál me acomodo? Hay como siete “detenidos” y unas quince literas. Todos son jóvenes, el mayor de ellos no debe pasar de los veinteiuno años. Ésa del centro me da más confianza. Si me voy al rincón, muy sospechosos. Si me acerco mucho, a saber, que van a pensar. Mejor en la del centro, ni muy lejos ni muy cerca. Como decía mi abuelita, ni tan lejos que no alumbre, ni tan cerca que queme al santo.

Ya van dos días, al menos tengo los tres tiempos, veo el Sol y duermo en litera. El silencio y la forma como me ven ellos es lo preocupante. Mejor si me sigo haciendo el baboso, se me dijo que me cuidara…

– ¡Ése que se llama Jacobo Vargas-Foronda!, ¡con todas sus chivas, va para afuera! -. Ése soy yo, pero no tengo más chivas que las que traigo puestas.

– Hoy salís libre, pero antes tengo que ficharte y hacerte unas preguntas más. Vení conmigo, caminá a mi lado, vamos a mi oficina, al otro lado del edificio. ¡No te olvidés, caminá a mi lado! -.

¿Por qué me tiene que fichar? ¿De qué delito se me acusa? Dice que me voy libre, si lo hace con sus propias investigaciones, ¿por qué no cree que efectivamente estoy limpio, como usted mismo lo dice? ¡No me fiche! No hay ninguna razón para que lo haga. ¡Si me ficha me marcará para toda la vida! ¿Por qué y para qué?

-Entrá. ¡Mirá vós, llevá al patojo para que lo fichen, luego me lo traés…! Patojo, te tenemos bien controlado y vigilado, por lo que hemos investigado estás limpio. Te voy a dejar ir, te me vas directo a tu casa, dentro de unos cuarenta y cinco minutos te llamo por teléfono para ver si estás en tu casa. Mirá, parece que algunas personas te quieren hacer daño. Te aconsejo que mejor si se cambian de casa y, mucho mejor, si te vas del país. Yo te dejo libre, ¡no sé lo que pueda pasar con vós! ¿Me entendiste? -.

Si, ¿por qué nos tenemos que cambiar de casa o irme del país? Ni nos vamos a cambiar de casa, voy a seguir viviendo con mi Madre en la misma casa que nos dejaron los abuelos, y no pienso irme del país, además tengo que terminar mis estudios en el Técnico y graduarme de Bachiller Industrial. ¡Gracias por sus consejos!

-Mejor si te mando a dejar, no vaya a ser que te pase algo en el camino. Vós, lleváte aquellos tres, en el Bronco, y me lo llevás directamente a su casa-.

La Negra/JVF/8 ©

Ring, ring, ring. ¡Aló!

-¿Está Jacobo? -.

Si, él habla.

-Aquí, en mi oficina, está tu mamaíta, no cree que estás en tu casa, te la pongo al teléfono, ella está muy nerviosa-.

– ¡M’ijo! ¡m’ijo…! -.

¡Madre! ¡Madre!

– ¡Bendito sea Dios que te soltaron con vida! ¡Tenía mucho miedo que te fueran a hacer daño! ¡Así como me mataron a mi Horacito! ¡Dios me bendiga a la Negra!

Madre, ya estoy en casa con Usted, se lo dije, el que nada debe nada teme. ¿Quién es la Negra?

-M’ijo, ellos nunca me quisieron decir donde te tenían preso y en todos los cuerpos de la policía me decían que no te tenían detenido. Fuímos a todos los periódicos a poner la denuncia de tu captura, pero ellos te ponían como “estudiante desaparecido”.

La Negra es el que me trajo tu mensaje, así me pude enterar en donde te tenían. Cuando él me dio tu mensaje, me dijo que no te conocía, que no te pudo ver, pero por la tranquilidad con que tú le hablabas, él se dio cuenta de que estabas bien.

Vino el mismo día que lo dejaron libre. Pobrecito, aquí estuvo llorando, ya no soporta que lo estén metiendo preso a cada rato sólo por ser homosexual. Sus amigos le dicen La Negra, debe ser por el color de su piel. ¡Qué Dios me lo bendiga! -.

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GLOSARIO DE MODISMOS
-“Cerote”: Despectivo para referirse sobre una persona.
-“Guate.”: Contracción de Guatemala, tanto para referirse sobre el país o la ciudad
capital con el mismo nombre.
-“Camioneta”: Bus.
-“Mazate.”: Contracción de Mazatenango, capital del Departamento de Suchitepéquez.
-“Patojo”: Muchacho, persona joven.
-“Pisto”: Dinero.
-“Durmás”: Para decir, “que duermas”.
-“Muchá”: Muchachos o Muchachas, referencia informal.
-“Baboso”: Tonto.
-“Papeles”: Documentos de Identificación Personal, documentos.
-“Quetzal”: Moneda Nacional.
-“Fiambre”: Comida.
-“Con las patas por delante”: Muerto.
-“Pisadito”: Diminutivo personal despectivo.
-“Agua chuca”: Agua sucia con residuos putrefactos.
-“Pocío”: Especie de taza, o similar tamaño, de peltre.
-“Pan francés”: Un pan muy pequeño conformado con dos muy pequeñas porciones
juntas.
-“De a len”: De un centavo de Quetzal.
-“Alas, Payasos”: Marcas de cigarro de consumo popular.
-“Pedazo de carterita”: Cartón de fósforos.
-“Me llevó la gran diabla”: Le irá muy mal.
-“Chivas”: Pertenencias de uso personal.
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