Mario Polanco | Política y sociedad / NO MÁS IMPUNIDAD
La sociedad guatemalteca ha sufrido retrocesos en materia de desarrollo humano. Un claro ejemplo es que en el informe que el sistema de Naciones Unidas elabora anualmente, el país ocupaba la posición 112 a inicios del actual siglo, medida que es baja y que representa pobreza, falta de oportunidades y subdesarrollo, pero que con un esfuerzo positivo podía empezar a mejorar en plazos cortos. Sin embargo, como consecuencia de políticas erradas a partir de la llegada del equipo liderado por Álvaro Colom, se retrocedió a la posición 133, habiendo permanecido ahí durante más de una década.
A las malas políticas impulsadas por los diversos gobiernos a partir de 2008 se debe sumar la cooptación del Estado iniciada durante los gobiernos militares, además de la corrupción que se ha convertido en un freno para el desarrollo humano, ese desvío de fondos ha provocado mayor pobreza y exclusión social.
Para ubicarnos en contexto, por desarrollo humano se entiende todo el conjunto de oportunidades que el ser humano tiene desde que es concebido, mismas que le permiten poder crecer desarrollando su máximo potencial en los estudios y luego en labores profesionales, pudiendo formar una familia en la que se repliquen esos valores con los que fue criado y trasladar a futuras generaciones las posibilidades de continuar con ese desarrollo.
Esas oportunidades podrían reflejarse positivamente en el país, debido a que las mismas se traducen en aportes individuales que se convierten en desarrollo y por lo mismo para empresarios se vuelve atractivo invertir en empresas que vayan más allá de las tradicionales maquilas.
La realidad es distinta, debido a que los habitantes no cuentan con oportunidades para su desarrollo, desde que nacen están limitados en el acceso a la alimentación, las vacunas para evitar enfrentar enfermedades prevenibles pero que pueden ser mortales.
La mayoría de la niñez vive en condiciones adversas, enfrentando los efectos de un mal gobierno que permite e incluso promueve la corrupción, debido a que ha sido frecuente que se desvíen recursos materiales y humanos hacia intereses particulares, eso hace de esas acciones una violación a los derechos humanos, debido a que se limita e incluso se veda en su totalidad el acceso a la educación, a la salud, a las oportunidades y con ello se condena al guatemalteco a tener que enfrentar la pobreza.
Luego se preguntan por qué las personas mantienen el interés de migrar hacia Estados Unidos. La respuesta se encuentra en la falta de oportunidades, en la desigualdad económica y social que persiste, en pocas palabras, en la injusta distribución de la riqueza y en la corrupción que mantiene sumido al país en la pobreza extrema.
En el futuro inmediato no se ven transformaciones profundas, aun con el cambio de gobierno dentro de unos meses, debido a que Jimmy Morales y las mafias que gobiernan junto a él han provocado que se retroceda en los pocos avances que se habían tenido en la construcción de la democracia.
Mario Polanco

Graduado en la Universidad de San Carlos de Guatemala de licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, con Maestría en Seguridad y Defensa por la Universidad Mariano Galvez, actualmente director del Grupo de Apoyo Mutuo. Activista de derechos humanos, haciendo esfuerzos para que no haya más impunidad.
Correo: mariopolan@yahoo.com
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