Del reloj del fin de la democracia y la propuesta del cambio: liderazgo y juventud

-Alejandro Valverth | PUERTAS ABIERTAS

El reloj del fin del mundo es un símbolo creado por afamados científicos en el mundo y señala, en virtud de hechos actuales, a cuantos minutos se encuentra la humanidad de desaparecer, sea por amenazas de guerras, cambio climático u otras. El doomsday clock se paró a tan solo dos minutos hace algunos meses y fue derivado por las afrentas verbales entre los mandatarios de Estados Unidos y Corea del Norte.

En Guatemala, los grupos que se oponen a la lucha contra la corrupción han emprendido, desde hace varios meses, una campaña para quitarse de en medio a una incómoda Cicig que ha puesto de manifiesto el alto nivel de corrupción y los mecanismos que esta utiliza.

Esta guerra en contra de la lucha contra la corrupción está elevándose en intensidad, a tal grado que se está llegando a un punto de no retorno. Al igual que en el caso del doomsday clock se pueden mencionar algunos hechos actuales que nos pueden ir marcando a cuántos minutos estaremos del apocalipsis democrático de Guatemala.

En el 2015, las protestas de la sociedad civil en conjunto con la fiscalía permitieron la renuncia y encausamiento del entonces presidente de la República. Pero el mecanismo de corrupción sigue intacto y quienes actualmente ejercen el ejercicio del poder, en apariencia, aprendieron del 2015 todo lo que no se debe de hacer, con el fin de procurar impunidad.

De ello es que el Congreso de la República discute y busca aprobar iniciativas consideradas regresivas en materia de derechos humanos. Por ejemplo, busca reformar la ley de organizaciones no gubernamentales con el fin de poder disolver y fragmentar el tejido social que desde el conflicto armado interno ha estado en recuperación.

Pero también se discuten amnistías a delitos de lesa humanidad, más limitaciones a los derechos ciudadanos como la protesta y tipificar como delito la crítica hacia funcionarios. Buscaron la destitución del procurador de Derechos Humanos y, al no conseguirlo, tratan de asfixiar a la institución con recorte presupuestario.

En el Ejecutivo tampoco es tan distinto, con una actitud del presidente y sus ministros desafiando resoluciones de la Corte de Constitucionalidad, que es la más alta autoridad en esa materia. Aunado a eso, los medios de comunicación independientes están desapareciendo. Se percibe, con todo esto, el sentimiento de que se ataca a todo lo que se oponga al régimen.

¿A cuántos minutos estará el reloj que señala el apocalipsis democrático de Guatemala? Los jóvenes guatemaltecos están trabajando una propuesta.

Liderazgo y juventud

¡La juventud es el futuro! Una frase gastada que representa una falsa esperanza de que las decisiones importantes serán tomadas algún día por los jóvenes de hoy. Y es falsa esperanza, porque la fortaleza e imaginación que un joven aporta en ideas, en un mundo en el que actualmente vive y que no le presenta oportunidades, podrá aportarlas cuando su juventud haya pasado y en el cual nunca se percató el momento exacto en que ello sucedía.

¡La juventud es el futuro! Una frase que lleva añejo requerimiento de espera. Que dice ahora no es el tiempo, algún día será. La juventud está tocando la puerta porque desea participar, desea ser parte de la toma de decisiones que le afectan en la actualidad, como la falta de oportunidades laborales, académicas, sanitarias, entre un largo etcétera.

El programa Parlamento Juvenil, brinda a 158 jóvenes líderes de toda Guatemala la oportunidad de estar presentes en una sesión dentro del hemiciclo parlamentario representando a sus distritos, comunicando los problemas que la juventud tiene en sus comunidades y proponiendo soluciones. Este programa es llevado a cabo como parte de los programas del Congreso de la República, con la participación del Ministerio de Educación y la Fundación Hanns Seidel, en conjunto con la asociación para el desarrollo legislativo y la democracia LEGIS.

El Parlamento Juvenil expone a 158 jóvenes que son líderes en sus comunidades y, aprovechando esa buena selección, se le da continuidad con charlas y organizando grupos de jóvenes que ahora se están constituyendo en asociaciones de jóvenes. Actualmente contamos con 15 departamentos organizados y la mayoría tiene constituida su asociación.

Estas asociaciones de jóvenes han hecho distintos proyectos en sus departamentos, como una reforestación en la biósfera maya en Petén o distintas campañas de limpieza en Huehuetenango, Zacapa y El Progreso, y para la época de fin de año campañas de recolección de juguetes para niños de escasos recursos económicos.

Estos jóvenes inquietos tienen manejo de redes sociales, en donde dan a conocer sus actividades y son entusiastas en reclutar más jóvenes, porque tienen la idea de organizar la juventud en Guatemala.

Para el próximo año tienen la idea de realizar charlas en los colegios e institutos de su departamento para hablar sobre ciudadanía activa, derechos humanos y fomento de un Estado de derecho sólido, entre otros temas. Bajo la consigna de: «entre jóvenes nos entendemos mejor» buscan ejercer su derecho de asociación y formar un movimiento de ciudadanos comprometidos con Guatemala. De esa cuenta, la juventud comienza a participar ahora en la toma de decisiones y no esperará a que el reloj llegue al punto culminante, cuando ya no quede tiempo, y que la democracia haya pasado a ser un dato histórico en Guatemala.


Fotografías proporcionadas por Alejandro Valverth.

Alejandro Valverth

DRepresentante legal de la Asociación por la Integridad de la Gestión Pública. Subdirector de la revista parlamentaria publicada por la Asociación para el Desarrollo Legislativo y la Democracia –LEGIS–. Cointerponente de la acción que declaró inconstitucional la pena de muerte en Guatemala.

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